Caminamos en silencio durante aproximadamente media hora, finalmente llegando a un campo fuera de la ciudad. Flores silvestres, iluminadas por la luz de las estrellas, florecían a nuestro alrededor.
(Este lugar es hermoso, pero no creo que sea por eso que estamos aquí.)
El rostro sombrío de Ieyasu mantuvo mi mirada de una manera que las flores nunca podrían.
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Ieyasu- Necesito hablar contigo a solas. Así que, ven conmigo.
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(¿Por qué vinimos hasta aquí para hablar? Esto se siente muy serio.)
La tensión que Ieyasu irradiaba era contagiosa. Cuando llegamos al centro del campo, Ieyasu se detuvo y soltó mi mano.
Ieyasu- Lamento haberte arrastrado hasta aquí de esta manera.
(¿Una disculpa de Ieyasu? Algo pasa.)
MC- ¿Qué pasa, Ieyasu?!
Ieyasu- ¿Eh?
MC- Te disculpaste, de verdad no debes estar bien. ¡Sabía que era muy pronto para dejarte salir!
Ieyasu- ¿En serio me estás diciendo esto ahora?
Ieyasu dejó escapar un suspiro agotado.
(Pero si no se siente enfermo, ¿por qué parece tan cansado?)
Me miró con una expresión sombría en los ojos.
Ieyasu- Vas a regresar con Nobunaga.
MC- ¿Qué?
Ieyasu- Necesitarás empacar tus cosas esta noche.
(¿Tengo que volver al castillo mañana? ¡Pero esto es tan repentino!)
Negué con la cabeza, aún incrédula y conmocionada.
(¡Claro que Nobunaga no me daría voz en esta decisión! ¿Pero por qué ya no puedo estar con Ieyasu? ¡No quiero creerlo! Estoy segura de que no me dejarán salir del Castillo Azuchi cuando quiera, lo que significa que no podré verlo mucho.)
MC- ¿Por qué decides eso de repente?
Ieyasu- Ya no hay razón para que yo te cuide.
MC- ¿Porque dije que no intentaría escapar de nuevo?
Ieyasu- Eso, y... Capturamos al rōnin que te atacó. Él y todos sus cómplices están ahora encerrados en las mazmorras.
(¿Qué tiene que ver eso con esto?)
MC- Pensé que me custodiabas para evitar que escapara. ¿No era esa la razón?
Ieyasu- Eso solo era lo que te dijimos para evitar que protestaras.
(¿Entonces había otra razón? ¿Como cuál?)
Ieyasu- ¿Recuerdas que el rōnin que capturamos era del clan Imagawa?
MC- Sí, ¿y qué?
(Nunca podría olvidar esa trágica historia aunque quisiera.)
Ese hombre intentó secuestrarme y luego torturó a Ieyasu. Recordar el dolor y la ira que llenaban a Ieyasu mientras yacía en su lecho de enfermo todavía me hacía doler el corazón. Ieyasu mantenía sus emociones bajo control, su voz tranquila y serena.
Ieyasu- El interrogatorio de Mitsuhide reveló que, como se esperaba, estaban conspirando contra Nobunaga. Se enteraron de ti de alguna manera y planeaban usarte para vengarse. Sin embargo, no esperaban toparse con otro enemigo resentido desde hace tiempo- yo. Incluso llegué a frustrar su intento de secuestro.
Recordé esa noche bajo la lluvia.
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Hombre- Vendrás conmigo. Y si no te gusta, culpa a Nobunaga.
Ieyasu- No la toques.
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Ieyasu- No eres rival para mí. Ahora que lo sabes, lárgate.
Hombre- ¡Tú... Te arrepentirás de esto!
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Ieyasu- Encontrarme los llevó a un frenesí de sed de venganza. Así que cambiaron su objetivo de Nobunaga a mí. Fingieron ser bandidos para atraerme a ese paso montañoso.
(¿Era todo una trampa elaborada para Ieyasu?)
Ieyasu- Pero ahora todos se pudren en las mazmorras bajo el castillo. Nunca podrán volver a atacarte.
(Creo que estoy empezando a entender el panorama completo.)
MC- ¿La verdadera razón por la que Nobunaga me envió a tu palacio fue para mantenerme a salvo de esos hombres?
Ieyasu- Así es.
Ieyasu- No sabíamos cómo había filtrado información sobre ti fuera de las fuerzas Oda. Así que Nobunaga te alejó del castillo, escondiéndote en un lugar inesperado. Si había un espía dentro del castillo, sin duda habrían intentado atacarte de nuevo si te hubieras quedado.
(No me di cuenta de esta conspiración más grande a mi alrededor. Realmente soy ingenua.)
MC- Y por eso me has estado protegiendo todo este tiempo.
Ieyasu- Para que lo sepas, solo estaba siguiendo órdenes de Nobunaga. Fue consenso de las fuerzas Oda que debías ser protegida. Sí pensamos que podrías intentar escapar de nuevo, así que lo de custodiarte no era mentira.
(Aún así, nunca había entendido toda la verdad hasta ahora.)
MC- Pero esto significa que me has cuidado de formas que ni siquiera había notado, Ieyasu. Gracias. De verdad, lo digo en serio.
Ieyasu- No necesito tu agradecimiento. Solo cumplí con mi deber.
(¿Solo un deber? ¿Tiene que decir esas cosas incluso ahora?)
Quise decirle que no actuara tan distante, pero la expresión en su rostro me hizo tragar mis palabras.
(Ieyasu, ¿qué estás pensando?)
Mientras me miraba, sus ojos reflejaban una bondad y tristeza que creo que él mismo no notaba.
(Lo entiendo. Ieyasu siempre será contradictorio. Aunque diga esas cosas... me extrañará.)
Mi pecho se llenó de un sentimiento agridulce. Decidí no quejarme de sus palabras y en cambio hice una pregunta.