CAPITULO 8 (6-10)

Al día siguiente, me pusieron a trabajar ayudando con el inventario de suministros y las asignaciones. Un puñado de hombres se quedó atrás para vigilar el campamento, pero todos los demás, incluyendo a Ieyasu y Mitsunari, marcharon hacia el frente.

(Hay un silencio inquietante.)

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Ieyasu- Sal de aquí, MC. Y no te molestes en esperarme más. Aunque vuelva a Azuchi, no te volveré a ver nunca más.

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Ieyasu había ordenado que me fuera, pero aún así me quedé.

(Me quedaré aquí mientras haya algo que pueda hacer para ayudar. No pienso rendirme y volver así.)

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Ieyasu- Yo... Yo no te necesito.

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Cuando escuché esas palabras anoche... Me dolió el corazón. Pensé que podría partirse en dos. Cuando lo miré a los ojos, pude ver que no estaba siendo honesto conmigo.

(Quiero que me diga cómo se siente realmente. No, incluso si no lo hace... Mis sentimientos no cambiarán. Me gusta leyasu. Necesito a leyasu.)

Mi ensueño fue interrumpido de repente por los gritos de los guardias del campamento.

(¿Hm? ¿Qué está pasando?)

Soldado 1- ¡Ataque enemigo! ¡Una pequeña unidad con una bandera de batalla azul se aproxima!

(Pensé que la batalla se había desplazado a territorio enemigo...)

Soldado 2- ¿Cómo pudieron atravesar nuestras líneas de batalla para llegar tan lejos?

Soldado 1- No lo sé, pero ya vienen. Lady MC, ¡quédese en el campamento y escóndase!

MC- Está bien.

Con rostros de pánico, los hombres que se habían quedado para vigilar el campamento entraron en acción.

(Las fuerzas de Oda ayer tenían la ventaja abrumadora. ¿Podría haber cambiado la situación? Pero si el enemigo hubiera ganado terreno, ¿no habrían venido muchos más hombres por aquí?)

Nada tenía sentido mientras veía a los hombres de Oda cargar hacia el enemigo que se acercaba.

???- Tú debes ser MC.

Salté al escuchar esa voz inesperada. Me di la vuelta y encontré a dos ninjas vestidos de negro justo detrás de mí.

Ninja 1- Nuestra distracción funcionó a la perfección. Terminemos el trabajo mientras los guardias no están.

Ninja 2- Sí. Vendrás con nosotros en silencio.

MC- ¿De qué estás hablando? ¿Quién eres t...? ¡Mph!

Un ninja me cubrió la boca y la nariz con un paño, mientras el otro me sujetaba los brazos a la espalda.

(Esto huele raro. Tal vez es...)

Luché con todas mis fuerzas, pero ya estaba empezando a perder el conocimiento. De repente, todo se volvió negro.

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(Mm... ¿Huh? Ugh, mi cabeza me retumba.)

Abrí mis pesados párpados y vi un techo desconocido. Intenté sentarme pero no podía moverme.

(¡Mis muñecas están atadas!)

Kenshin- ¿Estás despierta, niña?

(¡No estoy sola!)

Mi mente aún se sentía borrosa, pero forcé mis ojos a enfocar a un hombre sentado en un escritorio.

MC- ¿Quién eres? ¿Adónde me has llevado?

Kenshin- No doy mi nombre a los rehenes.

(¿Me tiene como rehén? ¡¿Qué he hecho?!)

MC- ¿Qué está pasando? ¡Explícamelo!

Kenshin- No grites. Es por esto que odio tratar con mujeres.

Actuando como si yo no existiera, el hombre agarró un pedazo de papel y comenzó a escribir algo.

MC- ¡Oye, no me ignores! ¡Desata estas cuerdas!

Kenshin- Silencio. Estoy tratando de concentrarme.

MC- ¡Incluso hablaré más fuerte si no me desatas!

El hombre no respondió.

(No sé qué pasó, pero tengo que salir de aquí. Tengo que volver con Ieyasu).

Empecé a forcejear contra las cuerdas que me ataban los brazos.

Kenshin- ¿Qué es lo que Nobunaga podría ver en esta mujer? No puedo ni imaginarlo.

(¡No me digan que este tipo también cree que soy la amante de Nobunaga!)

Con un suspiro, el hombre se puso de pie con lo que acababa de escribir en la mano. Sostuvo el papel frente a mi cara. Estaba cubierto con una bonita, pero ilegible escritura en cursiva.

Kenshin- Léelo.

MC- No puedo. Tú escritura es... demasiado avanzada para mí.

Kenshin- Qué fastidio.

Girando los ojos, Kenshin leyó la carta en voz alta.

Esta carta es para Nobunaga.

Tengo a tu concubina. Si la quieres de vuelta, lleva tus tropas a Kasugayama e intenta recuperarla.

...Kenshin Uesugi.

(¿Este tipo es el infame Kenshin Uesugi?)

La carta concisa me dijo exactamente el tipo de situación en la que estaba.

(Esta debe ser la base del enemigo. Y me han confundido con la concubina de Nobunaga, al igual que el último tipo que intentó secuestrarme. Quiere usarme para que Nobunaga dirija personalmente su ejército.)

Cuando me di cuenta de lo terrible que eran las cosas, mi corazón comenzó a correr con pánico.

Kenshin- Ni siquiera pienses en tratar de escapar. Sólo quédate en silencio y sirve a tu propósito. Eres mi boleto para una verdadera pelea con el mismo Nobunaga.

MC- ¡Espera un momento! Eso no funcionará. Enviar esa carta no tendría sentido.

Kenshin- Si no funciona, seguiré intentando otras tácticas hasta que lo haga. De cualquier manera, me serás útil. No puedo esperar más. ¡Si no consigo una guerra pronto, me moriré de aburrimiento!