Ieyasu Tokugawa

DRAMATIC ROUTE - CAPITULO 13 (1-5)

(¡Ahí está, finalmente!)

Sujeté con fuerza las riendas del caballo cuando pude ver la punta del castillo de Azuchi.

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MC- Yo iré a Azuchi.

Sasuke- ¡¿Qué?!

MC- Si un soldado tratara de dejar el castillo, el enemigo estaría sobre ellos en un instante. Pero si yo me escabullo y me atrapan, podría inventar algún tipo de excusa. ¿No lo crees? Quiero que todos vivan. Dejame protegerlos a ustedes por una vez. Lo siento, pero iré. Si intentas detenerme, te patearé esa pierna herida y te derribaré.

Sasuke- Bien. Tú ganas.

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Después de convencer a Sasuke de que me dejara ir, me escabullí del castillo asediado y cabalgué durante el resto de la noche. Ahora que el final estaba a la vista, le di una palmadita a la crin de mi caballo y le di un toque a su costado con los talones.

MC- Sé que estás cansada, muchacha, pero ya casi hemos llegado.

El caballo relinchó en respuesta y galopó aún más rápido hacia la puerta del castillo.

Guardia- ¡Alto! ¿Quién anda ahí?

MC- ¡No hay tiempo para explicar, tienes que dejarme pasar!

Guardia- Lady MC, ¿es usted?

Por suerte los guardias me reconocieron, así que seguí cabalgando hasta la puerta. Salté del caballo cuando llegué a la entrada y corrí hacia el castillo.

MC- ¡Hideyoshi!

Hideyoshi- ¡¿MC?!

Hideyoshi estaba todavía sustituyendo a Nobunaga en el gran salón, y sus ojos se abrieron mucho cuando entré de golpe.

Hideyoshi- ¿Cómo has vuelto? Y estás cubierta de barro... ¿qué te ha pasado?

MC- Te lo explicaré más tarde. ¡Nobunaga e Ieyasu están en peligro!

Hideyoshi- ¿Qué? ¿Qué está pasando?

Ni siquiera me detuve a recuperar el aliento antes de decirle a Hideyoshi lo que estaba pasando. Aparecieron profundos surcos entre las cejas de Hideyoshi mientras escuchaba mis noticias.

Hideyoshi- ¿Por qué siguen todos ahí sentados? ¡Preparad las tropas! ¡Partiremos de Azuchi inmediatamente!

Hideyoshi se dirigió a los vasallos en la sala.

Hideyoshi- Nos dividiremos en dos unidades- refuerzos para las fuerzas principales que luchan contra Kennyo, y un escuadrón de rescate para la tropa de Ieyasu.

Vasallos- ¡Sí, señor!

Los vasallos salieron corriendo de la sala con expresiones de asombro, y el castillo quedó sumido en un gran revuelo.

(¡Por favor, que lleguen a tiempo!)

Me hundí en el suelo para recuperar por fin el aliento, Hideyoshi puso una mano sobre mi hombro.

Hideyoshi- Lo hiciste bien, MC. Descansa un poco.

MC- No, todavía tengo más que hacer.

Hideyoshi parecía confundido, pero me encontré con su mirada estoicamente.

MC- Te llevaré al castillo donde están Ieyasu y los demás.

Hideyoshi- No quisiera que tuvieras que hacer eso, pero supongo que eres la única que puede hacerlo.

MC- No te preocupes por mí. Es lo que he venido a hacer.

(Me las arreglé para llegar hasta aquí en un intento de rescate. No voy a rendirme a mitad de camino.)

Respiré profundamente y me puse de pie para prepararme para salir de nuevo.

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La unidad dirigida por Hideyoshi había partido de Azuchi inmediatamente. Cuando el sol comenzó a ponerse, el viejo castillo donde Ieyasu estaba esperando apareció en el horizonte.

(Algo está pasando...)

Entrecerré los ojos en la distancia cuando vi más movimiento del que esperaba.

(¿Están peleando?)

Hideyoshi- ¡Rodeen al enemigo! ¡Preparen sus armas de fuego!

Soldados- ¡Si, señor!

(¡Parece que llegamos justo a tiempo!)

Cuando emitieron un disparo de advertencia, los soldados que luchaban con espadas se dieron cuenta de los refuerzos.

Hideyoshi- ¡MC, quédate aquí atrás!

MC- Está bien.

Hideyoshi condujo a sus hombres hacia adelante, justo en medio de la batalla.

(¿Dónde está Ieyasu?)

Escaneé el caos desde lo alto de mi caballo.

(¡Oh!)

Vi a Ieyasu blandiendo su espada desde su silla de montar. Y Sasuke estaba luchando justo a su lado.

(¡Gracias a Dios que ambos están bien!)

La tropa de Hideyoshi atacó desde el otro lado, formando un ataque de pinza alrededor del enemigo. Al poco tiempo, todos los hombres vestidos de negro estaban tendidos en el suelo.

(¿Realmente se ha acabado?)

Observando desde una distancia segura, dejé salir el aliento que había estado conteniendo. Vi a Ieyasu cabalgar hacia Hideyoshi.

(Está vivo y a salvo.)

Justo cuando el alivio comenzó a filtrarse en mí...

(¿Qué es eso?)

Me di cuenta de que uno de los enemigos se sentó temblorosamente. Recogió un arco abandonado y colocó una flecha apuntando a Ieyasu mientras estiraba la cuerda.

(¡No!)

MC- ¡Ieyasu!

Grité a todo pulmón, pero había demasiada conmoción para que se oyera mi voz.

(Tampoco podré llegar a tiempo para detenerlo.)

Mientras el pánico se apoderaba de mi pecho...

(Uh...)

Vi un arco y una flecha en el suelo. No hubo tiempo para dudar.

(No quiero herir a nadie, pero necesito evitar que ese hombre dispare.)

Salté de mi caballo y recogí el arco y la flecha.

(Mantén el codo dentro y los ojos en el blanco. La espalda recta. Conserva la calma.)

Me concentré en lo que Ieyasu me había enseñado mientras estiraba la cuerda del arco.




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