ROMANTIC ROUTE - CAPITULO 13 (6-10)

Ha pasado ya algún tiempo desde que Ieyasu había regresado y las cosas volvieron a la normalidad. Un día por la tarde llevé un paquete por los pasillos del castillo. De repente, vi que al hombre que buscaba acercándose a mí.

MC- Ahí estás, Mitsunari. He terminado de arreglar tu abrigo.

Mitsunari- Oh, hola, MC.

Le entregué el haori que Mitsunari me pidió que le arreglara.

Mitsunari- Gracias.

(Hm, parece que hay algo raro en él. Su sonrisa no era tan brillante como solía serlo.)

MC- Pareces deprimido. ¿Pasó algo?

Mitsunari- ¿No te has enterado de lo que ha pasado con Lord Ieyasu?

(¿Algo paso con Ieyasu? Es la primera vez que lo escucho. Me dijo que estaría muy ocupado y no lo he visto en una semana. ¿Le ha pasado algo malo en ese tiempo?)

MC- ¿Está bien Ieyasu?

Mitsunari- Sí, pero parece que volverá a su castillo natal en unos días.

(¿Qué? ¿Por qué no me lo ha dicho?)

MC- ¡No he oído ni una palabra sobre eso!

Mitsunari- Me acabo de enterar. Kennyo ya no es una amenaza, y la lucha con las fuerzas de Uesugi-Takeda está todavía muy lejos. Tiene sentido que Lord Ieyasu regrese a su propio dominio, pero... Aún así lo voy a extrañar.

(Entonces eso es lo que hizo que Mitsunari se sintiera triste.)

MC- ¿Realmente se va? ¿Ya está decidido?

Mitsunari- Sí. Lord Nobunaga hizo el anuncio a todos esta mañana.

(¡No quiero que Ieyasu se vaya otra vez! ¿Y por qué no me lo ha dicho? Necesito hablar con él y hacer que me lo explique.)

MC- Gracias por decírmelo, Mitsunari. ¡Voy a ir a preguntarle a Ieyasu sobre esto!

Mitsunari- ¿Hm?

Dejé a Mitsunari que parecía confundido cuando salí corriendo por el pasillo.

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(No está en el gran salón ni en su palacio. ¿Dónde podría estar?)

Dejé una nota para Ieyasu y volví a mi habitación.

Ieyasu- Oh, has vuelto.

(¿Pasé todo ese tiempo buscándolo sólo para encontrarlo en mi habitación?)

Ieyasu- He estado esperando una eternidad. ¿Dónde estabas?

MC- Esa es mi línea.

Ieyasu- ¿Eh?

Planté mis manos en las caderas con enojo mientras Ieyasu me miraba desconcertado.

MC- Mitsunari me dijo que vas a volver a tu propio dominio.

Ieyasu- ¡Él...!

MC- ¡Me VAS a llevar contigo!

Ieyasu- ¿Eh...?

MC- ¡Yo voy a ir, te guste o no! No me importa si me odias por ello, ¡yo te seguiré!

(Prometimos que siempre estaríamos juntos y no me voy a retractar de mi palabra.)

Miré a Ieyasu con determinación mientras esperaba su respuesta. Ieyasu se puso de pie con un suspiro. Con una mirada agitada en su rostro, leyasu me acarició la mejilla con su dedo índice.

Ieyasu- ¿Cómo podría llegar a odiarte?

(¿Hm? ¿Lo he entendido mal?)

MC- ¿No planeabas escabullirte sin decírmelo?

Ieyasu- Planeaba decírtelo una vez que hubiera hecho todos los preparativos para nuestra mudanza. Por eso he estado tan ocupado estos últimos días. Y luego tuviste que ir y arruinar la sorpresa.

(¿Pensaba llevarme con él todo el tiempo?)

Toda mi frustración reprimida se evaporó.

Ieyasu- Se supone que eres una princesa a cargo de Nobunaga. No podía llevarte conmigo sin obtener su permiso primero. Así que fui a hablar con él esta mañana.

(Imagino que debe haber sido una conversación muy amena...)

MC- ¿Y qué dijo?

Ieyasu- Estuvo de acuerdo con una condición... que tú y yo vengamos de visita de vez en cuando.

(¿Eso es todo? ¡Así que puedo ir!)

Ieyasu- Parece que Nobunaga te tiene mucho cariño.

MC- De ninguna manera. Creo que sólo quiere estar seguro de poder verte, Ieyasu.

Ieyasu- Eso es poco probable.

(Yo no estaría tan segura. Creo que Nobunaga se preocupa por Ieyasu, a su propia y extraña manera.)

Ieyasu- Estoy más interesado en saber por qué pensaste que te abandonaría aquí. Si tienes tan poca fe en mí, tal vez debería dejarte atrás.

Ieyasu me miró con fingida molestia.

(Lo conozco lo suficiente como para saber que no lo dice en serio. A Ieyasu le encanta ser contradictorio.)

Le dirigí una sonrisa y le dije...

MC- Bien. Déjame atrás.

Ieyasu- ¿Qué?

MC- Te seguiré de todos modos.

Ieyasu- Hm...

(Puedo saber exactamente lo que siente Ieyasu. Así que no me preocupa que me aleje.)

MC- Me gusta todo de ti, leyasu. Incluso tu lado infantil, tu lado contradictorio.

Ieyasu pareció desconcertado por un momento, antes de soltar un largo suspiro.

Ieyasu- Sin duda tienes gustos extraños. Está bien, he llegado a aceptarlo. Seré tu prisionero hasta el día de mi muerte.

(Es una forma un poco extraña de decirlo, pero lo aceptaré.)

Ieyasu frunció el ceño, pero sus ojos sólo tenían calidez.

Ieyasu- Así que, será mejor que te quedes a mi lado el resto de mi vida. Lo prometes, ¿verdad?

MC- ¡Puedes apostarlo!

Ieyasu- Ven conmigo para que podamos vivir juntos para siempre.

MC- ¡Si!

Ieyasu sonrió cuando le contesté inmediatamente.

(Me gusta su naturaleza obstinada, pero también es muy agradable escuchar algunas palabras sinceras de él. Me gusta todo lo que hace Ieyasu.)