Ya ha pasado un mes desde que dejamos el castillo de Azuchi.
(Hmm...)
La luz del sol me despertó, y parpadeé hasta que mis ojos pudieron enfocar. Cuando el mundo que me rodeaba se aclaró, vi a Ieyasu ya completamente vestido.
MC- Buenos días.
Ieyasu- Oh, ¿te he despertado?
MC- ¿Por qué te has levantado tan temprano? Es más allá del amanecer.
Ieyasu- Pero me siento muy despierto.
MC- Acostarse temprano, levantarse temprano... eres como un viejo, leyasu.
Murmuré somnolienta e Ieyasu frunció el ceño.
Ieyasu- Te crees muy lista, eh. Evitaré que me insultes así.
Se acercó a la cama y se arrodilló junto a mi almohada.
MC- Mm...
Me dio un beso apasionado que me hizo perder el sueño.
(¡Esa fue una agradable sorpresa!)
MC- Bueno, ahora yo también estoy bien despierta.
Ieyasu- Bien.
(¿Era ese su plan todo el tiempo?)
Mi corazón se aceleró mientras me sentaba.
(No estoy acostumbrada a que me traten con tanta dulzura todavía.)Ieyasu volvió a recoger sus cosas.)
MC- ¿Otro día ocupado?
Ieyasu- Sí. He pasado tanto tiempo inspeccionando el dominio, que el papeleo se ha ido acumulando.
(El trabajo de un señor de la guerra feudal nunca termina.)
Ieyasu- ¿Y qué hay de ti?
MC- Quiero terminar el kimono en el que estoy trabajando hoy, así que volveré tarde.
Ieyasu- Entiendo. Tengo que irme ahora, pero prométeme que tomarás un desayuno apropiado.
MC- Lo haré.
Frotándome los ojos al salir de la cama, me acerqué a Ieyasu.
Ieyasu- Bueno, me voy.
MC- Que tengas un buen día.
Ieyasu- ¿No te olvidas de algo?
MC- Oh, sí...
(A veces es agradable burlarse de él, pero los besos de verdad son los mejores.)
Una ola de vértigo se precipitó a través de mí mientras besaba sus labios suavemente.
Ieyasu- Más.
MC- Tan codicioso. Mm...
Me rodeó con su brazo alrededor de la cintura, tirando de mí para darme un beso más profundo. Para cuando se soltó, yo estaba jadeando por aire.
(Oh, siempre se sale con la suya... pero no me importa.)
Ieyasu- Adiós.
Ieyasu giró sobre su talón y se dirigió a la puerta.
(Mi corazón aún se acelera cada vez que le doy un beso de despedida. Me pregunto cómo hace sentir eso a leyasu.)
Mientras le veía marchar, noté que sus orejas estaban ligeramente rojas.
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Terminé mi trabajo del día antes de lo esperado, así que me ofrecí a ayudar con la limpieza del castillo.
(Me he vuelto bastante buena puliendo el suelo.)
Miré el suelo brillante del pasillo con una sonrisa de satisfacción.
Vasallo 1- ¡Parece que está trabajando duro, Lady MC!
MC- Oh, hola.
Algunos de los vasallos de Ieyasu sonrieron cuando se acercaron. Eran jóvenes muy amables que siempre se paraban a saludar cada vez que nos encontrábamos.
Vasallo 2- Siendo la mujer de Lord Ieyasu no necesita ayudar de esta manera. Es muy amable de su parte el apoyarnos.
MC- Oh, no me molesta. Me gusta mantenerme ocupada.
Vasallo 3- Puedo ver por qué Lord Leyasu esta tan enamorado de usted.
(Está enamorado, ¿eh?)
MC- ¿Realmente les parece que es así?
Hablé con dudas, pero todos asintieron con la cabeza.
Vasallo 1- Cuando él está fuera por trabajo, de lo único que habla es de usted.
(Vaya. No tenía ni idea de que era así cuando estamos separados.)
Vasallo 2- Siempre ha sido un poco frío y distante, pero ha cambiado desde que usted llegó a su vida, Lady MC.
Vasallo 3- Sí. Ha sido un verdadero alivio verlo tan feliz.
(¿Ha cambiado? Ahora que lo pienso, creo que sí. Bueno, mientras sea un buen cambio para Ieyasu, estoy feliz por ello.)
Las amables palabras de sus vasallos llenaron mi corazón de calidez. Al mismo tiempo, ellos parecían tan felices por Ieyasu como lo estarían por sí mismos.
(A pesar de que sus personalidades son tan diferentes, todos se preocupan por él. Estos hombres son directos y alegres.)
Es extraño pensar que admiran tanto a Ieyasu. Mientras intercambiábamos una sonrisa, escuchamos la voz gruñona de Ieyasu.
Ieyasu- No deberían decir esas tonterías a MC.
(¿Ieyasu? Parece que ha terminado con su papeleo.)
Ieyasu se interpuso entre los vasallos y yo.
Ieyasu- No creas ni una palabra de lo que digan, MC.
MC- ¿En serio?
Ieyasu- Sí, en serio.
Vasallo 1- Lord leyasu, no puede ocultar sus verdaderos sentimientos para siempre. ¿Por qué no los dejas salir?
Ieyasu- ¿Por qué no se meten en sus propios asuntos?
Vasallo 2- Si tuviera una mujer tan maravillosa como Lady MC, le diría todos los días lo dulce y hermosa que es.
Ieyasu- Ridículo. ¡Ahora dejen de perder el tiempo, tenemos una reunión del consejo que atender!
Con una mirada áspera en su rostro, Ieyasu agarró los brazos de dos de los vasallos y los arrastró tras él.
(Bueno, ahí van.)
El único hombre que quedaba entrecerró los ojos mientras sonreía tras ellos.
Vasallo 3- Lord Ieyasu se ha vuelto mucho más abierto de lo que solía ser.
MC- ¿En serio?
Con una luz sincera en sus ojos, el vasallo explicó.