capitulo dos

Al día siguiente ya estaba en el aeropuerto despidiéndose de todas las personas que ella quería y dejando atrás su mundo para entrar a uno muy distinto donde tendría que comenzar de cero el vuelo estuvo bien no hubo complicaciones y en unos días ya llegaría a su destino lo malo sería que no sabía casi hablar español bueno aun eso no era mucho problema porque ya había hablado con el señor leo y le había dicho que iba a ir a Colombia porque necesitaba hablar con él personalmente.

Al día siguiente al llegar a Australia y al bajar del avión hize toda su documentación y se dirigió a la parada de autos para tomar un taxi, pero al llegar se llevo una sorpresa de que estaba un auto súper lindo, grande y un hombre alto bien simpático con una cartelera donde está el nombre de la persona a la que iba a recoger y para sorpresa suya era ella bueno Marcia, pero como no nos conocían no supieron darse cuenta quien era yo.

Llegue a su encuentro y al dirigirse hacia ellos salió de su interior un señor ya mayor con cabello canoso bien elegante y se dirigió al encuentro y por una vez en mi vida no sabía que sentía si alegría rabia, dolor y no sabía cómo actuar ante él, pero de una cosa estaba segura era que tenía que actuar rápido y en algo que favoreciera para así conseguir lo que me pertenecía eso era nuevo para mí, pero si creía que ese señor era mi padre entonces nos miramos fijamente hasta que rompí el silencio y le dije:

• señor Leonardo morales es usted?

Por una vez sentí miedo, pero al mismo tiempo alegría me sentía confusa porque quería que fuera él mi padre.

• ¿Si soy yo tú debes de ser Marcia? Pero claro si te pareces a gazí por dios.

Claro ahora si se acordaba de mi madre que hipocresía ya que el no hizo el intento de buscarnos pero que mas da todo el que tiene dinero es así.

El observaba como lo miraba la mujer que tenía delante ella era su hija y vio lágrimas en sus ojos algo le decía que tenía que abrazarla y brindarle todo su amor, pero era algo complicado no sabía cómo actuar y tendría que ganársela poco a poco.

Yo me acerque a él con cuidado y no pude aguantar más las lágrimas pero más de alegría era de rabia, odio Asia ese señor y recordar que mi hermana murió y no hubo alguien que la ayudara y me le lance en sima lo abrase y para mi sorpresa él me devolvió el abrazo el corazón le latía fuerte quería tener un padre que me cuidara y me abrazara me diera concejos y me tratase con cariño como siempre lo había soñado pero después me separe de él y lo quede viendo y hable intentando no demostrar mis sentimientos cosa que le era imposible ya que lo había abrazado y eso decía más que mil palabras.

• Eh… lo siento me deje llevar por mis emociones al verlo hay parado delante de mí fue algo no se emocionante tal vez.

me quede callada por un momento no puede ser estaba nerviosa era algo diferente en mí.

• No te disculpes hija mía por querer darme un abrazo yo de igual lo quería, igual que tu y ahora adelante vamos a casa, a tu casa mi querida hija es diferente decirte esto pues yo no sabía que tenía una hija y pues verte aquí me sorprendió porque no creía nada de lo que me habías dicho al principio por teléfono.

Nos dirigimos a casa es un lugar hermoso, la playa, los escaparates, las discotecas, todo es hermoso aquí y hace un día estupendo soleado el cielo está despejado lindo día para pasear esto le hubiese gustado a mama y a mi hermana, pero lo diferente y hermoso también es que casi todas las casas son de tablas.

No pronunciamos palabra alguna en todo el transcurso del camino a lo lejos se observaba una casa pero que casa era una mansión y le quedaba pequeño ese nombre, si esa era la casa donde iba a vivir no por mucho tiempo era un sueño como a los quince minutos estaban pasando una puerta grande de metal directo a esa casa de ensueño bajaron del auto y los recibieron unos señores que viéndolos en cómo estaban vestidos suponía que era del servicio:

• Adelante bienvenida a casa señorita y señor.

• Gracias señor tengo mucho calor me regala un poco de agua.

El señor nos dirigió a por un pasillo mientras la señora Salió directo y subió por las escaleras, por otro lado el señor que nos atendió nos dijo que pasáramos a refrescarnos, nos encamino a una oficina y al momento bajo la señora y nos trajo en una bandeja unos vasos de refresco y unas galletas.

• Gracias por los refrescos.

Le dije a la señora entonces paso algo que me dejo sin palabras mi padre me dijo que lo siguiera entramos en un salón y había varias personas que supongo que son la nueva familia de él o mejor dicho su familia, la que nunca perteneció a esa familia fui yo.

• Buenas tardes familia les presento a mi hija Marcia.