I'm not your Cinderella.

Capítulo 23: Segunda luna de miel.

—¿Quienes eran esas personas con quiénes me encontré al venir? — preguntó Evan buscando donde guardar todas las cosas que había comprado.
—M. Debió ser mi tía — dijo desde el sofá—. Y mi prima, es la hermana mayor de Zoe.
—Creo que no les agrado mucho.
—M. Bueno, eso es mi culpa. Solo me vieron regresar con el embarazo y no les dije nada. Pero no te preocupes, yo lo arreglaré.

 

Tenía una enorme botella de jugo de manzana a su lado. Y toda la ropa de bebé en el otro sofá.

 

—¿Para qué es esto? — Evan le mostró un objeto con cerdas brancas y un aro plástico con protuberancias en las superficies.
— El cepillo es para limpiar las botellas. Y eso es para los primeros dientes del bebé.
—Ah.

 

Evan siguió sacando todo de las bolsas pero entonces se detuvo para observarla. Ella seguía en el sofá doblando esa minúscula ropa separándola por color. Sonreía al ver las prendas, las acariciaba y se las ponía sobre el vientre como si pudiera medirlo sobre el bebé.

 

Se veía hermosa con su cabello suelto y brillante. El vestido azul resaltaba su tono de piel y el escote de éste le favorecía.

 

—Olvidé algo en el auto — anunció antes de salir.

 

Vió la caja en el fondo del baúl y aún con dudas la sacó. Se sentó en el suelo frente a ella con el paquete en las manos.

 

—¿Que es? — preguntó con curiosidad.
—Pues... Lo compré hace un tiempo y lo estaba guardando para una ocasión especial y... Éste es un buen momento — dijo sin mirarla. 

 

Comenzó a arrepentirse de inmediato. Era posible que no le gustará o... Que ya no fuera su talla.

 

Samantha abrió la caja con entusiasmo. Sacó la tapa y el papel que lo cubría. Pero al encontrarse con el fondo su expresión cambió.

 

—Creo que no fue una buena idea. — Se adelantó a decir Evan al verla. Hizo el intento por tomar la caja pero ella se lo impidió —. Lo siento Sam. No era el momento — se disculpó.
—No. No. Está bien... Es solo que... — Observaba las prendas con asombro y sus labios comenzaron a esbozar una sonrisa —. Creo que no va a quedarme — dijo con una risita.

 

Sacó la bata semitransparente negra para verla a totalidad. Volvió a sonreír al sacar el resto del conjunto. Una prenda que se conformaba por un pequeño triángulo de tela negra e hilos. Evan sonrió y prefirió ver a otro lado.

 

—Lo siento — dijo acariciando su vientre sobre si vestido —. Lo compré cuando fuimos a París. Tardé mucho en dártelo.

 

Samantha suspiró y puso las prendas a un lado.

 

—Que pena. Quería probármelos pero me has desanimado — dijo con fingida resignación.
—Podemos intentarlo — añadió al instante sonriéndole.

 


—No está mal — dijo ella mirándose en el espejo con aquella bata que a penas y le cubría.
—¿No está mal? ¿Sabes cuánto me ha costado? — dijo tratando de sonar indignado sin conseguirlo.

 

Samantha sonrió y se giró para contemplarlo.

 

—Te extrañé mucho — susurró acunando su rostro con cariño.
—Y yo a ti — respondió en tono bajo sintiendo sus ojos inundarse de lágrimas.

 

Evan se inclinó hacia ella para alcanzar sus labios.

 

—No vuelvas a desaparecer Cenicienta — susurró contra sus labios.
—No lo haré — prometió antes de sellar sus labios.

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—¿Qué tal Dakota?
—Dakota — meditó Samantha mientras Evan le acariciaba el vientre —¿Cómo Dakota Fanning? Me gusta.
—Sabes, ya que lo recuerdo, así se llama una novia que tuve en la secundaria. Era muy guapa la chica — dijo meditativo haciendo círculos con sus dedos sobre su piel.

 

Samantha se giró sobre la cama y se abrazó el vientre.

 

—No le pondremos así — sentenció.

 

Evan intentó contener una risa antes de abrazarle.

 

—¿Sabías que te ves más guapa cuando estas celosa? — dijo antes de besarla.
—No hagas trampas — respondió.
—Vale. No le pondremos así. ¿Que otro nombre te gusta?
—¿Qué tal Evelyn? Aquí dice: Bellísima, inteligente y divertida.
—Esa eres tú Samantha — dijo contra su piel —. Y suena a nuestra segunda luna de miel.

 

Samantha estaba de acuerdo. Una segunda oportunidad para ambos merecía una segunda luna de miel.

 

Por qué ahora no eran Cenicienta y El Príncipe. Más bien, Samantha, Evan y una bebé llamada Evelyn.




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