Por un par de segundos que me parecieron una eternidad, Alex (o mejor dicho, Vasile) me fulminaba con la mirada por lo que acababa de decir, la muerte de Tyler era algo que nunca le perdonaría.. me dí cuenta demasiado tarde que se comportó de esa manera porque él le había estado controlando; me daba cuenta de la clase de per.. No, él era un asesino por naturaleza, inteligente por encima de todo. O casi.
- No se de que me hablas -vi su sonrisa flaquear- Es que te afectó el golpe.
-No -dije, con los ojos enrojecidos por el llanto- Creías que nadie se iba a dar cuenta de lo que hiciste..
- ¿De qué hablas, Hannah? -cuestionó Bla...Razvan a mis espaldas. Varios salieron a mirar lo que ocurría, ahí estaban mis amigas.
- Ya había estado antes aquí.
En sus ojos vi que no esperaba mis palabras, él sabía a lo que me estaba refiriendo, a lo cual trató de acercarse a mi sin poder.. su cuerpo estaba de cierto modo paralizado; miré hacia atrás, observé a Alec quien era el responsable de aquello que ocurría.
- ¿Crees que tu hechicero te va a salvar? -me dijo con su sonrisa, pero su tono era de enfado- De verdad que eres una ingenua.
- ¿De verdad me crees así? -cuestioné, saqué los papeles de mi chaqueta y se los arrojé en la cara- Eres un estúpido.
- No te permito que me hables así.
- No la tocarás -llegó Razvan, propinándole un golpe.
- Será un placer matar...
El cielo se tornó nublado y el viento sopló de una manera extraña, miré a Alec, pero me di cuenta por su rostro que eso no era cosa de él.. esto era de algo más; de un momento a otro vimos como fue mandado hacia el otro lado del campus, no podía creer lo que acababa de ocurrir. Alcé la vista al cielo y observé como una silueta blanca descendía hasta colocarse en medio de Vasile y nosotros; escuché unos gritos de miedo por parte de los demás.. me asombré cuando volvió su vista a nosotros.
- Es ella... -le dije a Razvan.
- ¿Quién Hannah?
- Ella fue la que observé la noche en que caí por las escaleras... -la silueta se acercó a nosotros; traté de retroceder, sin embargo no pude.
''Perdón..'' fue lo único que escuchamos, levantó el brazo y comenzó a aparecer una especie de niebla por sus dedos dirigidos a Vasile, quien se ponía de pie y trató de atacarla siendo inútil.
- Sólo eres una ingenua más... -se quedó corto al mirar a la silueta.. al fantasma que se encontraba en este lugar.
Por meses, estuve atormentada de cierta manera por los sueños que inicié a tener cuando ''Alexander'' llegó a la academia, y los dos últimos meses había soñado dos ocasiones el edificio abandonado; era la única manera en que se podía comunicar entendí, era una sorpresa, una visita inesperada... y aquel último sueño me dio todas las respuestas que necesitaba. Hablé de nuevo.
- ¿Tienes miedo a los fantasmas? -pregunté sarcástica, me fulminó con la mirada.
- Ahora me arrepiento tanto de no haberte matado cuando tuve la oportunidad.. pero, disfruté la paliza que te dieron.
- Maldito.. fuiste tú -quise caminar, pero Razvan me detuvo- Quisiste echarme la culpa de esto.
- Tardas demasiado en darte cuenta de las cosas, Scarlet; fui yo quien la hizo golpearte, fue una delicia verlo en primera fila.
- ¿Por qué quieres acabar conmigo? -le cuestioné, nunca me había puesto a pensar en el odio que me tenía.
- ¿Acaso importa? -dijo, desapareció por un instante y apareció frente a Alec- Antes de poder acabar contigo, quiero verte agonizar.
Le propinó un golpe que lo mandó al suelo sin moverse, temía lo peor, me apresuré hacia él observando que sólo había perdido el conocimiento; sentí como me tomó del brazo, dejándome a escasos centímetros del rostro.
- ¿Qué vas a hacer?
- Tenemos asuntos pendientes -me sujetó fuertemente antes de desvanecernos de la vista de todos...
Una vez que abrí los ojos observé alrededor y no había mucho, tan sólo una cama en donde me encontraba.. se escuchó un ruido y miré rápido a la puerta en donde una silueta negra se acercaba a mi, al observar sus ojos rojos supe de inmediato que era Vasile; traté de enfrentarme a él sin éxito pues no le hice el menor daño y ni se movió ni un centímetro, me propinó una bofetada que me derrumbó al suelo y me levantó por el cabello haciéndome gritar. Me miró.
- ¿Sabes lo que le pasa a humanos que se entrometen en mis planes? -dijo en tono amenazante - No viven para contarla . Y tú te has metido demasiado en mis asuntos.
- Pensé que no amenazabas a las chicas.. -le dije mirándolo.
- Fue demasiado fácil engañarlos, y conseguí mi alimento gratis.
- Me das asco -le informé- Ahora veo la imagen falsa de la que tanto me hablabas en las notas.
- Comprobaste que varios no te mostraban su apariencia real, pero eres una ingenua, querida; una chica que se cree todo lo que ve. Todo lo que imagina.