Desperté cerca de las ocho treinta y me metí al baño para darme una ducha, una vez que salí agarré una blusa holgada y un pantalón de mezclilla con mis tenis y agarré mi cabello en una coleta; bajé hacia el comedor en donde mis padres estaban desayunando.
- Buenos días, mi cielo -dijo mamá con una sonrisa.
- Buenos días. -tomé asiento y comencé a desayunar y escuchaba a mis padres hablando sobre aquel viaje que realizarían.
- ¿Terminaste de empacar tus cosas? -me preguntó papá.
- Me faltan unas cosas, pero la mayoría está en las maletas.
- Sé que estas triste, Hannah, pero podrás respirar otros aires. Londres es una gran ciudad.
- Pero ninguno de mis amigos estará ahí.
- Los podrás visitar durante las vacaciones de verano, además puedes escribirles.
- No será lo mismo.
- Son cambios a los que te tendrás que acostumbrar. No te vendrá mal -dio papá- Mi hija siempre ha aceptado nuevos retos.
- Pues si papá, pero esto fue de última hora, no creo que pueda hacerme a la idea en el autobús.
Una vez que el desayuno terminó subí al baño a cepillar los dientes, luego de salir entré a mi habitación y encendí la computadora y decidí dejar un e-mail a Jade informando sobre lo que había pasado; al terminar apagué la maquina y guardé las fotos sobre mi escritorio en la bolsa de mi pantalón, tomé mi guitarra junto con mis maletas y bajé a la sala en donde me esperaban junto con su propio equipaje.
- Estoy lista.
Di una última mirada a la casa antes de salir hacia el auto que esperaba por nosotros, durante el trayecto hacia la estación miraba las casas y la gente que iba por la calle; cuando pasamos por mi escuela no pude evitar derramar una lágrima...
Al llegar bajé mi equipaje y salté del auto.
- Aquí nos despediremos -me dijo mamá cuando me estrechó en sus brazos- Te extrañaré mucho, mi cielo.
- Yo a ustedes, mamá.. que todo esté bien.
Papá se unió a nuestro abrazo.
- Avísanos cuando hayas llegado al colegio. Nos veremos dentro de dos años. No olvides que te queremos mucho.
- Yo también los quiero a ustedes.
Entré a la estación y me dispuse a comprar mi boleto, una vez que lo hice aguardé por mi salida; mi celular sonó mientras miré el número...
**Llamada**
- ¿Hola?
- ¡¿Cómo que te vas?! ¡¿Por qué no nos habías dicho sobre esto?!
Era Jade con un tono de sorpresa y a la vez molesto, quería una respuesta a aquel mail.
- Mis padres me avisaron apenas regresando de tu casa, les surgió un gran proyecto y me mandaron a Londres a terminar la escuela.
- ¿No volverás?
- No lo se, se fueron por dos años a Suiza.
- No puedo creer que te fueras así... ¿Qué va a ser del equipo?
- Tendrán que buscar a una nueva capitana de soccer.
-Hannah...
- Hablaremos de esto luego, el metro va a salir.
**Fin de llamada**
Colgué antes de que me cuestionara más sobre esto, el metro iba a salir dentro de cinco minutos y me dispuse a subir mientras acomodaba mi equipaje; miré por la ventana cuando nos pusimos en movimiento, me llegó un mensaje al celular: ''Aquí esta una fotografía de nosotros para que nunca nos olvides. Regresa pronto''.
Había sido mandado por Leslie, creo que Jade ya le había comentado sobre mi ida a Londres... era una fotografía de nuestra primera reunión dentro de la escuela, y después observé una fotografía de todo mi salón en un día de campo que tuvimos en vacaciones; no logré ocultar mis lágrimas mientras guardé mi celular de nuevo en mi mochila, me sentía muy mal por tenerme que ir tan repentinamente de Liverpool y dejar todo atrás.
Sentí el metro detenerse y miré de nuevo por la ventana, un cielo nublado mientras bajaba adentrándome a la estación mirando a la gente ir y venir; me sentía una completa extraña.
- ¡Hannah, por aquí! -gritó una voz, miré hacia la derecha y observé a mi hermano, James, haciéndome señas; me acerqué a él- Que gusto que hayas llegado. ¿Cómo estuvo el viaje?
- Estuvo bien James. Que alegría verte de nuevo.
- Tampoco ha pasado tanto desde que me viste, hermanita -sonrió- Déjame ayudar con tu equipaje.
- Gracias.
Salimos de la estación y pude mirar por completo mi alrededor, había cientas de personas caminando, los autobuses llenos de gente que miraba los lugares de atracción; sin duda me quedé asombrada, vi como James llamó a un taxi que se detuvo justo frente a nosotros mientras ponía todo atrás. Me subí.