Esperamos hasta que Brooks regresó con Rox y un yeso por su brazo el cual, nos platicó, usaría por un mes hasta que se recuperara por completo; Kya y yo nos quedamos pensando sobre el mini concierto en el baile y nos explicó el trato que llegó con Brooks.
- Podré estar en dicho evento, pero no tocar el piano... sólo cantar.
- Chica, todos esperaban escuchar la canción en piano, es una tristeza que tendrán que esperar.
- ¿Qué te dijeron sobre los cuidados de tu brazo?
- No debo hacer movimientos bruscos y que tuviera cuidado cuando me levante -su tono mostraba la tristeza que sentía por lo que había ocurrido, le di un abrazo.
- Tienes nuestro apoyo durante esta semana, y la de los chicos. Cualquier cosa, cuenta con nosotros.
- Gracias, roomie, hoy más que nada ansío por que lleguen las vacaciones.
- Faltan unos días, y aparte tenemos el baile -nos recordó Kya- Saben lo que significa.
- ¿Qué significa? -cuestioné, ambas me miraron sorprendidas ante mi desconocimiento, Rox habló.
- ¡Elección de vestidos, Hannah! Debemos escoger que usaremos el sábado.
- Ah, ya entendí -realmente necesitaba crear un código para comunicarme con ellas.
Pasamos gran parte del día junto a ella antes de que fuésemos a la sala de entrenamiento en donde varios murmuros se hacían presentes entre demás, tal parecía que el rumor se había expandido...Alec, Tyler, junto con las pequeñas Sarah y Tasha nos miraron y se dejaron balancear.
- ¡Hermana! ¿Qué te dijeron? ¿Vas a estar bien? ¿Es grave? ¡Di algo! -la chica lucía la preocupación por Rox quien la tranquilizó.
- Cómo quieres que responda sí no me permites hablar -le dedicó una sonrisa traviesa- Va a sanar en cuestión de unas semanas, pero habrá algunas modificaciones en cuanto al programa del baile.
Los chicos lanzaron varias preguntas que aquello parecía una conferencia de prensa, me alejé un poco mientras intentaba buscar a James y eventualmente lo encontré junto con Bastian y Shelly; charlaban sin cesar lo cual me sacó una sonrisa por mirar tanto amor en la academia. Salí fuera por un momento antes de que la cena iniciara en compañía de mi celular... habían pasado varias semanas desde que revisé mi móvil, al encenderlo caí en la cuenta de que tenía diez mensajes de texto, cinco llamadas perdidas y un mensaje de voz, encontré una banca y tranquilamente revisé cada uno varios de ellos. Provenían de Jade y Leslie, reclamándome el 'abandono' de los últimos meses pensando que no deseaba regresar los recados, el asunto lo resolvería después.. escuché por último el mensaje de voz que me sorprendió por provenir de mis padres... era una agradable sorpresa, no me percaté una lágrima correr por mi mejilla.
Guardé el celular en mi bolsillo y continué caminando con una sonrisa en mis labios, a pesar de todo lo que ha ocurrido me relajaba escuchar sus voces.. cuánto los extrañaba en esos instantes. Había oscurecido y las lámparas en esos iluminaban el pequeño camino por donde iba.
- ¿Viene a disfrutar de la agradable noche, señorita? -escuché una voz cerca de la fuente, me acerqué hasta observar al secretario Richards mirando el cielo.
- Secretario Richards -dije en saludo, asintió- Puede decirse que si, y usted ¿Qué hace por aquí?
- Tomando un poco de aire. Las noches son más maravillosas en esta época del año -dirigió su vista a mi- ¿Usted no lo cree así?
- Sin duda, señor -me parecía algo raro, pero sentía una paz inmensamente grande en su presencia.
Estuve charlando por unos minutos antes de que me escoltara de nuevo al edificio y directo a la cafetería, observé a los chicos en sus propios asuntos así que preferí la compañía de Paige situada algunas mesas alejadas de ellos.
- Hola Paige -la saludé.
- Qué tal, Hannah. Pensé que estarías con ellos.
- Preferí dejarles por esta noche, luego veré el asunto de los vestidos para el baile.
- Ah si, el baile de fin de semestre; será divertido -dijo tomando de la botella- ¿Sabes? Quizás puedo ayudarte a escoger algo para el día.
- ¿De verdad? Te lo agradecería mucho -sonreí- Generalmente debía recibir asesoría de mis amigas.
- Ya está. Pasa por mi dormitorio mañana a las ocho treinta, y trae tus mejores prendas.
- Estaré puntual.
Luego de que la cena terminó caminamos por el pasillo rumbo a nuestro edificio, parado en una esquina se encontraba Blake junto al secretario Matthew al parecer hablando; mi corazón latía mil por hora mientras tomé del brazo a Paige y ella imitó mi gesto al pasar por un lado. Fue la voz del hombre que habló.
- Buenas noches tengan, señoritas -dijo amablemente mirándonos, ambas paramos a contestar el saludo mientras caminó no sin antes despedirse de Blake entregando una pieza de papel.
El misterioso secretario Matthew desapareció, miré a Blake.
- Hola Hannah.
- Hola Blake.. -intenté recuperar mi reacción- ¿Cómo estás?