- Roomie despierta, ya es hora -decía Rox intentando despertarme, abrí los ojos mirando el reloj.. 6:15 a.m., me levanté dirigiéndome al baño para darme una ducha rápida.
La semana libre había terminado en menos de lo que imaginamos, eran finales de abril por lo que iniciaba el verdadero estrés por las notas finales y la entrega del proyecto de Humanidades; me di cuenta que la mitad del salón se encontraba en la biblioteca al término de las clases terminando (o empezando) dicho proyecto... para principios de mayo yo ya lo tenía listo para entregar al igual que Blake. Las chicas me dijeron que me verían después, me dirigí al dormitorio de mi hermano para platicar un rato; al llegar encontré a Bastian, viendo interesados en un libro que tenía en las manos.
- Hola chicos -saludé.
- Hola Hannah -dijeron ambos.
- ¿Qué están mirando?
- Un libro acerca de las leyendas en Londres, está muy interesante.
- ¿Las leyendas de Londres?
- Claro hermanita. Según varia gente, la capital es en donde existen cientos de leyendas urbanas -bajó su mirada hacia el libro y señaló la que parecía ser la Torre de Londres- Éste es el sitio más embrujado de toda la ciudad por las historias que se han dado a través del tiempo, y se dice que habitan los fantasmas de los que han muerto ahí.
- Ok... -me puse a mirar las imágenes.
- No te preocupes, Hannah -me dijo Bastian al ver mi expresión- Esto es un pasatiempo para mi, investigo leyendas sobre fenómenos sobrenaturales, tu hermano conoce eso mejor que nadie.
- Ahora lo veo -dije- ¿Puedo estar aquí un rato?
- Claro -dijo James- ¿Dónde están las chicas?
- Terminando el proyecto de Humanidades -me senté sobre la cama mirando las imágenes que se mostraban, conforme pasaron las horas me di cuenta lo serio que se tomaba aquello lo cual debía respetar.
Una vez que salí del dormitorio, caminé saliendo en busca de mis amigas de seguro se encontraban en la cafetería; al dar vuelta en el pasillo me encontré con Tyler mirándome... Oh Dios, no de nuevo.
- Hola Hannah.
- Tyler, ¿Qué haces aquí? - cuestioné algo seria.
- Bueno, vengo de ver a mi hermana. Déjame adivinar: estabas con...
- Mi hermano -me crucé de brazos- Hasta luego.
Bajé las escaleras mientras revisaba mi celular sin llamadas ni mensajes de texto, me topé con Matthew a quien saludé y siguiendo mi camino; me preguntaba en donde estaba Blake pues no lo había visto en un rato, me dispuse a ir a la biblioteca, tal vez estuviese ahí. Un clima lluvioso había predominado desde unos días atrás, hemos arribado empapados a las clases pero no me preocupaba, bueno no tanto (está bien lo admito, ¿Qué chica no se preocupaba por su cabello cuando llueve?), las actividades extra escolares se suspendieron el fin de semana y todos se quedaron en los edificios; la banda estuvo ensayando para la fiesta de fin de cursos en la cafetería donde estuvimos todos nosotros... todos excepto Tyler, él me estaba preocupando de verdad, no tenía la misma actitud con la cual lo conocí.
- Hey... ¿Saben que le ocurre a Tyler? -cuestioné a Kya y Rox cuando el ensayo terminó.
- Según lo que he escuchado -habló Rox guardando algunas hojas en su mochila -Son problemas de familia que lo han apartado. Dicen que golpeó tan fuerte a uno de los chicos en artes marciales que le rompió el brazo hace apenas dos días, y el señor Blair lo mandó a tranquilizarse por unos cuantos días.
- ¿De verdad? -me sorprendió aquello que escuchaba, sabía que Tyler era el más rudo de toda la escuela, pero nunca había ocurrido un accidente como ese.
- Si -asintió Kya- El director Brooks habló con él, es lo único que sabemos; no ha querido mencionar palabra alguna.
- Pero tal vez tu amigo, Alec, sepa lo que tiene; deberías hablar con él.
- En la primera oportunidad que tenga, lo haré.
No había contado sobre mi pequeña discusión con Alec días atrás, ni siquiera a Blake después de lo que ya había sucedido con esos dos; durante las siguientes días me dediqué a observar al chico Green durante las clases y en la cafetería hablando con Alec, obviamente sin que se diera cuenta: su aspecto era cada día más sombrío y serio se había vuelto muy reservado con las chicas y cada vez que pasaba por mi asiento en Humanidades me miraba de una manera rara y le sostenía la mirada... pero, ¿Algo le hecho para que se comporte así conmigo? No lo sabía.
Una noche regresaba a mi habitación, eran pasadas las diez y el toque de queda apenas iniciaba... había tenido una de esas largas charlas con mi hermano que el tiempo se me fue volando; las luces estaban apagadas de todos los dormitorios a excepción de las luces que iluminaban el pasillo, me apresuré antes de que la lluvia me atrapara...
''¿Qué haces aún despierta?''
- Se me hizo tarde, estaba con mi hermano, pero ya iré a mi dormito... -dije mientras me daba la vuelta para mirar de seguro a uno de los encargados, pero me llevé una sorpresa.