Capítulo II: El despertar de lo innombrable

Han pasado muchos días desde que tuve aquel primer sueño y aquella sensación de terror y desesperación que sentí no ha hecho nada más que crecer, cada día que pasa es aún peor que el anterior, las pesadillas continúan y ahora están acompañadas de oraciones o cánticos en una lengua desconocida para mí, que me persiguen en todo momento, incluso durante la vigilia, mientras el aberrante ser se acerca cada vez más a mí. Puedo sentir cómo mi cordura está siendo arrancada de mi ser y la desolación me inunda más y más...

Anoche mientras me encontraba en esa temible caverna pude observar cómo la criatura extendió sus extremidades tentaculares hacia quienes realizaban aquel impío ritual para hacerlos entrar en una especie de trance en el que comenzaron a atacarse unos a otros. Fue como si una locura sin precedentes se hubiera apoderado de sus almas y cuerpos, dejando únicamente sus más primitivos y oscuros deseos. Fui testigo de cómo se destrozaban unos a otros en un furioso frenesí de caos y violencia con el que su Dios se regocijaba y, una vez más, cuando esa cosa comenzó a acercarse hasta donde yo estaba, desperté.

Mi mente se fragmenta cada vez más al escuchar esos terribles cánticos en mi cabeza, repitiendo las mismas palabras una y otra vez: "Reghtalezh ut euq etsajab ed sal sallertse, atreipsed anu zev sam e eyurtsed etse odnum orupmi", cuyo oscuro significado soy incapaz de entender, pero que me llenan de pavor. Y ahora mientras escribo esto me hacen querer terminar con todo antes de que aquel Dios inefable pose sus apéndices sobre mí, y me arrastre a una locura sin retorno, de la cual, sin duda alguna todos seremos víctimas.

Decidí investigar todo lo posible acerca de esas palabras que me acechan en todo momento sin encontrar nada relacionado con ellas, o al menos eso creí hasta que llegué al sitio web de la biblioteca de Nautilia University, en Nameless City, en la que parecen tener un tomo de un antiguo grimorio en el que se habla sobre Reghtalezh, por lo que he decidido viajar hasta allá con la esperanza de encontrar las respuestas que busco.

Al llegar a dicha biblioteca no tuve muchos problemas para hallar el antiguo grimorio, en el que se habla sobre un culto ancestral que adoraba a un Dios aún más antiguo que la humanidad misma. Según lo descrito, cayó de las estrellas cuando aún no había nada y todo era solo caos en la Tierra; decidió hacer de la misma su territorio, formándola a su imagen durante eones, hasta la aparición de los hombres y sus primeras sociedades, otorgándoles conocimiento y poder con el único fin de corromperlos para sumirlos en un nuevo ciclo de caos y destrucción del cual alimentarse con el miedo y la desesperación de los humanos.

Estos ciclos de destrucción fueron periódicos sucediendo una y otra vez a lo largo de la historia, hasta que un grupo de hechiceros que se percató de su engaño se unió con la esperanza de poder terminar con aquel mal ancestral. Por medio de un ritual en el que dieron sus vidas a cambio, pudieron sellar a aquel ser sumiéndolo en un estado de letargo perpetuo. Sin embargo, él encontró la manera de hacerse presente en los sueños de algunos hombres prometiendo conocimiento y poder, con la única condición de traerlo de vuelta al mundo que una vez gobernó.

Continué leyendo en busca de algún hechizo o ritual que me ayudase a terminar con aquellas horribles visiones que me persiguen en sueños, sin encontrar nada capaz de hacerlo, terminando con aquella pequeña esperanza que por un momento albergué en mi corazón. Al final, sin nada más que pudiera hacer, sentado en esa biblioteca, decidí volver a casa.

Resignado pensé que quizá todo ese terror y pesadillas no eran nada más allá de la respuesta ante el trauma de presenciar aquel "ritual" en esa bodega abandonada en conjunto con la soledad y depresión que me asfixian todos los días.

Hace días que leí el "Consillia Carnis", aquel libro antiguo en el que no hallé más que desesperanza; mis pesadillas han continuado y ahora creo que nunca van a parar. Cada día que pasa me arrastran un poco más al borde de la locura, me encuentro más delgado y ojeroso debido a las pocas horas de sueño.

Desde hace un par de días atrás Reghtalezh no solo se hace presente en sueños, lo veo en las esquinas de cada lugar que recorro como una sombra inamovible que me persigue a toda hora, sin nada que pueda hacer para detenerlo...

Hoy por fin he decidido terminar con todo, acabando por fin con el miedo que me consume. Esta mañana, pese a que no creo en Dios, traté de buscar refugio al interior de una iglesia, esperanzado a que él fuera la respuesta que he estado buscando, solo para ser testigo una vez más de una visión espantosa: el cristo que se encontraba detrás del atrio de la iglesia comenzó a deformarse de una manera grotesca, volviéndose una bestia inefable que trató de alcanzarme, ¡en ese momento, mi mente y espíritu se quebraron por completo! y eché a correr totalmente aterrado.

Entonces la vi, era aquella mujer, la que semanas atrás se había quitado la vida frente a la estatua de aquel impío ser, y su sombra no era la de una persona, sino la del siniestro Dios. Solo entonces lo entendí, ella ya no era humana, ¡era Reghtalezh, que por fin había logrado su cometido!, ¡caminando entre nosotros!, con un avatar siniestro creado a nuestra imagen y semejanza.

Solo pude correr hacia él arrojándolo frente a un camión que iba pasando, pues era consciente del mal que nos acecha, para luego continuar mi camino tan rápido como me fue posible tratando de advertir a todos sobre aquel mal ancestral y el cruento destino que nos espera; pero... nadie prestó atención, todos continuaron su camino como si nada hubiera pasado.

Dejo este escrito con la esperanza de que alguien más lo lea y crea en mis palabras, y encuentre la manera de detenerlo; pues no hay más que yo pu