El corazón late sin piedad
y tus ojos tentadores están
encima de mi.
Y siento tu deseo arder
en mi piel
y los pensamientos recorren
mi ser.
¿Cuándo podré ver ese hermoso rostros tuyo?
¿Darte el mío o hacerlo tuyo?
Compartir cada aliento
de nuestras bocas.
¿Por que tanta espera?
Tanta crueldad,
mientras yo en una isla
sentada frente al mar
te sigo esperando.