Imagíname sin ti

Día 0

Era una calurosa mañana de abril cuando recibí la llamada de Erick, era uno de mis mejores amigos y sobretodo mi casero actual, nos había alquilado su pequeño departamento en México a Shin y a mí el año pasado y luego de que mi exnovio se marchara yo seguí viviendo en él, me gustaba este lugar, me gustaba este ambiente y valoraba la tranquilidad de mi entorno, aunque era difícil no mirar a cualquier esquina y recordarlo a él... Era una ruptura reciente y repentina, pero no me permitía ser débil y llorar por él, y mucho menos llamarlo, así que me autotorturaba cada noche en mi sofá leyendo novelas de amor , riendo de lo absurda que habían sido sus razones y comiendo galletas de chocolate, así era mi rutina, solo eso.

Cuando Erick me llamó para avisarme que le había prestado el departamento a un amigo no supe que responder, no era que me estuviera echando tampoco, el depa tenía tres cuartos, pero si me disgustaba un poco la idea de abrirle las puertas de la casa a un desconocido, yo necesitaba mucho de paz para poder trabajar y no sabía quién era esa persona

Decidí ese día dejar la compra sobre la mesa para poder ponerme a limpiar un poco el cuarto de invitados, ese cuarto solía ser donde trabajábamos Shin y yo, él era diseñador gráfico y yo era algo así como una catadora de libros, no teníamos que movernos de casa para poder trabajar así que pasamos mucho tiempo juntos, eso pegó más fuerte en mí cuando se fue, ahora compartía mi rutina en solitario y si que sentía un vacío, no lo podía negar. 
Hace poco había comenzado a guardar en una caja las cosas que dejó atrás,era muy desordenado y no podía esperar otra cosa que encontrar muchas de sus pertenencias en lugares que nunca imaginé.
Incluso se dejó su estúpida tasa de Simba, indignada me detengo frente a la pequeña mesa de esquina y la tomo entre mis manos, siempre odié esta taza y nisiquiera pudo llevársela de mi vista, siempre dije que sería más feliz el día que se deshiciera de ella e irónicamente me la dejó a mí, rodeo los ojos y la colocó en uno de los estantes de la cocina, juro que un día se la enviaré por correo.

Mi celular suena y me sorprendo al ver un número sin registrar llamando, entrecierro mis ojos tratando de ver si lo reconozco pero no, no es el número de Shin, que por cierto ya borré de mis contactos, contesto el teléfono con curiosidad y puedo escuchar una voz gruesa del otro lado

—¿Es el número de Natalia?— era una voz muy bonita

—Si ¿Quien habla?

Erick me dió este número en caso de que lo necesitara, me dijo que eras su amiga— así era el amigo de Erick

—Si, soy yo ¿Ocurre algo?—pregunto con curiosidad, espero que halla cambiado de idea y halla decidido irse a otro lugar

De hecho si... No tengo como llegar al depa...es que...no hay taxis... Se que es mucho pedir pero.... ¿podrías venir a por mí?

No era de extrañar, por la cuarentena obligada que nos regaló este nuevo virus que se estaba propagando por el mundo 
estaría prohibida la circulación innecesaria por las calles, a partir de mañana serían multadas aquellas personas que se encuentren fuera de su domicilio y por tanto imagino que hasta los taxistas estén abasteciendo su nevera antes del confinamiento

—Enviame  tu ubicación— rodeo los ojos, ya empezó a molestarme y no ha llegado a casa, escucho su agradecimiento antes de colgar el teléfono y guardarlo en el bolsillo trasero de mi pantalón

Esto era una pesadilla que recién comenzaba, los vuelos habían sido cancelados -por eso el chico se tenía que quedar aquí-, los negocios habían sido cerrados, los empleos habían quedado on line, las reuniones de cualquier tipo ya sean religiosas, políticas y sociales habían sido canceladas todas....esto parecía una película de terror, y yo solo pensaba en que era el peor momento de la historia para superar una ruptura...¿Enserio? Nisiquiera podía ir a bailar a alguna discoteca para desconectar, por ironías de la vida tenía que estar encerrada en mi cárcel personal donde todo y cada una de las partículas de este sitio me lo recordaba a él...
Era una cuarentena de prevención por almenos 15 días, y para mí sería como una eternidad.

Un rato después estaba conduciendo al centro de la ciudad con Erick en altavoz

—Te juro que todo será tu culpa, me debes tanto pero tanto por esto que no soy capaz de imaginar cómo me pagarás el resto de tu miserable existencia— escucho su risa del otro lado

—Yo asumo la responsabilidad por él, es mayor de edad ¿Sabias? No es que fueras a hacer de niñera ni nada de eso

Lo meteré en mi santuario, en mi intimidad ¿Entiendes?

Oh vamos Nate no es que tengas tanta que digamos, que se puede encontrar ¿Tu ropa interior en el baño? Superalo es adulto y no será la primera vez

Si mete a alguna chica al departamento lo mataré lentamente, y tu,maldito bicharraco comprarás sábanas nuevas para mí y me pagarás un examen médico

Estamos confinados, Nate, no tendrás visitas a parte de él ¿Lo recuerdas?

Si rompe algo de mis cosas tú me lo compensarás y buscaré algo muy pero muy caro para que lo pagues

Entendido- Dice y puedo imaginar su risa

—Si coge mi auto y lo detienen o nos multan por su culpa o nos accidentamos tu pagarás mi seguro y me comprarás un auto— escucho una carcajada del otro lado

Si te lo llevas a pasear la responsabilidad es tuya, yo solo lo deposito en casa y pago dentro de la propiedad— dice divertido

Adelante diviso la dirección que me envió el chico y más adelante observo a tres chicos y una chica metidos en sus teléfonos, dos de ellos traen chaquetas negras, que fue el dato que me dio para reconocerlo

—¿Como tiene el pelo?- digo por el teléfono

negro... Con luces blancas— que varonil dice mi cabeza en forma de burla 
Miro al frente y descubro que uno de ellos trae una gorra y el otro es rubio, así que me detengo frente al chico de la gorra




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