Immundus

Veintiséis

—26—

 

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Helena y Sienna caminan delante de mí por un sendero dentro de los jardines laterales del instituto, entraríamos a las oficinas por el área de empleados al que nos lleva este camino. El ruido de las aguas del rio a un lado hacen que los sucesos anteriores se tranquilicen.

—¿Segura que estas bien? —Helena pregunta a un lado de la rubia.

—Si.

—Toma, ponte mi abrigo. Esa mancha de sangre no será de ayuda si alguien nos ve.

Escucho como la rubia le agradece a mi prima en voz baja, colocándose el abrigo.

 

Después de dejarla en la biblioteca restringida, busqué en cada aula y pasillo en el área Impetu, pero no encontré nada. Eche un vistazo al campo, pero al ser amplio y oscuro, no logre revisar muy bien y cuando regrese al pasillo escuche ruidos en las escaleras que dan al piso de arriba, así que fui a ver que mi prima se encontrara bien. Me encontré con Helena, quien estaba abriendo puertas en busca de otra persona; ella me ayudo a revisar en esa planta y en los pasillos que dirigen a otras áreas, cuando estuvimos en la entrada de nuevo, el sonido de algo metálico cayendo en el suelo nos hizo terminar de bajar las escaleras y fue así que encontramos a Sienna de rodillas con una asta a un lado y Delia Graham intentando atravesarla con una espada.

Sentí mi corazón detenerse por segundos, pánico recorriendo mi cuerpo y un sentimiento agudo llenándome. Sienna. Eso gritaba mi mente. Sin nada más que la daga en mi mano, me acerque a intentar detener a Delia provocando que cortara mi brazo, y cuando ataco de nuevo, me lance a cubrir a Sienna, pero Helena noqueo a Delia con mi mochila.

—Vendaste tu herida ¿no? —Helena pregunta sacándome de mis recuerdos.

Asiento sin darle importancia, Sienna me mira tratando de encontrar rastros de una herida, pero se gira de nuevo mirando el camino.

Llegamos a la puerta de empleados teniendo éxito para entrar a las oficinas.

—¿Dónde pueden estar?

Helena susurra mirando las puertas. Señalo la que dice Rectoría con obviedad.

—Pueden estar en orientación, ahí registran a los ingresados.

Ella discute.

—No hay firmas oficiales ahí, Helena —indico y camino a la puerta de rectoría abriéndola con cuidado para no asustar a los chicos.

Una vez dentro, Enzo se gira alarmado, pero al vernos se tranquiliza.

—Sabemos quién es H.A/SC —anuncia—. No vas a creer de quien se trata.

El tono de voz es incrédulo, pero seguro, me hacen acercarme al escritorio de Sackville y leer la hoja que Brad sostiene.

Es una hoja con el sello del instituto y el asunto de “No presentación de cargos” Leo superficialmente el contenido, el nombre de Félix se encuentra entre las palabras y al final tres firmas, la del rector Sackville, la de Félix y la de Hannes Ainsworth /SC.

—Mierda —suelto sin reparo. ¿El líder Scientia es el segundo investigador rebelde? Carajo.

—¿Pueden solo decir quién es? No quiero perder mi tiempo leyendo. —Helena espeta irritada.

—Hannes Ainsworth. —Enzo declara con seriedad.

El rostro de Helena se muestra atónito y se queda sin palabras.

—¿Quién es él? El nombre me suena de un lado.

Sienna inquiere impaciente. Brad busca más cosas en ese folder, ignorante sobre lo que se habla en la oficina.

—El líder Scientia. —Helena murmura afectada—. Y el padre de Félix.

Sienna se queda callada y parece estar procesando la información al igual que Helena; la cosa es, que jamás hubiéramos pensado que Hannes, alguien devoto a la Orden y esposo de la Regil, fuera quien mantuvo viva la investigación; tampoco hubiéramos imaginado que el fuera Septem sex. Además, él y mi padre son más cercanos, le lleva algunos años al tío Charles. Aunque la mejor manera de mantener un secreto, es ocultar lo más que se pueda, no podían arriesgarse a que se les viera juntos más de lo usual, medidas drásticas. Eso es lo que puedo deducir.

—Déjenme ver si entiendo las cosas. —Sienna pronuncia—.  El padre de Félix es el colaborador de la investigación de L.C/I. Además, es el líder Scientia, hablamos de un miembro del Consilium. ¿Correcto?

—Si —contesto con simpleza.

—¿Él es el que metió a su fuente, Nulla tribus? —cuestiona.

El nombre clave de mi tío hace que Helena salga de su trance y se muestre lucida.

—Si, pero eso no tiene importancia. —Helena dice—. Las hojas que encontramos hace unos días ¿por quién fueron escritas?

—Según la letra, por H.A… Hannes. —Brad vacila.

—Tiene sentido, un Scientia fue el que descubrió sobre la eliminación de memoria como sanción, porque los Scientia son quienes la realizan con auxilio de los otros dos grupos.

Enzo argumenta pensativo.



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Editado: 15.01.2024

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