Hoy comienza los juegos y nos explicaran en que consistirán las pruebas, espero que nadie descubra lo que soy antes de tiempo, de momento parece que nadie lo ha notado.
Ayer nos atrevimos a abrir el sobre antes de devolverlo a su lugar para que nadie sospechara, no fue fácil hacerlo, en el sobre estaba escrito.
El lugar estaba vacío parece que lo descubrieron y huyeron, también nos encargamos del resto de los traidores.
Sinceramente no entiendo a que se están refiriendo en la carta pero espero descubrirlo antes de que sea tarde, si de algo estamos seguros es que nada bueno esta pasando aquí y ahora mas que nunca, tengo un mal presentimiento, siempre me dejo llevar por ellos porque casi siempre son ciertos.
Tenemos que salir al patio trasero donde nos estarán esperando los demás concursantes, estoy nerviosa por saber cuales van a ser las condiciones de los juegos, tenemos puesta la armadura de los guardias reales porque es uno de los requisitos, hay que ir vestidos apropiadamente.
Al llegar al patio la mayoría de los participantes ya están reunidos allí, Lorcan aparece por la puerta con varios guardias, el castillo esta lleno de gente que ha venido a ver el inicio de las pruebas el primer día del torneo, nosotros estamos en el centro del patio, nos hacen subir a un escenario mientras los demás concursantes llegan.
Una vez que estamos todos Lorcan sube y se coloca delante de un micrófono mirando al público.
—Hoy comienza el primer día de los juegos del rey, aquí podéis ver a nuestros veinte participantes, todos dispuestos a morir por la paz del reino, este año va a haber un ligero cambio en las juegos, los concursantes no irán por su cuenta sino que se formaran grupos de cinco personas, los que lleguen aquí con vida al finalizar las pruebas serán los ganadores y se convertirán en guardias reales al servicio del rey Demian—Explica Lorcan para todo el mundo.
La gente escucha atenta y emocionada a Lorcan que va diciendo el nombre de los participantes uno por uno.
—Bueno una vez presentados a los participantes, damos por iniciado los juegos del rey.
Todo el publico empezó a aplaudir, nuestros padres debían estar entre el bullicio de la gente.
—Empecemos por formar los cuatro grupo, en el primero estarán Ethan, Lois, Emilia, Vector y Louren, el segundo lo formaran Roy, Talon, Dafne, Nilak y el príncipe Caleb...
Lorcan sigue diciendo los nombres de los grupos, por lo menos me ha tocado con Talon y Roy, también hay que admitir que tener al príncipe en nuestro equipo era una gran ventaja, además de que a través de él también podremos descubrir que esta tramando el rey.
—Una vez hechos los grupos tengo que informaros que la primera prueba empieza mañana y para completarla tendréis que traer de ciudad Perdida uno de los tesoros mas valiosos de los duendes, sabréis cual es cuando lleguéis a ciudad Perdida, suerte para todos tenéis diez días a partir de mañana o quedaréis descalificados.
Una vez terminado el discurso volvemos a nuestras habitaciones y sigo dándole vueltas a la carta que leí ayer y a la conversación que escuche en el pasillo, pero no consigo relacionar las cosas ni nada, pasadas varias horas decido ponerme un vestido y caminar un rato para despejarme y tratar de entender lo que esta ocurriendo.
Camino por los pasillos del castillo y de un momento a otro me encuentro en la sala de entrenamiento, necesito distraerme un rato así que agarro unos cuchillos y empiezo a practicar por mi cuenta, el vestido no me permite moverme con facilidad pero como la sala esta totalmente vacía y no hay nadie que pueda verme no me importa hacer el ridículo.
Pierdo la noción del tiempo, tal vez han transcurrido varias horas pero yo sigo entrenando, estoy peleando con una espada con un muñeco de entrenamiento, cuando en un mal movimiento piso la falda del vestido y caigo al suelo.
—¿Así es como piensas enfrentarte a los duendes? Son criaturas tramposas y escurridizas—Dijo una voz que se me hizo familiar.
Al girarme veo al príncipe Caleb recostado en una columna de mármol, no se cuanto tiempo lleva ahí ¿Habrá estado observándome durante mucho rato?
—¿Cuánto rato llevas ahí?
—Lo suficiente para darme cuenta de que a pesar de tener un vestido eres de temer.
—Estas en mi equipo, vamos a pasar mucho tiempo juntos en las pruebas, tu también eres de cuidado Caleb.
—Eres unas de las pocas personas que ha conseguido derrotarme en un duelo, casi nadie es capaz de anticiparse a mis movimientos y la mayoría se contienen a la hora de pelear conmigo, tu no lo hiciste, me tienes asombrado Dafne.
—El que tengas una corona bonita no va a detenerme, la verdad es que me alegra que no seas mi rival en el torneo, sino de todas formas estoy segura que te derrotaría.
—Ya lo que tu digas princesa, ¿me darías la revancha?
Y así transcurre mi tarde entre duelos con él príncipe Caleb, regreso al anochecer a mi habitación a cenar con Roy y Talon y les cuento los momentos que he compartido con el príncipe.
Estoy tumbada dando vueltas en mi cama, nerviosa por lo del día de mañana y como no puedo dormir me cubro con una capa y salgo a dar un paseo por el jardín, camino un tiempo por los jardines mientras que siento una extraña presencia detrás mía, pero cada vez que miro hacia atrás no veo a nadie, será mi imaginación que me esta jugando una mala pasada, llego a un mirador que esta en el borde de un acantilado.
—Me alegro de que estés en mi equipo, princesa, no puedo tener mejor compañía—Recuerdo lo que dijo el príncipe antes de despedirnos.
El viento sopla fuerte pero no hace frio, me bajo la capucha de la capa para sentir el aire suave en mi cara mientras que alborota mi cabello, disfruto este momento mientras me es posible, hasta que vuelvo a sentir esa presencia detrás de mí, me giro y veo a un hombre de pelo negro y unos hermosos ojos azules, es el mismo que había entrado en la habitación del rey ayer por la noche.