Imperio De Sombras

Capítulo 9

Un temblor hace vibrar la tierra, rápidamente salimos del agua y nos vestimos, parece un terremoto, no sé que es lo que está ocurriendo pero creo que la tierra se esta partiendo en dos.

Nos dirigimos hacia el lugar de nuestro campamento provisional donde se deben encontrar los demás.

Al llegar encontramos el lugar vacío.

—¿Dónde se han metido?—Maldigo internamente.

—Que extraño deberían estar ya aquí— Dice Caleb.

—¿Crees que les habrá pasado algo?

—No me extrañaría estamos en un lugar lleno de trolls.

—¿Y ahora que hacemos?

—Supongo que deberíamos de buscarlos no vaya a ser que les haya pasado algo.

—Separémonos—Propongo—Así será mas fácil encontrarlos.

—Tienes razón pero no creo que sea una buena idea, estamos en una zona peligrosa.

—Es cosa mía o estas preocupado por mi príncipe.

—Es peligroso para ti Dafne.

—No hagas eso.

—¿El que?

—Mirarme así como si solo fuera una criatura indefensa, créeme no lo soy.

—Dafne yo...

—Deberíamos de dejar de perder el tiempo.

—Tienes razón pero cualquier cosa que pase evita a toda costa gritar, los trolls son ciegos se guían por los sonidos.

—Lo sé príncipe.

—Ten cuidado princesa.

A partir de ahí nos separamos y cada uno se va en una dirección diferente yo me dirijo hacia el sur y él hacia el norte, camino por varios minutos en esa dirección y nada, evito gritar para que no me detecten los trolls.

Decido cambiar de dirección para ver si Caleb ha encontrado algo, cuando tropiezo con una rama y caigo rodando por un precipicio.

Al caer no solo me encuentro de frente con una trampa en la que casi caigo al caer por el barranco, sino que también me encuentro con una aldea enorme, las casas son aproximadamente de seis metros de alto, en la aldea hay cientos de trolls, y parece que están festejando algo.

En lo que parece ser el centro de la aldea hay una jaula pequeña, tal vez algún pobre desgraciado que ha caído en una trampa o algún animal, uso unos prismáticos que por suerte aun funcionan después de la caída.

Observo por ellos y no puedo creer lo que veo, Talon y Roy están dentro de la jaula pero ¿Dónde estará Nilak?

En ese instante alguien me agarra por un costado me tapan la boca y me arrojan a un lado donde no soy visible para nadie, detrás de unos setos.

—Shh..., no vayas a gritar—Dice una voz familiar detrás de mí aun sin soltarme.

—¿Qué es lo que has hecho?—Pregunto yo aun confundida a Nilak.

—¿Por qué habría de haber hecho algo?

—¿Por qué ellos están encerrados en una jaula y tu no? ¡Ibais juntos!—Pregunto con lagrimas a punto de derramarse de mis ojos.

—¡Cállate y mírame!—Grita él y me hace mirarlo a los ojos—Si te centras, entonces podremos sacarlos de ahí.

—¿Cómo pretendes sacarlos?¿Has visto donde están?

—Si, tranquilízate y dime que el príncipe no se metió en ningún problema.

—Él fue hacia el norte.

—Bien, cogí algo de agua del lago Enery ¿Tienes idea de el efecto que tiene en algunas criaturas?—Dice y niego con la cabeza.

—¿Qué hace?

—Hace que encojas de tamaño por un tiempo, por lo menos ese es el efecto que tiene en humanos y en brujos igual, no se cuanto tiempo dure exactamente por eso hay que ser rápidos.

—¿A qué te refieres?¿Que pretendes hacer?

—Tú vas a beber el agua, vas a ir allí y vas a entrar por los barrotes para llevársela a ellos, con unas gotas será suficiente.

—Esta bien haré lo que haga falta y tu mientras ¿Qué vas a hacer?

—Llamar su atención y distraerlos, toma esto será mas fácil llevar el agua cuando encojas de tamaño—Dice echando el agua en un vial pequeño que cuelga de mi cuello—Bebe y suerte yo me encargo del resto, ten en cuenta que ellos son ciegos y que su punto débil es entre los ojos.

Bebo unas gotas de agua lo suficiente para encoger de tamaño, y poco a poco todo el mundo se va haciendo mas grande de lo que ya es, hasta que quedo del tamaño de un conejo.

—Bien ahora con cuidado debes ir acercándote yo los distraeré mientras, hare una fogata a lo lejos donde ellos puedan oírla y vendrán a por mi—Explico Nilak agachándose para quedar a mi altura.

Por lo menos era un caballero, aunque a veces era la persona mas extraña que había conocido, había un no se que en el que no lograba entender.

—Entendido ¿Tú estarás bien?—Pregunto algo preocupada.

—Yo siempre estoy bien.

—Estas loco piensas atraer a cerca de cien trolls hacia a ti y dices que sobreviras para contarlo.

—Ya lo creo que lo hare ahora escóndete hasta que veas el fuego y luego corre, los trolls no son muy listos. Si la cosa se complica estaré aquí para ayudaros.

—Suerte Nilak espero volver a verte.

—Me veras tanto que te cansaras de mi.

Una vez dicho esto cada uno se fue hacia sus posiciones. Yo me escondí detrás de unas piedras que eran casi de mi tamaño para mi sorpresa el fuego empezó casi de inmediato y empezó a llamar la atención de los trolls, de un momento a otro casi todos se largaron en forma de estampida hacia el bosque, Nilak estaría en problemas.

Yo evitando a los trolls que quedaban y evitando hacer mucho ruido me dirigí hacia la jaula donde estaban Roy y Talon, ellos se sorprendieron al verme llegar pero se agacharon para quedar a mi altura.

—Shh... Bebed unas gotas de esto cada uno y vámonos rápido de aquí—Dije ofreciéndoles el vial pequeño y ellos obedecieron rápidamente y encogieron de tamaño también.

—¿Cómo has llegado hasta aquí?—Pregunto Roy susurrando.

—Nilak los ha distraído, me esta ayudando.

—Que extraño—Dice Talon-Pero vámonos rápido.

Salimos por los barrotes de la jaula y estábamos a punto de salir de la aldea cuando de repente Talon tuvo una reacción alérgica y empezó a estornudar, uno de los trolls se dio cuenta y empezó a perseguirnos, nosotros corrimos lo más rápido posible pero éramos demasiado pequeños y él muy grande.



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En el texto hay: misterio, romance, magia

Editado: 12.10.2022

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