Diciembre del 2014
Tenía 13 años. Aquí empezó todo, la mascara que ocultaba mi familia se cayó y se demostró el peor lado de la cara.
Era un sábado en la noche, mi padre fue a celebrar con mis tíos y amigos el haberse graduado por primera vez de la universidad. Si, mi padre graduándose a sus 40 años. Algo que admirar ya que su familia siempre fue de pocos recursos y ahora gracias a todo su esfuerzo teníamos una vida cómoda.
—Hoy estoy muy orgulloso de mi y del gran paso que ha dado la familia Evans con este titulo que me he ganado con mucho esfuerzo. Quiero agradecerle especialmente a mi esposa Kelyne por apoyarme cada vez que no podía con el trabajo, la familia y el estudio a la vez; y obviamente a mis tres hijas que saben el esfuerzo que uno les da para que tengan la mejor vida y siempre nos pagan con sus grandes logros. Edna, Kayla y a mi primogénita Skyler. —Me volteó a ver con una gran sonrisa. —Más orgulloso de ustedes no puedo estar. ¡Salud! —Elevó su cerveza y toda la familia también elevó la suya. Menos los menores de edad, nosotros debíamos levantar nuestra gaseosa con orgullo.
No era para ocultarlo, mi familia le gustaba el alcohol y las fiestas, muchas veces utilizaban cualquier excusa estúpida para juntarse, tomar y convivir un rato en familia. Siempre era en moderación o se pretendía hacerlo de esa manera, pero justamente hoy sentía que había mucha más cerveza de la que debería.
Me la había pasado muy bien junto con la plática que tenia con mi prima Harper. Siempre hemos sido muy unidas, nuestras familias decidieron mudarse juntas al mismo residencial para que pudiéramos vernos seguido y hubiera un mejor lazo familiar. Aunque habían veces donde peleábamos por una muñeca o porque yo quería jugar a los Power Rangers y ella a las hadas. Somos muy distintas rubia, ojos grises con celeste, un hermoso cuerpo y llena de carisma. Yo era diferente castaña, ojos cafés, tímida y con un cuerpo aceptable, aunque mi consuelo es que Harper tiene dos años más que yo y que a mi aún me falta ese golpe que te da la pubertad. Aún tenía esperanza en eso.
La reunión comenzó a ponerse aburrida cuando mi familia ya estaba demasiado ebria. Mis hermanas, primos y yo ya queríamos irnos. Así que Harper habló con su mamá y ella misma envió a Alix, el hijo de la hermana de mi papá. Yo era prima de Harper porque su papá era hermano de mi papá, aunque era evidente al verlo, la madre de Harper era igual de rubia que ella y obviamente no encajaría con los genes de mi padre.
Mi madre nos dio la llave de mi casa para que tuviéramos que quedarnos juntos en un sola casa en vez de repartirnos.
Caminamos al auto de Alix con inseguridad, ya que se veía demasiado ebrio.
—¿Estas seguro de llevarnos? —Preguntó, Harper.
—Sólo súbanse. Yo me encargo, no se preocupen. —Se subió al auto.
También nos subimos al auto y entonces Alix lo puso en marcha. El lugar en donde estábamos estaba a 10 minutos de casa, pero Alix con tanta ebriedad encima llegamos en 2 minutos. ¡2 minutos! Pudimos haber muerto sino fuera porque las calles estaban vacías.
Nos bajamos rápidamente del auto y no dude en tratar de calmar a mi hermana Edna, la más pequeña, ya que ella terminó sintiéndose muy nerviosa. Le llevaba 8 años, ella tenía 5 años y mi hermana Kayla tenía 11 años.
—Eso fue una locura. —Dijo el hermano pequeño de Harper, Joshua. Tenía la misma edad que Kayla, la única diferencia era que Joshua era dos meses más grande que mi hermana.
—Si, mejor entremos a dormir. —Harper nos guió hasta la casa.
Nos acomodamos en los dormitorios de la casa y los pequeños no dudaron en quedarse dormidos rápido.
Harper y yo dormiríamos en mi habitación.
—Sabes realmente me siento muy orgullosa de que seamos chicas con una buena orientación en la vida. —Habló, Harper acostándose a la par mía.
—¿Orientación de vida? —Enarqué la ceja. —¿Te refieres a que teniendo esta edad aún estamos centradas sólo en estudiar y no hacer locuras como cualquier adolescente normal?
—Exacto. Hoy me entere que otra de mis amigas de cuando estaba en primaria quedó embarazada. ¿Te imaginas? Es como si yo estuviera embarazada en estos momentos. —Suspiró. —Tengo mucho de arruinar mi futuro. Seguro la educación y amor que nos han dado nuestros padres nos hace razonar de mejor manera y tomar buenas decisiones.
—Pero aún nos falta por vivir...
—No importa, con tal que nuestra familia sea fuerte y unida estoy segura que cada uno de nosotros tomará mejores caminos. La familia es la base.
—Tienes razón. —Concluí.
—Te veo en un gran futuro, Skyler. Tus padres luchan cada día para darte el mejor de los estudios y enseñanza, pero la decisión de quien tú quieras ser está en tus manos. Decide bien.
—Lo haré. —Sonreí.
Harper también sonrió y comenzó a dormirse. Yo igual quede dormida en un segundo.