Como era de esperar venci a Sarah en dos partidos en la play, aunque confieso que deje que ella ganara uno y lo festejo como una niña, no deja de sorprenderme lo adorable que puede llegar a ser.
Sarah baja las escaleras con su bolso de la facultad, al verla hago un mojin de tristeza, ella sonríe
-no hagas eso o faltare- advierte
-eso es justamente lo que deseo- respondo acercandome a ella y tomandola de las manos
-sabes que no puedo- responde apenada.
-lo se amor- dejo un beso en su frente.
-nos vemos luego- se despide y sale de la casa dejando un enorme vacio.
Observo la puerta unos segundos hasta que noto a Milo, èl me observa apenado
-eh no me mires asi, tampoco es tan malo estar conmigo- camino hacia èl y lo cargo, me siento en el sillon y lo dejo en mi regazo mientras acaricio su pelaje. -ella es la luz de este hogar, sin Sarah estamos perdidos amigo- digo, enciendo la tele y comienzo a buscar alguna película para no enloquecer. Después de hacer zapping sin obtener algo que llame mi atención decido llevar a Milo a un parque o plaza para hacer ejercicio.
-¡nos vamos a correr!- le digo. Puede sonar raro hablarle a un animal pero yo creo que nos entienden.
Le coloco su correa color roja y salimos, empiezo a apurar el paso pero mi amigo no, es cierto lo dicen que cada animal se parece a su dueño.
-bien, solo caminemos- asi lo hacemos hasta llegar a un parque, no hay gente y lo agradezco. Lo suelto y sale corriendo, da vueltas en el cesped. Niego divertido observandolo.
-Hola Liam- saluda alguien a mis espaldas, volteo y veo a Lucy
-hola- respondo serio, busco a Milo con la mirada, hasta dar con èl.
-no tuve la oportunidad de felicitarte por tu boda- suena sincera -espero no me odies por todo lo que paso. En realidad no me acerque a ti para eso- cambia su expresión y se muestra seria
-entonces... - la motivo a que continúe
-yo se que no terminamos bien y que me pase con Sarah pero en verdad me arrepiento de todo y para mi no son mis enemigos-
-¿a que viene eso?- inquiero confundido
-a que tu ex, no recuerdo su nombre...- lo piensa unos segundos -Sophie Miller, ella me escribió hace un par de semanas y me dijo que entre las dos podemos destruir a Sarah y en verdad me asusta, no creo que sea una broma- si en un momento dude que Sophie fuera capaz de amenazar a alguien hoy estoy completamente seguro de que lo es, y va por todo sin importar el daño que causa.
-¿ella esta aqui?- pregunto
-no lo se, pero yo supongo que si. Y no quiero entrometerme pero deberias proteger más que nunca a Sarah- diciendo eso se aleja dejandome con varias dudas y sobre todo una gran inquietud, regreso a casa.
Al llegar Milo se acuesta en su cama y se duerme al instante no tengo dudas de que es igual a Sarah, miro mi celular y aun faltan dos horas para que ella regrese lo guardo y subo a darme un baño.
Esas palabras siguen dando vueltas en mi mente, se repiten una y otra vez; no entiendo como es que Sophie no deja atras su odio por Sarah. La culpa se hace presente ya que soy el responsable. Voy a cuidar más que nunca a mi chica.
Tras cambiarme bajo las escaleras, me dirijo a la cocina en busca de una fruta y suena el timbre doy la vuelta y abro la puerta.
-¡hola Bro!- saluda Anthon
-¡amigo! Pasa- me hago a un lado y èl entra.
Nos sentamos en el sofa
-estaba cerca y pase a saludar, espero no llegar en un mal momento- dice
-claro que no- respondo. La verdad me alegra tener compañía para no pensar en Sophie y su obsesión.
-¿conoces los refuerzos que traeran en estos días?- pregunta
-no, solo me entere de que son dos- respondo. Seguimos conversando acerca del club y los posibles cambios, después de unas horas Anthon se marchó y llegó Sarah.