Hay momentos en la vida donde deseas tener un control remoto y así poder adelantar o pausar situaciones. Justo ahora quiero volver atrás y así cambiar el curso de las cosas, suena tonto pero ya no se que pensar, hacer ni mucho menos decir. Las horas pasan lentamente y nadie dice nada ¿cómo es posible que no puedan decirme su estado de salud? Convencí a Anthon de que se fuera a su casa, estar solo no ayuda demasiado. Si me dejaran entrar a su cuarto seria genial pero no, para completar mi mala suerte internaron otra mujer junto a ella y ese es motivo suficiente para prohibir mi entrada y la del esposo de la señora. Saco mi celular del bolsillo apenas son las dos de la mañana, tengo algunos mensajes empiezo a leerlos, son de mis fans y lamentan las pérdidas materiales, otros preguntan como estoy y como esta Sarah. Decido escribir una historia agradeciendo todos los mensajes sin entrar en detalle. Lo guardo en mi bolsillo y me recargo en el espaldar de la incomoda silla.
-¿que le paso a tu novia?- pregunta el hombre de unos treinta y cinco años, cabello castaño y ojos café
-se incendió la casa- respondo -y ella estaba dentro, no se más que eso. ¿Y a su esposa?- pregunto
-lo siento- dice -la apuñalaron, fue un intento de robo-
-¿cómo esta?- cuestiono
-perdió demasiada sangre, muy débil pero bien- quedamos en silencio, cierro los ojos intentado dormir al menos unos minutos, pero es imposible hacerlo la imagen del bombero cargando a Sarah me atormenta nuevamente y los abro violentamente.
-¿saben la causa del incendio?- pregunta el hombre
-no, en cuanto la ambulancia la trajo salí tras ella. No hable con los bomberos- digo. Nuevamente quedamos callados.
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Miro la hora y veo que son las siete, empiezan a pasar las enfermeras de un lado a otro. Ingresa un doctor a su cuarto y a los pocos segundos salen con la mujer rápidamente, el hombre se pone de pie y los sigue nervioso. Yo aprovecho para entrar al cuarto, sigue igual
-hola amor- la tomo de la mano, me duele tanto verla así. Es tan frágil, ni siquiera quiero tocarla demasiado ya que tiene quemaduras y marcas en su piel pero necesito sentirla cerca. Dejo un beso en su frente -me haces demasiada falta, por favor despierta. Necesito ver tus ojos- apoyo mi frente junto a la suya -Sarah despierta, por favor. Tienes que despertar o voy a enloquecer- mi rostro esta empapado de lágrimas -eres lo más importante de mi vida, la razón por la cual despierto con una tonta sonrisa en mi rostro, eres la mujer con la que quiero pasar el resto de mi vida... amor por favor, te necesito- su cuerpo empieza a sacudirse, me alejo de ella mientras no se que diablos hacer, salgo corriendo de allí en busca de algún doctor, veo una enfermera y le pido ayuda, ella va de inmediato pero no me deja ingresar.
Me siento un imbecil, es mi culpa yo provoque que ella empeore. Camino de un lado a otro nervioso. Ya no se que hacer, sale la enfermera
-ya esta estable, fue un ataque de convulsiones- dice
-¿y por qué le pasó eso?- pregunto
-no puedo darle esa información- responde
-¿pero esta bien?-
-se encuentra estable- comienza a caminar y las ganas de entrar nuevamente comienzan a torturarme, decido salir a tomar aire.
-hola hermano- me saluda Emma, me da un corto abrazo, lo necesitaba.-¿cómo está?- pregunta
-convulsiono y ni siquiera me han dicho por qué- respondo
-eso no es bueno- se sienta a mi lado -deje a Thomi en una guardería, estaré contigo unas horas. Espero hoy nos digan algo porque pienso insultar a todas las enfermeras- habla molesta. Entramos, nos sentamos en la sala mientras corren los minutos.
-es desesperante no saber nada- digo
-¿lograste dormir?- cuestiona preocupada, niego con la cabeza -ve a descansar un poco. Yo me quedo aqui- dice
-no, no voy a moverme. Estoy bien- se pone de pie
-no te estoy preguntando, de verdad debes dormir al menos una hora. Mira tus ojeras, te ves fatal, ve a casa, seguro algo de John te queda- me observa intranquila
-ya, esta bien - respondo poco convencido. Me da un beso en la mejilla y me acompaña por el pasillo que lleva a la salida.
-lleva mi auto, casi lo olvido Milo está en casa. Ella lo llevó a la veterinaria, Laura me llamó para que vaya por èl- me entrega la llave, con todo esto ni siquiera recordaba al pobre de Milo
-gracias por todo- salgo de allí, recuerdo que no se la causa del incendio y decido pasar por la estación de Bomberos antes.
Ellos me dicen que el incendio fue intencional, no puedo creerlo.
Subo al coche y me dirijo a casa de mi hermana, al llegar me detengo y suena mi celular es una llamada de Susie, tomo valor para responder
-hola Susie- digo
-hola Liam, acabo de ver en las noticias que su casa se incendió le marco a mi hija pero no responde ¿cómo están ustedes?- la prensa tiene prohibo hablar de nuestra salud, mi hermana se encargó de amenazarlos con levantar cargos.
-siento no llamarte antes, mi cabeza esta en cualquier parte- digo honestamente -asi es, la casa se incendió... -intento ordenar las palabras para que no suenen tan crueles como lo son -Sarah esta en la clínica, ella estaba dentro cuando eso ocurrio- hablo sigilosamente
-¡no me digas eso! ¡no puede ser, mi niña! ¿Como esta? Dime que está bien- habla entre sollozos
-sere honesto Susie nadie me dice nada, pero la vi y ella esta inconsciente- suelto angustiado. Un largo silencio se hace presente
-en el primer vuelo voy para alla- dice. Finalizamos la llamada, me siento un imbecil ¿cómo pude olvidar llamarla? Niego molesto conmigo mismo.
Abro la puerta y veo a Milo acostado en la alfombra de la sala al verme corre a mi, lo cargo en brazos
-hola amigo- acaricio su cabeza, me dirijo a uno de los cuartos de visita de la planta superior busco ropa de John antes y me doy un baño, al salir me visto y acuesto junto a mi cachorro, no puedo cerrar los ojos al hacerlo su imagen convulsionando llega a mi, me pongo de pie y busco un papel y un bolígrafo, empiezo a escribir lo que a mi mente llega, en cuestion de minutos termino, le hecho un vistazo y doblo la hoja la guardo en mi bolsillo y decido intentar dormir.
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Miro mi celular y veo que han pasado dos horas desde que me marché de la clínica, me apresuro a ponerme de pie para regresar.
El agotamiento finalmente me ganó y logré dormir, bajo y no veo a nadie en la sala simplemente salgo y me dedico a conducir el auto de mi hermana, al llegar no la veo en la sala de espera camino hacia la puerta de la habitación donde está Sarah la abro y la veo allí junto a su cama
-se que eres la bella durmiente pero debes despertar, no seas tan floja- intenta bromear pero su voz se quiebra -no puedes dejarme, tu eres como los gatitos tienes siete vidas y aún te quedan cuatro- me recargo en la puerta, se que no debería oír su conversación pero no puedo moverme -no me abandones por favor, despierta, abre los ojos- comienza a llorar y me acerco a ella la envuelvo entre mis brazos
-¿por que no despierta?- pregunta en un hilo de voz -no puede dejarme, no quiero que me deje- sigue llorando yo solo la abrazo con fuerza demostrándole que no esta sola.
Despues de unos minutos se tranquiliza un poco -voy al baño- dice, sale del cuarto. Tomo la mano de mi chica con delicadeza
-escribi algo para ti- digo con voz temblorosa. La suelto y retiro de mi bolsillo la nota
-Jamás pensé llegar a sentir lo que ahora estoy sintiendo, pues sin querer y sin pensarlo entraste a mi vida y acabaste robándote mi corazón.- empiezo a leerla -Gracias por enseñarme lo hermoso que es amar.
Mi corazón late más rápido cada vez que te miro, cada vez que oigo tu voz, cada vez que beso tus labios y aunque quizás no sea sano, debo admitir que es la sensación más extraordinaria que he tenido en toda mi vida.
Tú llenas mi mundo de alegría, me erizas la piel, haces que mis manos suden y que mis labios no sean capaces de ocultar una magnífica sonrisa, y eso solo me hace entender que me he enamorado completamente de ti. - mis ojos se cristalizan al terminarla, solo Sarah despierta en mi esa inspiración.