Dos semanas después
~Narra Liam~
No sé cómo darle esta noticia a Sarah para ser honesto temo a su reacción; bajo del auto y camino hacia la entrada principal del departamento, trato de ordenar las palabras en mi mente para que suenen un poco mejor pero no logro hacerlo. Abro lentamente
-hola amor- me saluda con su infaltable sonrisa
-hola- respondo, camino hacia ella y dejo un beso en sus labios. No puedo actuar normal, delante suyo no logro ocultar mis emociones, miedos y preocupaciones.
-¿qué ocurre?- pregunta sin rodeos
-tengo que hablarte sobre algo y no se como lo vayas a tomar- respondo
-eso no suena bien pero mejor vamos al sofá- dice. Nos sentamos frente a frente me mira esperando a que hable
-bueno, es difícil decirte esto pero ...
-por favor ve al punto, estoy nerviosa- me interrumpe
-aqui va, un equipo de Italia quiere mi pase y mi club otorgó la transferencia por una buena suma de dinero- espero alguna reacción de su parte pero solo me observa seria, como si procesara mis palabras -debo jugar en ese club por un año. El contrato es de ese tiempo-
-¿entonces no importa si tu no quieres ir? ¿El club se encargó de transferirte?- pregunta
-digamos que nadie rechaza una oferta tan importante. Pero si, ya esta hecho el pase- respondo.
-eso es increíble, eres un gran jugador y me alegra que el mundo te conozca como tal- dice en un tono apagado.
-puede que suene egoísta pero no quiero que sueltes mi mano, no en estos momentos ¿irás conmigo cierto?- inquiero con un poco de temor. No responde y comienza a inquietarme aún más -amor dime algo- susurro y baja la mirada
-yo... -hace silencio unos segundos -no se que decir- se pone de pie y camina hacia el dormitorio, la sigo de inmediato. Suena la puerta
-¿no vas a acompañarme?- cuestiono con un dolor en mi pecho, me da la espalda
-no lo se Liam, es dificil, no quiero dejar mis estudios, son importantes para mi y no puedo darme el lujo de perder un año- susurra. Salgo de allí sin decir una palabra y me dirijo a abrir, entra mi hermana
-¿cuando pensabas decirme? ¿Ahora ya no soy importante para ti por eso me haces a un lado?- habla dolida.
-lo siento Emma, pensaba hablar contigo en la noche- respondo.
-de verdad no sabes cuanto me duele, te vas tú, te llevas a mi mejor amiga y me dejas aquí sola- su voz se quiebra.
-no hermana no es así, sabes que te amo más que a mi vida. Pero ya no tienes dieciocho, ya no estás sola. ¿Quieres que te aleje de tu familia? ¿O pretendes alejar a Thomi de su papá?- mi pecho duele como nunca antes.
-no lo sé, solo me siento fatal porque ahora tu me dejaras- golpea mi pecho, tomo sus manos haciendo que se detenga
-jamas voy a dejarte, entiendelo. Solo será un año- digo
-eso dijiste cuando viajamos aquí ¿que pasará si decides quedarte a vivir allá?- su rostro esta empapado en lágrimas, odio verla llorar y mucho más si soy el causante
-eso no va a pasar enana, lo prometo. Y solo para que lo sepas Sarah no va a acompañarme- suelto sin pensar. Me mira confundida
-¿por que no? - inquiere secando sus lagrimas
-porque ella ya tiene su vida aquí y no es justo que deje todo por mi- es muy difícil decir esto en voz alta pero es la realidad.
-no puedo creerlo que te deje solo en esto. Voy a hablar con ella- camina hacia la habitación pero la detengo.
-no lo haras, es mejor que no interfieras- digo. Le doy un fuerte abrazo -¿tengo tu apoyo?- pregunto
-claro que sí hermano, lamento haber actuado como una loca es solo que pensé que no me lo contarías- dice apenada
-es todo lo que necesito saber- digo.
-¿estás feliz por esta oportunidad?- cuestiona. Me encojo de hombros, quisiera poder gritar que si pero en cambio me siento incompleto
-es increíble pero no puedo sentirme feliz- respondo sincero.
-mejor te dejo para que hables con ella, pero sabes que puedo intervenir si lo deseas- me guiña un ojo y sale. Camino lentamente hacia la recámara dudo en entrar pero lo hago, la veo sentada en la cama con un libro en sus manos, me siento a su lado
-entonces ¿crees que es lo mejor distanciarnos durante un año?- pregunto y de solo pensarlo se estruja mi corazón
-es muy difícil en verdad lo es, pero no se que hacer. Me siento acorralada. Solo necesito saber si tengo tu apoyo si decido quedarme. Podemos vernos algun fin de semana y en las vacaciones, además hablaremos todos los dias- responde cabizbajo
-supongo que no será lo mismo hacer videollamadas teniendo en cuenta las diferencias de horario, pero no te preocupes amor- digo. Tomo su mano y la presiono -la decisión que tomes la respetare- me levanto y camino a la salida. Necesito estar solo
~Narra Sarah~
Me siento horrible, no puedo creer que le dije eso ¿es más importante mi carrera como para no acompañarlo? Se supone debo estar con él pero en lugar de eso creo que quiero quedarme ¿está mal? No entiendo porque me siento así entonces; se supone es lo que deseo. Llevo las manos a mi cabello alborotandolo, suena el timbre y camino a abrir
-¿no estas armando las maletas?- inquiere Emma, niego con la cabeza
-no quiero hablar sobre eso, Liam salio de aquí y se que está molesto conmigo- hablo apenada, me siento en el sofa
-no es para menos, se supone debes acompañarlo- se sienta a mi lado -¿que tal si se enamora de una italiana?- eleva una ceja
-eso no ayuda demasiado en estos momentos- respondo
-lo digo para que abras los ojos y no lo dejes viajar solo- se cruza de brazos
-deja de verme así, no harás que cambie de opinion-
-¿recuerdas cuando viajamos para la boda de tu mamá?- inquiere, yo asiento -aquella vez te pregunte si Liam sería tu novio lo dejarías tu respondiste que no. Y ahora eres tu, quien no quiere estar a su lado- habla seria
-lo amo más que a mi vida, pero no puedo dejar los estudios durante un año- replico indecisa
-lo hiciste una vez, si mal no recuerdo cuando viajaste aqui-
-lo hice por ti, siéntete importante- intento bromear pero no logro hacerlo
-aja como digas - se que esta molesta conmigo pero no puede hacer nada al respecto, no esta vez. -amiga en verdad vi a mi hermano mal, triste y a ti te veo igual. Así es la vida de un futbolista, puede pasarle a John y yo voy a acompañarlo a donde sea. Si lo amas no lo dejes solo- se levanta y se dirige a la puerta. Sin darme cuenta mis lagrimas empapan mi rostro. Suena mi celular y atiendo sin ánimo
-Hola Sarah, necesito hablar contigo. Ven a la clinica- dice el doctor Ferrer
-hola doctor claro, voy para allá- respondo
-tiene que ser ya mismo- eso me preocupa un poco ya que no suele hacer estas llamadas.
Lavo mi rostro, me cambio de ropa y conduzco hacia la clínica. A los pocos minutos estaciono frente al edificio, camino lentamente me siento nerviosa e impaciente a la vez; aunque realmente mi cabeza es un caos. Entro a su oficina y veo a dos profesoras y a Coleman cada vez entiendo menos
-sientate- indica el doctor así lo hago -los llamamos aquí para darles una noticia- empieza a explicar, mira a la profesora Méndez y ella nos mira a ambos
-los dos son muy inteligentes y tienen el promedio más alto de la clase por ese motivo han sido elegidos para un proyecto muy importante- dice ella
-paso a contarles de que se trata- comenta la señorita George -como sabrán en Africa escasean los medicamentos como así los doctores por eso se lanzó una campaña en la que los estudiantes de medicina con un alto promedio ayudaran a quienes más lo necesitan y a la vez serán evaluados, todas las universidades enviarán a sus alumnos. Ustedes dos junto a él doctor Ferrer Irán a República Democrática del Congo ¿tienen alguna duda hasta el momento?- inquiere mirándonos
-¿cuándo nos vamos?- pregunta Edwin
-en una semana- ¿tan pronto? No puede ser, pienso
-¿por cuanto tiempo?-
-No lo sabemos pero suponemos que entre seis a ocho meses- dice. Tiene que ser una broma
-¿qué pasa si no aceptamos?- cuestiono. Todos voltean a verme como si lo que acabo de preguntar fuera una locura
-digamos que nadie se atrevería a rechazar esta oportunidad que no solo les dejará una experiencia única sino también es evaluada. Su desempeño será premiado, al regresar tendrán un mes de descanso. Pero lo que vivirán allá estoy segura de que marcara un antes y un después en sus vidas- asegura la profesora George
-estas personas nos necesitan- habla el doctor Ferrer. Ambos asentimos
-La RD de Congo en la escala de países más pobres está en la primera posición, viajarán a la provincia Tanganica. Poco a poco le iremos informando más a cerca del tema; pueden buscar información ustedes mismos en la web. Si bien la asociación Médicos sin fronteras están allí el proyecto se lanzó para futuros doctores- habla el señor Ferrer. Salimos de allí callados, Edwin me mira
-¿no quieres ir cierto?- inquiere sigilosamente, volteo a verlo
-la verdad no en estos momentos. Se que no puedo rechazar, esas personas nos necesitan pero no me siento preparada- respondo
-ellos nos escogieron entre muchísimos estudiantes, confían en nosotros Sarah y yo creo que eres muy capaz. Desde que salvaste la vida de un nene creo que tienes un don, algo especial con los niños- sonríe. Me recuerda a Liam, él siempre intenta alentarme cuando mi inseguridad sale a flor de piel.
-gracias Coleman, eres un gran chico- le doy un corto abrazo. Luego nos despedimos. Me dirijo a casa de Emma necesito hablar con ella, contarle y saber su opinión aunque no pueda cambiar los hechos. Aparco al frente y me bajo, camino despacio hasta tocar el timbre; ella abre a los pocos segundos
-¿te convencí?- dice al verme
-me voy a África- respondo. Abre los ojos como plato
-no bromees con algo asi- dice divertida
-lo digo enserio, ni siquiera se como se lo dire a Liam- bajo la mirada.
-¡dime que no es cierto!- dice seria, levanto la vista y tras mi amiga me encuentro con sus ojos miel mirándome serio. ¡Mierda, se enteró y de la peor manera! no tengo idea en que piensa. Liam solo me observa fijamente.