~Narra Liam~
-¿Como estas bro?- pregunta Aarón
-bien ¿y tu amigo?-
-bien, no te imaginas cuánta falta nos hace- yo niego divertido, no lo creo -estuve viendo los partidos y eres un crack aquí, allá donde sea-
-¡cuando sea grande quiero ser como tu!- grita Anthon
-gracias por la ovación- hablo divertido
-¿ya se acostumbraron a vivir allá?- pregunta John
-es difícil pero estamos bien- respondo
-¿hay chicas lindas?- cuestiona Isaac
-no tengo idea- me encojo de hombros, todos rien.
-debemos regresar a la práctica pero es bueno verte bro- dice Aarón
-a dejarlo todo amigos-digo ellos sonríen y finalizan la video llamada.
Sarah sale del baño envuelta en una toalla, busca algo que ponerse en su clóset. Me acerco a ella, paso mis manos alrededor de su cintura
-asi te ves increíble- susurro en su oído, desató el moño y abro su albornoz
-quieres jugar ¿eh?-inquiere divertida yo asiento, voltea y une sus labios a los míos en un lento y delicioso beso, suena el timbre y maldigo internamente
-¿esperas a alguien?- indago
-no- se aleja y coge una remera blanca y un short negro, se viste de inmediato bajo mi atenta mirada. Luego se dirige a abrir, a los pocos minutos entra al cuarto nuevamente
-¿en que estábamos?- insinuo
-amor ¿tienes algún inconveniente en que una chica pase la noche aquí?- pregunta seria, frunzo el entrecejo
-no, si tu no tienes problema. ¿La conoces bien?-
-si, vamos al mismo gimnasio y es amigable. Discutió con su hermano y no tiene dónde quedarse. Solo será esta noche- Sarah es demasiado buena y confia en la gente muy pronto pero no puedo negarme si ella me lo pide.
-esta bien amor, solo esta noche- dejo un beso en su frente. Ella me regala una encantadora sonrisa, regresa a la sala y yo entro a darme un baño. Luego de unos minutos salgo listo, acostumbro a pasar la mayor parte del tiempo sin camiseta pero esta vez decido ponerme una color negra, camino hacia el living la chica al verme se levanta como resorte y se abalanza sobre mi
-¡no puedo creer conocerte en persona! ¡soy tu fans!- chilla emocionada, miro a Sarah pero ella luce sorprendida -¿puedo tomarme una foto contigo?- inquiere eufórica, no me muevo ella toma algunas y luego de unos segundos reacciono y me alejo -¿puedes firmarme un autógrafo? No puedo creer pasar la noche junto a Liam Brown- no deja de reír. Me acerco a Sarah y la tomo de la mano
-ya regresamos- digo, caminamos hacia la cocina-¿que acaba de pasar?- inquiero
-no lo sé, se supone no te conocia pero ha dicho que es tu fans y ...- habla nerviosa
-¿tu no le hablaste sobre nosotros?- la interrumpo, niega con la cabeza
-si te sigue a ti ella sabía que yo estoy contigo ¡mierda! Solo se acercó a mi por ti- lleva sus manos al rostro
-¿qué piensas hacer?- pregunto
-no puedo dejar que pase la noche por ahi- responde cabizbajo, es demasiado ingenua a veces
-como lo decidas amor- dejo un beso en su coronilla. Regresamos a la sala ella me mira sonriente
-no tenía idea de que fueras su fans- dice Sarah, la chica rie ampliamente, yo decido dejarlas sola para que platiquen, es incómodo que alguien no aparte la vista de mi, regreso a la habitación. Recuerdo el dolor de mi hermana cada vez que le ocurría algo similar. No quiero que Sarah sufra igual, esas personas que utilizan a otras no valen la pena. Me molesta que solo busquen un interés propio sin importar cuánto lastiman. La puerta se abre poco después
-se ha marchado- dice
-¿estás bien?- indago, ella asiente
-siempre lo supo y acaba de confesarme que solo simuló ser mi amiga para conseguir un par de fotos contigo y conocerte personalmente, quizás si fingia un poco más ...- siento el dolor en sus palabras, sus ojos se cristalizan -podía llegar a considerarla una amiga- finaliza
-no vale la pena, no gastes ni una de tus lagrimas en una persona así- la envuelvo entre mis brazos.
~Narra Sarah~
-Ten mucho cuidado, porque es el millonario que ando buscando. Liam tiene todo lo que necesito y se que no podrá resistirse a mis encantos- voltea y sale. No puedo creer lo que acaba de pasar, intento no sentirme estupida pero no puedo, lo soy.
Se lo que Liam significa para muchas personas y jamás me molesto, si me enoja sentirme utilizada. En poco tiempo le tomé cariño, pero solo ha sido una farsa. Liam logra tranquilizarme, sentir sus brazos rodearme me brindan mucha paz. Cierro los ojos y las ganas de llorar desaparecen.
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Entro al gimnasio y a lo lejos veo a Fiorella junto a las demás chicas, me dirijo al sector de bicicletas. Empiezo a pedalear lentamente hasta tomar el ritmo, ella suelta una carcajada, evito mirarla pero es difícil en cuanto noto que todas me observan, llevo la vista a ellas y murmuran mirandome. Fiorella les muestra algo en su aparato y todas ríen ¿que les pasa? Miro en otra dirección pero vuelvo a oír risas y murmullos. Me muevo incómoda, intento restarle importancia pero no puedo, si tan solo Emma estuviera aquí sería muy sencillo, ella me haría olvidar. En el peor de los casos intentaría golpearla, sonrio ante mis pensamientos
-¡mira se rie la descarada!- grita una chica de cabello rubio, no suelo ser una persona conflictiva. Me detego y bajo, busco a la instructora, me disculpo con ella y salgo de allí. Tomo mi celular y le Marco a mamá ¡por favor contesta!
-hola hija ¿cómo estás?- pregunta alegre
-hola mamá bien ¿y tu?-
-bien cielo. Extrañandote, me haces tanta falta-
-igual tú a mi, quisiera darte un fuerte abrazo- lo necesito en estos momentos.
-¿te ocurre algo?- indaga
-no, bueno de hecho extraño bastante. Es la parte difícil- respondo
-si mi vida, no es sencillo acompañar a quien amas pero con el tiempo sabrás que es lo correcto-
-¿cómo vas con los preparativos para el cumple?- cambio de tema ya que no quiero llorar
-bien, ya solo quedan los últimos detalles. Luego te envio foto de todo- habla entusiasmada
-¡si envíame!- exclamo, quisiera poder acompañarlo pero será el próximo año. -¿cómo está Mateito?-
-feliz por su fiesta, algo impaciente también- suelta una risita y yo también lo hago. Inconscientemente acabo de olvidar el mal episodio de hace minutos. Llego al departamento y abro la puerta
-que bueno mamá- Milo corre hacia mi, lo cargo en brazos y camino con él hacia la cocina le doy su comida y luego cojo una botella de agua del refrigerador.
~Narra Liam~
-¡Estas preciosa!- como siempre, ella sonrie. Me agrada verla mejor. Dante acaba de invitarnos a cenar a su casa esta vez solo los dos y nuestras chicas.
Decidimos tomar un taxi ya que queda a un par de calles
-estoy un poco nerviosa- dice Sarah. Quisiera tranquilizarla pero la verdad es que no conozco a la novia de Dante, solo espero que se lleven bien.
-no conozco a la chica pero Dante es una gran persona se que te sentirás comoda- presiono su mano, ella sonrie. El coche se detiene frente al edificio y bajamos, caminamos hacia la entrada principal y toco el timbre
-hola- saluda amable, se hace a un lado e ingresamos, extiende su mano hacia mi y lo imito las estrechamos. Luego deja un beso en la mejilla de Sarah; su novia una castaña de ojos café se une a nosotros y nos saluda simpática.
-mi nombre es Chiara, mucho gusto- se presenta.
-el gusto es mio, soy Sarah- responde. Ambas sonríen
-vamos a preparar un trago- propone Dante, nos dirigimos a la cocina. Luego de unos minutos regresamos a la sala, ellas ya están sentadas platicando a gusto. -¿qué hacemos? - inquiere él
-no lo se- respondo
-¿miramos una película o jugamos a la play?-
-miremos una peli de terror- responde su novia. Miro a Sarah y ella asiente
-por mi esta bien- digo. Chiara comienza a buscar alguna, Dante me pasa el vaso y bebo un trago
-¿tienes contrato por un año o dos aquí?- pregunta
-solo uno- respondo
-yo creo que querrán renovarlo- dice pensativo
-la verdad no lo se- no estoy seguro de que Sarah quiera acompañarme más tiempo si eso ocurre.
-eres muy bueno-
-gracias- sonrio. La chica da play a una pelicula y nos concentramos en la pantalla, de vez en cuando comentamos algunas escenas sin perder el hilo.