~Narra Sarah~
Chiara es una chica muy simpática además de amable. Se que no debo tomarle cariño tan pronto a las personas pero es inevitable, me agrada ser sociable.
-¿en que piensas?- inquiere Liam
-en nada- miento
-debo irme, nos vemos en la noche amor- se acerca y deja un beso en mis labios, lo veo salir del departamento; pasa demasiado tiempo fuera pero se que así debe ser. Observo a Milo quien duerme plácidamente ¿no extrañará nuestra ciudad? Para el parece ser igual solo se la pasa durmiendo. Enciendo la tele y busco alguna película que llame mi atención sin buenos resultados dejo el control a un lado, cojo mi móvil y reviso las redes sociales una chica llamada Bonnie ha comenzado a seguirme, su rostro se me hace familiar pero ¿de dónde?
-Comienzo de Flashback-
-Debemos ir- dice Emma
-no lo se- respondo sin ánimo. No me entusiasma la idea de asistir a una fiesta donde no conocemos a nadie. La puerta de su cuarto se abre y ambas volteamos a ver, entra Liam
-tenemos que hablar- dice serio, rara vez saluda pero si que molesta que no lo haga solo se trata de ser amable nada más.
-hola hermano, dime- responde Emma
-solos- espeta, bien ya comprendo sin mirarlo camino hacia la puerta
-puedes hablar delante de ella- dice mi amiga pero yo solo salgo y cierro la abertura, no necesito que repita que debe ser una conversación entre hermanos. Bajo a la sala y empiezo a mirar los retratos, en uno de ellos están Liam junto a Brandon su mejor amigo en el estadio ambos con su vestuario del club, continuo mirando y cojo una en mis manos donde están Liam, Emma y sus padres en la playa lucen tan felices es una de las pocas fotografías familiares que he visto.
-era uno de mis pasatiempos favoritos, pero solo lo hacíamos cuando ellos tenían tiempo- dice Liam a mi espalda, giro rápidamente y llevo la vista a sus ojos miel que como pocas veces me observan fijamente.
-se nota cuan feliz estaban- bajo la vista a la imagen que sostengo ¡bien Sarah, eres una tonta! Debería sostenerle la mirada pero ni siquiera logró hacerlo un minuto
-algun día pienso comprar una casa en la playa- lo miro y el sonrie -tal vez te agraden unas vacaciones allí, seria bueno para Emma- suena el timbre, me regala una sonrisa sin mostrar sus dientes y se dirige a abrir, es demasiado para mi. Me miró, me habló y me sonrió emocionada regreso al cuarto de mi amiga.
-¿todo está bien?- inquiero al entrar
-no para ti- responde, frunzo el entrecejo -mi hermano acaba de decirme que tiene una nueva novia- hace un gesto de desagrado. Me siento a su lado
-no tienes que decirmelo- me encojo de hombros
-piensa traerla y como tú vives aquí vas a cruzarla seguro, no quiero que ...-
-no te preocupes, desde que somos amigas llevo conociendo más de veinte chicas que salen temporalmente con él- mi corazón late violentamente
-lo sé, pero de todos modos necesitaba decírtelo- yo sonrio. Me pongo de pie
-debo irme a casa, mamá llega esta noche y quiero estar allí- explico, Emma eleva una ceja
-¿hablas en serio?- se cruza de brazos, yo asiento -ire contigo, Ethan aún no llega de su viaje y Liam ya sabes -
-sabes hay algo que no entiendo- suelto pensativa
-¿que cosa?- cuestiona
-¿por que simplemente no tiene sexo y ya? ¿Por qué formaliza con todas? Si solo esta con ellas un par de meses o semanas y ya. Me parece estupido - dejo que la rabia hable por mi.
-estupido es hacer esos comentarios- dice una voz femenina, volteo lentamente y veo una chica de cabello rubio, ojos café. Emma se para a mí lado -¿quién te crees que eres?- me fulmina con la mirada
-no le hables así, ella es la chica que seguirá aquí cuando mi hermano termine contigo- interfiere Emma ¡en tu cara perra! -no eres a la primera que Liam trae aquí, ni serás la última- finaliza, la rubia enrojecida da la vuelta y sale del cuarto. Liam nos mira serio y sin decir una palabra sale de elli.
-Fin de Flashback-
Niego con la cabeza repetidas veces, una nueva ex de Liam ¿por qué aparece ahora? Ella no resultó ser loca como Sophie pero no espero nada bueno de su parte.
Me pongo de pie y decido salir a dar una vuelta, se me ocurre llevar a Milo al parque.
Caminamos despacio, el día es soleado muchas personas andan de un lado a otro, al llegar lo dejo libre, el comienza a correr y lo sigo con la vista
-que mala suerte encontrarte aqui- espeta Fiorella ignoro sus palabras mientras continúo viendo a mi pequeño peludo -yo no entiendo como es que Liam se fijo en ti, no eres nada, no tienes nada y ni siquiera luces bien- me alejo de ella, pero para mi mala suerte siento sus pasos tras de mi, no va a dejarme en paz fácilmente -despues de todo no somos tan diferentes- suelta en tono burlón -me asombras, resultaste ser muy astuta al casarte con un millonario y que además de su dinero es guapo, yo creo que deberías embarazarte de él para asegurar tu futuro cuando te abandone por otra más bonita- intento que sus palabras no me afecten pero no puedo, giro y la miro a los ojos, veo la furia en ella.
-tu y yo no nos parecemos en nada- respondo
-solo en la ambición querida, no creas que físicamente. No tienes la suerte de ser atractiva como yo-
-¿crees que la belleza lo es todo? Dejame decirte que no y no todas creemos que un hijo sirva para retener a un hombre. Cuando hay amor de verdad nada más importa- digo. Ella suelta una carcajada
-¡que ridícula eres!- busco a Milo y lo veo dar vueltas en el césped
-nada de lo que digas me afecta, solo me apena que quieras un hombre por su dinero jamas experimentarás lo que es amar y eso es realmente triste-
-deberias hacerte varias cirugías quizás asi no te deje por alguien mejor, lo cual no es difícil- comenta entre risas
-me acepto tal cual soy- me encojo de hombros -si tu no lo haces deberías enamorar a un cirujano-
-¡que pena me das mira que quererte asi! No es mala idea- simula pensarlo - pero prefiero a un millonario. Tu lograste atrapar a uno siendo tan poca mujer- mi pequeño llega a mis pies y abrocho su correa, decido regresar a casa. Mis ojos se cristalizan pero no me permito llorar, no delante de ella. No puedo creer haberle tomado cariño a alguien así, es muy cruel pero ya no importa. -deberias desaparecer de su vida, dejarlo en paz. Te propongo algo desaparece con mi hermano y yo me quedo con Liam-
-¡ya basta!- grito -vete ¿a caso crees conseguir conquistar a Liam insultandome? ¿necesitas sentirte superior a mi?- siento como si mil agujas perforan mi abdomen, me inclino un poco hacia delante
-¿te harás la víctima?- pregunta, niego con la cabeza. Intento dar un paso y el dolor aumenta, siento las inmensas ganas de gritar y llorar, es insoportable. Me dejo caer de rodillas mientras me abrazo a mi misma ¿que demonios me ocurre? Sujeto con fuerza a mi cachorro, solo espero pase cuanto antes.
-¡Oh por Dios!- exclama Fiorella, bajo la vista a mis piernas y el corazon parece detenerse.
~Narra Liam~
Después de la práctica tuvimos una extensa reunión en el club, salgo y me despido de los chicos enciendo mi celular y veo una llamada de Sarah solo espero no este molesta ni siquiera pude avisarle. Me dirijo hacia el coche que alquilamos aqui. A los pocos minutos aparco frente al departamento, bajo y camino rápidamente hacia la entrada, entro y la sala está totalmente oscura, la cocina igual, encamino hacia la habitación y solo es iluminada por la tenue luz del televisor Sarah esta acurrucada en la cama y Milo a sus pies me acerco sin hacer ruido, dejo un beso en su cabello, se mueve un poco
-hola amor- la saludo sentandome a su lado -lo siento no quería despertarte- enciendo la lámpara que se encuentra sobre la mesita de noche
-no lo hiciste- responde seria
-¿estás molesta?- indago -siento no avisarte que tuve una reunion- hablo apenado
-no te preocupes- replica, su mirada luce diferente
-¿te ocurre algo?- niega con la cabeza -vamos a cenar- la tomo de la mano, ella la aparta rápidamente mientras hace un gesto de dolor -¿que tienes?- insisto
-me duelen las piernas, hoy lleve a Milo al parque y corrimos juntos, es la falta de costumbre-
-tengo una crema para eso, no sabes como alivia, en pocos minutos estaras como nueva y podremos cenar a gusto- me pongo de pie dispuesto a buscarla
-no quiero, además no tengo hambre- espeta
-¿tienes fiebre?- pregunto con ironía pero Sarah no rie. -solo dime si estás molesta por haber llegado tan tarde es mejor que lo hablemos-
-no estoy así por eso Liam- farfulla
-siento preocuparte ¿para que me habias llamado?-
-ya no importa- replica cerrando los ojos -ahora quiero dormir un poco -su voz es fría, ya no pienso insistir solo salgo del cuarto y me dirijo a la cocina, cojo un yogurt del refrigerador y empiezo a comerlo lentamente mientras mi mente no deja de crear estupidas hipótesis de su comportamiento, quizás mañana ya no esté enojada y podamos platicar o simplemente dejar aquí ese tema y amanezca de mejor humor aunque durante el tiempo que la conozco ella jamás demostró ser una chica con mal genio. Dejo esos pensamientos a un lado, reviso mis redes sociales nuevas personas han comenzado a seguirme, entre ellas Bonnie Johnson una chica con la cual salí semanas creo, hace tiempo no se de ella aunque tampoco es algo que me interese. Volteo hacia la puerta con las esperanzas de ver a Sarah de pie pero ni siquiera Milo está allí, me levanto como resorte y regreso al cuarto, no quiero estar mal con ella. Me acuesto a su lado y la abrazo desde atrás pasando la mano sobre su abdomen, ella se mueve incómoda, crei que estaba dormida
-no me gusta sentirte distante- susurro en su oído, no responde -te amo- dejo un beso en su cabello y decido apoyar mi cabeza sobre la almohada
-tambien te amo- dice en un hilo de voz. Acaricio su rostro y lo siento húmedo me siento como resorte
-¿estás llorando?- niega con la cabeza aunque sus ojos están cargados de lagrimas -ahora mismo vas a decirme que te pasa Sarah- la observo serio
-yo... no puedo- baja la mirada
-¿qué no puedes? ¿No confías en mi?- tomo su rostro entre mis manos haciendo que me mire
-no es sencillo decírtelo, temo a tu reacción y me siento fatal ...-
-habla amor- la interrumpo, hace silencio unos segundos como si buscara la manera correcta de decirlo
-extraño a mi familia, es muy difícil estar lejos de ellos y me siento sola la mayor parte del tiempo- sus palabras me duelen pero una parte de mi sabia que pasaría. -pronto será el cumpleaños de Mateito y no estaré allí y eso rompe mi corazón- comienza a llorar. La pego a mi pecho, ella se acurruca a mi -lo siento-
-no tienes que disculparte, para mi tampoco es sencillo pero estar a tu lado es lo único que me importa- hablo sincero
-no me sueltes- pide en súplica
-no pienso hacerlo- digo aferrándome a su pequeño cuerpo.
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