~Narra Sarah~
-Hola, perdona por llegar sin avisar pero necesito hablar contigo- dice Erin
-hola, no te preocupes- me acerco a ella y dejo un beso en su mejilla. Nos sentamos en el sofá
-quizas en otro sitio- propone
-vamos a la biblioteca- nos ponemos de pie y encaminamos hacia allí, cierro la puerta. Luce tensa e intranquila
-Sarah quiero discúlpame contigo por como te trate la ultima vez que nos vimos, me he sentido fatal por eso- baja la vista. La invito a sentarse -no tenía idea de que tu fueras ...esteril- la observo sorprendida -mamá me lo ha dicho- agrega
-no debes disculparte, llegue en un mal momento- replico
-nada de eso, no merecías que te gritara de esa forma. Además yo no siento nada por Isaac, él puede enamorarse de quien quiera. Regrese con Roy-
-eras muy feliz con él antes de conocer a Isaac-
-si, es el amor de mi vida y no debí terminar esa relación- la observo confundida ya que no recuerdo la causa de su ruptura -quiero suplicarte que no le digas a Isaac lo que paso, no debe saber que ese embarazo existió por favor- se acerca a mi y toma mis manos
-descuida no diré nada- bajo la vista, no me agrada estar en el medio de esa situación. Pienso que debe saberlo pero no seré yo quien lo lastime de esa manera.
-gracias, ahora cuéntame ¿cómo te enteraste que no puedes ser madre? Debió ser muy difícil. ¿Liam lo sabe?- habla rápido
-si lo sabe- solo digo
-¿no cambio contigo luego de saberlo?- no me gusta hablar sobre eso, me inquieta su mirada penetrante
-no- farfullo, mis manos comienzan a temblar, las oculto entre las piernas
-¡que rápido paso la hora! Mi vuelo sale pronto, debo irme- se pone de pie. La imito rápidamente me da un fuerte abrazo al cual respondo de inmediato -te quiero Sarah, lo siento-
-y yo a ti hermana- replico. Me regala una sonrisa
-debo llamar un taxi- busca su celular en el bolsillo
-claro que no, te llevaré-
~~~~~~
Al dejar a Erin en el aeropuerto me dirijo al consultorio de la Doctora Mendez.
Tomo asiento en la sala de espera, no veo ninguna secretaria alli, luego de esperar alrededor de treinta minutos alguien abre la puerta, sale una chica castaña y se despide.
-siguiente - dice la doctora desde adentro. A paso lento entro a su despacho -hola, sientate- me indica
-hola- saludo con timidez
-¿es la primera vez que vienes o ya tienes una ficha?- inquiere la castaña
-primera vez-
Busca una hoja donde anotar -dime tu nombre, apellido y edad. Anota mis respuestas rápidamente -bien Sarah ¿qué te trae por aquí?- pregunta amable, trago en seco mientras busco las palabras correctas para comenzar
-tuve dos abortos espontáneos y necesito saber porque me ocurre eso-
-te realizaremos unos exámenes pélvicos para saber la causa. ¿Te has realizado antes ?-
-si hace un par de meses, no los tengo conmigo en estos momentos- replico
-te harás una histerosalgografia, es una radiografía especial en la que se utiliza un tinte para observar el útero y las trompas de Falopio- explica.
-esta bien-
-en cuanto tengas los resultados regresas y también asegúrate de traer todo lo que te hayas hecho antes ¿si?- asiento con la cabeza, me entrega la receta médica-¿tienes alguna duda?-
-no, gracias- me pongo de pie
-aqui tienes mi tarjeta por si necesitas alguna cosa, atiendo por orden de llegada de las pacientes pero todos los días en la mañana me puedes encontrar en la clínica "La Milagrosa" - me imita sonriente mientras camina hacia la puerta
-muchas gracias, hasta luego- me despido y salgo de allí, guardo el pequeño papel en la guantera del auto y conduzco a casa.
Estaciono frente a la vivienda y miro la hora en el móvil, solo tengo una hora para alistarme e irme a la terapia grupal. Aún sigo asistiendo, no se si me ayude pero ya no tengo pensamientos suicidas y creo que eso es positivo; tres veces a la semana veo a una psicóloga siento que Liam exagera pero solo le doy el gusto por una simple razón no puedo tener intimidad con él. Me siento fatal al no poder hacerlo, lo amo y deseo más que a nada pero supongo es el miedo a perder otro bebé.
Abro la puerta y lo veo sentado en la sala con su celular en la mano
-hola amor- me saluda -mira- me acerco a él y dejo un casto beso en sus labios, tomo asiento y leo en la pantalla la noticia de la doctora Cooper y su fraude.
-ya lo sabia amor- respondo
-esa mujer está loca, deberías hacerte nuevos estudios porque aquí dice que ella recetaba medicamentos para que sus pacientes tuvieran más problemas y luego regresaran- frunce el entrecejo
-acabo de ir a ver a otra doctora y me haré un estudio para saber la causa de los abortos- replico con timidez
-te habría acompañado si me lo habrías dicho -
-lo sé, pero es algo que necesito hacer sola. Quiero entender ...- hago silencio, Liam toma mis manos y las presiona un poco
-te amo- me pega a su pecho y yo solo cierro los ojos, debo ser fuerte. Se que puedo
-tambien te amo- respondo alejandome un poco para verlo a los ojos, él sonrie. Pasa su mano por mi mejilla dejando una suave caricia. Observa mis labios con lujuria -debo irme a terapia- suelto nerviosa, y regresó la Sarah del pasado, la tonta que ante su presencia titubeaba. Me pongo de pie pero él también lo hace y me sujeta de la cintura
-aun es temprano, podemos bañarnos juntos si quieres- deja un beso en mi cuello. Nos dirigimos hacia el baño, me repito mentalmente una y otra vez que debo estar tranquila, deseo tanto como él que eso pase, poder sentirlo, acariciarlo, llenarlo de besos.
~~~~~~~~~
Antes de llevar a mi hermana al aeropuerto le dije a Liam que hablaría con él al regresar, estaba segura de contarle que la doctora Cooper dijo que los abortos eran solo producto de mi imaginación pero me avergüenza si quiera comentarlo. Esos estudios me quitarán la duda y si en verdad han sido embarazos psicológicos me alejare de Liam. Estuve informándome y se que existen, una mujer puede tener síntomas y no estar embarazada, la mente lo cree tanto que el cuerpo reacciona como si el bebé existiera. Quito esas ideas de mi cabeza, en cuanto terminamos la terapia nos levantamos de nuestros lugares y nos despedimos.
Todos son muy amables, pero no tengo afinidad por ninguno de mis compañeros; no quiero asistir demasiado tiempo más. Liam olvido esa platica pendiente y lo agradezco; estaba decidida a contarle también que me parecio ver a Jake, pero agregando lo que me ha insinuado la doctora temo a que creera que estoy enloqueciendo. Quizás deba esperar los resultados de los análisis para estar completamente segura de que los abortos han sido reales, subo al auto y decido visitar a Bianca. Enciendo el estéreo mientras suena 'The scientist' de Coldplay
_Nadie dijo que fuera fácil
Es tan penoso para nosotros separarse.
Nadie dijo que fuera fácil
Nadie nunca dijo que seria así de difícil.
Oh llévame de nuevo al principio,
Solo estaba suponiendo números y cifras
Desmontando los rompecabezas.
Preguntas de ciencia, de ciencia y progreso
No hablan tan alto como mi corazón.
Dime que me quieres, vuelve y rondame
Oh y corro hacia el principio, corriendo en círculos. Persiguiendo nuestras colas
Volviendo a lo que somos_
Me pierdo en su increíble letra, transmite tanto en ella que es inevitable no transportarse hacia donde comienzo todo, sonrío al recordar que no fue amor a primera vista pero si un amor posible que llegó a florecer con el correr de los años. ¡y vaya que han sido varios!
Estaciono frente a la casa de mi cuñada, saco mi celular del bolsillo y le escribo que estoy afuera; luego le aviso a Liam que llegaré un par de horas más tardes. Bajo y camino hacia la entrada principal, Bianca abre segundos después. Me recibe alegremente con un fuerte abrazo y una encantadora sonrisa
-pasa por favor, que hermosa sorpresa. No esperaba verte tan pronto - comenta
-esa era la idea, pasaba cerca y decidí llegar sin avisar. Espero no ser inoportuna- respondo
-¡claro que no! Vamos a mi cuarto, mis padres están trabajando y llegan hasta la noche- caminamos tras un largo corredor muy iluminado, sus paredes se ven decoradas por cuadros muy llamativos. Entramos a la habitación color rosa
-ponte cómoda- nos sentamos en la cama
-¿estás sola?- inquiero, ella tiene un hermano pequeño.
-no, Alan está aquí pero es como si no estuviera- baja la mirada
-¿por que lo dices?-
-ya no es el niño dulce que has conocido. Esta creciendo y es muy difícil sobrellevar su invalidez, me duele tan solo mencionarlo- sus ojos se cristalizan y la abrazo de inmediato
-lo siento, en verdad no tenía idea- susurro apenada
-lo sé, descuida. Él solo se la pasa encerrado jungando a la play y siento que así se le van los días y la vida. Ni siquiera sale al patio de la casa, ya no tiene amigos- se aleja un poco y limpia sus lagrimas
-lo recuerdo tan diferente-
-cambió tanto. Mis padres van a separarse supongo eso le afecto de más- pobre de Bianca, me apena tanto verla así, presiono su mano -ya no quiero estudiar más, solo deseo conseguir un empleo y largarme de aqui- suelta molesta
-no digas eso, tu hermano te necesita-
-yo no soy fuerte Sarah. Ya no puedo más, Erick regresó a Los Angeles, si bien convivimos un par de meses extrañaba demasiado a su familia, se recibió y ejerce allí. Es su profesión, es feliz así. Poco a poco dejará de visitarme y se olvidará de mi- asegura.
-eso no es cierto, estas pasando por un momento muy difícil pero no creas que el mundo está en contra de ti. Por favor no te rindas, eres fuerte, confío en ti- tomo su rostro entre mis manos, me mira fijamente a los ojos -creo en ti, se que puedes salir adelante- comienza a llorar y se que solo así liberará esa angustia
-te quiero- suelta entre sollozos.
-y yo a ti Bian- más tranquilas nos dirgimos a la cocina y ella prepara una malteada para ambas.
-a Alan le encantan- comenta
-deberiamos llevarle una- propongo
-no es buena idea, solo la acepta cuando la prepara mamá-
-¿crees que pueda hablar con el ?- inquiero
-¿quieres hacerlo?- pregunta con cierto asombro. Asiento con la cabeza y me guía hasta su cuarto. Toco la puerta
-no quiero verte- dice con voz áspera y abro los ojos como plato pero insisto una vez más -¡vete!- grita cabreado, giro el pomo y para mi buena suerte no tiene seguro. Entro
-hola Alan- lo saludo, voltea a verme pero gira hacia la pantalla nuevamente sin responderme, me siento a su lado en la cama -¿puedo platicar contigo?- me ignora. Pienso unos segundos como puedo convencerlo a que salga de ese lugar tan oscuro. -ya que no piensas responder te propongo algo y tomaré tu silencio como un 'si' - suelto con falso entusiasmo ya que no se si funcionara -te reto a un duelo, si gano debes salir de aquí y pasar un par de horas conmigo y tu hermana y si tu me ganas cosa que dudo, puedes escoger lo que quieras que haga- me mira sorprendido
-no vas a ganarme- alardea
-eso no lo sabes, soy muy buena- aseguro. Me entrega un joystick
-escoge alguno- me enseña una gran colección de juegos y la verdad no se cual elegir pero al azar tomo uno que es de combate. Luego de escoger los jugadores damos comienzo a la partida. Es interesante ya que no conozco las habilidades de esta chica pero al menos cubro el rostro ante sus ataques. Alan se rie de mi, esta claro que conoce muy bien el juego.
-¡te lo dije!-
-esta bien, te pediría la revancha pero soy una buena perdedora. Dime ¿qué quieres? - me observa unos segundos, quizás si fuera psicóloga entendería aquel silencio pero no lo soy.
-quiero una malteada en el patio platicando con ustedes- replica y yo sonrio sin poder evitarlo, intento controlar mi emoción y no saltar como una loca delante de el.
-¡sus deseos son órdenes!- imito el gesto de un soldado llevando la mano hacia mi cien. Bianca al vernos se cubre la boca con ambas manos, su mirada se ilumina y se ve realmente feliz. Y eso me hace creer que no todo está perdido, si puedo o no ser madre no me cambia como persona, la felicidad está en cosas simples como un abrazo, una mirada y el compartir con las personas que amas.
~Narra Liam~
Luego de hacer mi rutina de ejercicios decido darme un baño, suena mi móvil y lo tomo, es una llamada de un numero que no tengo agendado. Atiendo
-hola- digo, nadie habla. Observo la pantalla y sin más cuelgo, es la segunda vez que alguien marca con solo la intención de molestar. Quizás deban ser líneas para estafar a las personas, dejo el celular sobre la cama y entro al baño.
Después de darme una extensa y relajada ducha bajo a la cocina y empiezo a preparar la cena; la puerta principal se abre y siento sus pasos acercarse a mi, giro y veo a Sarah tan sonriente como hace tiempo no la veía
-¿a que se debe tan encantadora sonrisa?- pregunto. Deja un beso en mis labios
-acabo de visitar a Bianca y también a su hermano Alan ¿lo recuerdas?- inquiere, asiento con la cabeza -él ya no es aquel niño que conocimos, creció y digamos que le cuesta asimilar que no puede caminar. Se la pasa encerrado en su cuarto pero logramos que saliera, pasamos una tarde increíble. Reia y hablaba tanto que olvidé las horas. Siento regresar tarde-
-no te preocupes, visite a mi sobrino y luego Anthon me escribió que estaba aquí, por eso vine. Despues hice mis ejercicios y eso es todo, no te extrañe tanto- bromeo, entorna sus ojos y suelto una carcajada -no es cierto amor, te eché mucho de menos- dejo un beso en su frente -ya te lo he dicho pero lo sigo creyendo tienes un don especial, eres especial y más aún con los niños-
-no exageres amor- baja la mirada apenada, me encanta cuando sus mejillas se sonrojan, luce tan tierna. La envuelvo entre mis brazos mientras una loca idea pasa por mi mente, quizás pueda lograr que Alan asista a una de nuestras prácticas.