~Narra Emma~
Suena mi celular miro la pantalla y es un número el cual no tengo agendado. Frunzo el entrecejo mientras intento desperezarme un poco. Aún no suena mi alarma para ir a la universidad.
-hola- digo
-Emma necesito verte- miro la pantalla para corroborar que no tengo agendado ese numero
-¿de donde me llamas?- pregunto
-esto es una mierda pero necesito que confíes en mi. Hablaremos cuando llegues aquí, estoy detenido- suena preocupado y comienzo a creer que no se trata de ninguna broma.
-¿cómo que detenido? ¿Liam qué has hecho?- mi corazón se acelera tanto que parece salirse del pecho
-no puedo decírtelo por teléfono. Tienes que venir, solo dame la oportunidad de explicartelo. Debes creerme Emma, no lo hice- suelta entre sollozos. Destroza mi alma oírlo tan mal
-dime dónde estás y voy inmediatamente-
Luego de decirme la dirección finalizamos la llamada. Siento un nudo en mi garganta. Confio en mi hermano, se todo de él y estoy completamente segura de que seria incapaz de lastimar a alguien. John duerme como un angelito, toco su hombro suavemente
-¿que pasa amor?- inquiere adormilado
-debo salir ¿puedes quedarte con Thomi esta mañana?-
-¿ahora? ¿Que hora es? ¿Que ocurre?- abre los ojos y me observa desconcertado
-tengo que ver a Liam, no se lo que pasa pero parece que esta en problemas- mis ojos se cristalizan. John me envuelve entre sus brazos -te llamaré en cuanto tenga novedades. Te amo- me pongo de pie y camino al baño dispuesta a arreglarme un poco.
~Narra Sarah~
Soy una idiota, mil veces idiota. Isaac prepara un café mientras yo camino de un lado al otro en la sala ¿a dónde se habrá ido Liam? No responde mis llamadas. Pero esta bien, merezco esto por ocultarle que veía a Jack, aún creyendo que era una alucinación yo debí contárselo pero ya no importa, es tarde. Lo perdí para siempre
-toma- Isaac me entrega una taza de café
-gracias- digo aceptándola
-sientate- así lo hago -sabias que esto iba a pasar- me regaña serio
-¿por que se lo contaste?- lo miro a los ojos
-intentas culparme a mi para sentirte mejor. Pero la única responsable eres tú, te lo he dicho antes, debes hablar con Liam pero no quisiste. ¿Por qué no confías en el?- inquiere. Me molesta su actitud pero tiene razón, soy la única culpable
-temía que pensara que estaba loca, se supone esto no pasaría, no se enteraría así- bajo la mirada. Dejo la taza sobre la mesa -Lucy le escribío para contactarse conmigo y yo me moleste, entiendo que Liam debe sentir lo mismo. Enojo porque tu lo sabías y no el-
-yo no soy tu ex, solo soy tu amigo- corrige
-entiendes a lo que me refiero- suelto un suspiro de cansancio -¿dónde estará?- tengo ganas de llorar pero no lo haré, no aquí.
-no tengo idea, tu lo conoces más que yo. ¿Donde crees?-
-solo espero no intente buscarlo porque ese tipo está loco y es capaz de cualquier cosa- me siento fatal, se me estruja el corazón de solo pensar en que Liam pueda estar en peligro.
-tranquila, estaba muy cabreado pero no creo que sea tan tonto como para ir a buscarlo solo- se que Isaac intenta tranquilizarme, se acerca a mi y me da un abrazo
-siento meterte en mis asuntos, no quiero que tu y Liam terminen mal por que mi culpa- digo honestamente
-ya se le pasará, estoy seguro de que hablaran cuando este más tranquilo- asiento
-debo irme-
-¿a donde?-
-no lo sé, quizás a algún bar o por ahi. Necesito beber, olvidar y estar sola- replico
-no seas inconsciente Sarah, por favor. Ese tipo está allá fuera puede que quiera lastimarte ¿y tu se lo dejaras así de fácil? - suelta molesto
-no quiero vivir con miedo otra vez, ya no. Estoy cansada de esconderme-
-embriagarte no es la solucion-
-tienes razón, no lo haré. Quizás solo quiera llamar la atención y que Liam llegue a rescatarme. Pero eso no pasara- mis ojos se cristalizan
-no pienso dejarte salir ¿lo entiendes? No hasta saber que estaras a salvo-
-Isaac no tienes que protegerme todo el tiempo, soy adulta y puedo asumir las consecuencias de mis actos. Si me equivoco esta muy bien- camino hacia la salida, pero toma mi brazo
-no Sarah, pasarás la noche aquí. No importa cuánto te resistas. Dormirás en mi cuarto y yo en el sofá pero de aquí no sales- me zafó de su agarre
-¿vas a obligarme?- pregunto desafiandolo
-si- replica, se apresura a cerrar la puerta con llave -quieres llorar y patalear como una niña, hazlo de hecho no importa porque nadie va a oirte- se dirige a su cuarto y yo solo me siento el sofá, hundo los codos en las rodillas y me cubro el rostro con ambas manos ¡espero puedas perdónarme Liam!
~Narra Emma~
Llego a la comisaría donde está detenido Liam
-hola ¿aquí se encuentra Liam Brown?- pregunto. La mujer policía asiente
-¿tu quien eres?-
-su hermana, él me llamó hace una hora y me pidió que viniera ¿puedo verlo?- no se cuanto tiempo soportare esta tortura. Necesito hablar con él ya. La mujer observa la pantalla de la computadora fijamente sin responder una sola palabra -no se porque esta aquí, necesito hablar con él por favor- insisto un poco más alterada, levanta la vista y me lanza una mirada fulminante
-venga conmigo- se levanta y me lleva hacia una sala apartada -espera aqui- vocifera fríamente. Intento lucir tranquila pero mi corazón late muy de prisa en cuanto lo veo entrar me abalanzo a sus brazos.
-¡gracias por venir!- susurra
-¿por que estas aquí?- pregunto al separarnos. Su mirada luce apagada, tanto que asusta, observo su cuello marcado y un hematoma en su ojo izquierdo; tomamos asiento sin dejar de mirarnos
-me acusan de abusar de una chica- susurra
-¡¿que?! -
-Emma yo no le hice nada, debes confiar en mi. Por favor, créeme yo no la toque- sus ojos se cristalizan. Tomo sus manos y las presiono
-calmate, confío en ti. Sabes que eres la persona más importante para mi, eres mi todo. Cuéntame que pasó, necesito saber cada detalle- le hablo dulcemente mientras observo cada gesto, es mi hermano y lo amo más que a nada en el mundo pero debo asegurarme de que todo lo que diga sea verdad, aunque me destroce el corazón.
~Narra Liam~
Aparco el vehículo, guardo el celular en la guantera. Aunque aquí no tengo señal lo dejo apagado. El único lugar donde logro despejarme es aquí aunque en estos momentos también me hace mal recordar las vacaciones que hemos pasado Sarah y yo. Camino en la arena acercandome a la orilla del agua, desde el primer momento que vi esta casa me enamoré de su armonioso paisaje, las vistas son totalmente increíbles. Los árboles decoran todo el lugar, la brisa golpea mi rostro húmedo debido a las lágrimas. Se que me hará sentir menos imbecil estar aquí, en cuanto vea a Sarah correre a ella y la abrazare porque la amo más que a mi vida, pero no puede seguir mientiendome, ocultándome cosas así no es el amor. A lo mejor deseo castigarla, no lo sé. No suelo actuar de forma impulsiva.
Muevo mi cabeza solo para intentar apartar esos pensamientos lastimosos de mi mente.
-que casualidad verte aquí- dice una voz femenina- volteó y veo a la hija de Harry a unos pocos metros
-¿por que?- inquiero serio
-disculpa, hola. Se que nunca nos presentaron pero mi nombre es Beah, en realidad Beatriz pero mis amigos me llaman Beah- sonrie timidamente
-la hija de Harry ¿cierto?- inquiero
-si, la misma- vuelve a estar seria -es una casualidad encontrarte aquí porque papá quiere hablar contigo. De hecho intento marcarte un par de veces y lo mandaba al buzón-
-bien gracias, hablaré con el más tarde- giro nuevamente hacia el mar
-por lo que oí es urgente. No me gusta interferir en sus asuntos pero algo anda mal- insinua
-¿algo?- volteo otra vez
-si no me crees puedes marcarle, aunque ya que estás aquí deberías verlo personalmente-
-a lo mejor- respondo sin animo
-él cree que soy una niña y por eso no me cuenta mucho, pero ha estado visitandolo un señor y creo que es porque algo no anda bien con esta casa- no tengo idea que este pasando pero hablare con Harry -¿irás a verlo?- pregunta con cierto interés
-si- respondo
-bien, adiós- se aleja corriendo. Mientras camino hacia mi auto, abro la puerta y me siento miro hacia la guantera con la intención de encender mi celular pero no lo hago solo enciendo el motor y encamino hacia la casa de Harry, me dedico a observar el camino admirando la naturaleza que caracteriza el lugar.
Luego de conducir veinte minutos me dentego frente a la construcción, no veo su camioneta pero a lo mejor esta guardada en otro sitio. Bajo y camino hacia la puerta y antes de que toque el timbre ésta se abre
-hola de nuevo- saluda Beatriz
-hola ¿está tu papá? Si no dile que me llame mañana-
-esta esperándote en la biblioteca de la casa la cual ocupa como oficina o algo asi- sonrie timidamente -pasa- se hace a un lado y entro. Cierra la abertura -es por aqui- camina unos pasos adelante. La sigo en total silencio. Llegamos a una puerta marrón y la abre, entro pero para mi sorpresa allí no está Harry. Volteo molesto
-¿esto es una broma?- inquiero. Cierra la puerta con llaves y la deja en su brasier
-no, pero jamás has notado mi presencia y eso comienza a molestarme- camina hacia mi
-abre la puerta- espeto, se detiene a pocos centímetros
-¿temes no poder resistir?- de pronto la niña tímida desaparece esboza una sonrisa seductora
-que abras la maldita puerta-
-¿nervioso?- no deja de reír -me vuelves loca Liam, me encantas- comienza a desabrochar su camisa. La detengo de inmediato
-¡estás loca!- suelto cabreado
-tu me vuelves así, quiero que me hagas el amor- intenta besarme pero giro la cara
-eso no va a pasar, estoy enamorado de mi esposa y no le fallaría jamás- camino hacia la puerta intentando abrirla aunque es difícil sin la llave. -¡mierda!-
-calmate guapo, no voy a morderte. Aunque ganas no me faltan. Si quieres salir de aquí empecemos cuanto antes- se abalanza sobre mi, la cojo de las muñecas y la aparto
- estas perdiendo el tiempo, abre la puerta - suelta una carcajada, rajuña mi cuello -¡que abras la maldita puerta!- grito. Me ignora, se aleja y yo solo intento derrumbar la abertura repetidas veces. Esta claro que solo pasa en las películas. Volteo y la veo desabrochando su pantalon
-¿que haces?- se jala el cabello -detente- golpea su cabeza contra la pared. Corro hacia a ella para detenerla y empieza reír, la suelto de inmediato -estas mal- un suspiro de cansancio escapa de mis labios, busco en mi bolsillo el móvil pero recuerdo que le he dejado en el auto y maldigo una y mil veces por no tenerlo en este preciso momento. Siento un ruido giro y veo que esta destrozando su camisa, la dentego otra vez -¡basta!- la sujetó de los brazos y comienza a gritar -¡Papá ayúdame, papá por favor!- llora y exagera la situación. De pronto la puerta se abre y Harry corre hacia mi -quiere abusar de mi papá, me hizo daño- chilla Beatriz
-¡eres un maldito desgraciado!- impacta su puño en mi rostro
-¡Harry no es...- vuelve a golpearme y justo allí reaccionó, me cubro antes de que vuelva a hacerlo.
-con mi hija no, lo vas a pagar- vocifera montón de cosas que ni siquiera intento asimilar. Me siento un completo imbecil por llegar aquí y creer en una niña. ¡maldita sea una y mil veces!
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Todo pasa muy rápido, Harry o su esposa llaman la policía mientras me retienen en su casa aunque no intento siquiera huir de aquí. Solo espero que se aclare cuanto antes.
La policía me trata como si fuera un delincuente y claramente a Beatriz como la víctima. No digo una sola palabra ya que no servira de nada, esposan mis manos y me llevan en una patrulla. Cierro los ojos con fuerza, mientras Sarah está sola, Jack libre y yo aquí en este gran problema. En cuanto llegamos a la comisaría me llevan a una celda agradezco no tener compañía.
-pasaras la noche aquí, mañana te derivarán a un reclusorio-
-¿puedo hacer una llamada?- pregunto
-en la mañana- responde el autoritario hombre.
~Narra Emma ~
"Te sacaré de aquí" esas han sido mis últimas palabras antes de que la mujer aparezca y me pida que salga de allí. Pobre de mi hermanito, claro que confío en él, es inocente. Mierda mil veces, para variar el miserable de Griffin esta vivo. Mi mejor amiga está en peligro y mi hermano detenido. ¡esto no puede empeorar! ¿O si?
Ahora es momento de buscar el mejor abogado para Liam, llego a casa dispuesta a investigar. Me encierro en la biblioteca de la casa, John sabe a medias lo que está pasando por eso entretiene a Thomi, luego de dar con el mejor decido llamarlo.
-hola ¿hablo con el doctor Mike Hawk? - pregunto
-hola si, el mismo- replica
-buenas tardes, mi nombre es Emma Brown y necesito de sus servicios cuanto antes-
-Emma Brown- repite pensativo
-si, así me llamo. Tiene que defender a mi hermano. Él es inocente- siento un nudo en mi garganta.
-¿de que lo acusan señorita?- cuestiona
-de abusar de una menor de edad- respondo
-lo siento yo no defiendo en estos casos-
-por favor, Liam es inocente. Al menos hable con él una vez y si no le cree ya no vuelvo a molestarlo- mis ojos se cristalizan
-¿Liam Brown?-
-si, el jugador de Real Madrid- respondo
-no, no lo conozco por eso. De hecho estudiamos juntos en primaria- comenta.
-no sabía eso-
-hablaré con él, pero no prometo ser su abogado-
-eso es más que suficiente para mi. Gracias- finalizamos la llamada, mi hermano no miente. Pero de todos modos debo hablar con esa chica.