Epílogo

Miro a Sarah con orgullo, ella camina hacia mi con su diploma en las manos y una amplia sonrisa que lo dice todo.
-¡felicidades!- digo al abrazarla, dejo un casto beso en sus labios
-gracias amor, sobretodo por soportar mis frustraciones- bromea
-no ha sido sencillo pero sobreviví- socarroneo
-todos queremos saludar a la doctora Morton- se queja mi hermana. Me alejo un poco dándole espacio a que ella le dé un fuerte abrazo también. Así lo hacen todos, sus padres y amigos. Nos tomamos varias fotografías luego nos dirigimos al restaurante que reserve para la celebración.

~Narra Sarah~

Después de años tan difíciles y duros logre culminar mi carrera. Muchos sentimientos invaden mi mente y mi corazón, me siento feliz porque finalmente soy doctora, toda la lucha y dedicación han valido la pena, por otra parte me apena no regresar a la facultad, donde he dejado llantos, frustraciones y nervios pero también aquella emoción luego de recibir una buena calificación. Extrañaré tanto a mis compañeros, incluso a los profesores.
Seguiré informándome y actualizando mis conocimientos pero ya nada será igual.
Debo admitir que Liam ha sido el mejor compañero, me ayudó muchísimo a que no renuncie en medio del camino.
Luego de recibir los diplomas nos abrazamos con fuerza
-felicidades - le digo a Clara
-gracias y felicidades a ti también, somos doctoras- responde. Ingrid y Coleman se acercan a saludarme
-ahora somos colegas, felicidades y bienvenida- sonrio ante sus palabras. Ella junto a Edwin, Ali y Deboh ya son doctores. Ingrid tiene a su pequeño bebé en brazos, finalmente ella y Coleman decidieron ser padres.
Giro y veo a mi familia esperando poder saludarme. Primero lo hace mi gran amor, pero mi alocada mejor amiga no desea esperar por eso bromea con que todos quieren felicitarme. Se siente increíble tenerlos a todos juntos.
Incluso papá viajó para mi graduación, mis hermanos, mamá y Jeremy. Mis amigos y mis suegros solo falta Les pero intento recordarla con alegría, agradezco tanto haberla conocido.
No puedo evitar sentir un poquito de pena por aquellas palabras de Liam "El día de tu graduación estaremos en primera fila aplaudiendote y gritando como locos junto a nuestros hijos" hace unos meses, tres en realidad dejé de tomar las píldoras anticonceptivas, se que es poco tiempo y la ansiedad no es la mejor aliada para quedar embarazada pero aún no lo conseguimos. De todos modos me siento plena y feliz, presiono el diploma con cierto orgullo ¡lo logré!
Liam toma mi mano y le regalo una sonrisa
-vamos amor- echo un vistazo a todos los presentes y no puedo evitar sentirme afortunada en tener una enorme familia. Aunque falte mi pequeñito Milo.

~Narra Liam~

La vida da giros inesperados, papá y mamá se la han pasado viajando mi hermana y yo sabíamos que eso no era normal. Supongo que ahora tiene sentido.
Papá tuvo otro hijo luego de que yo naciera, es mayor que Emma.
No parece ser un mal chico pero es extraño saber que ya no somos solo Emma y yo los hermanos Brown.
Marlon y su novia nos acompañan también esta noche.
Llegamos a la terraza "Rubaiyat" un chico de unos veinticinco años de cabello negro nos dirige hacia la mesa, tomamos asiento y poco después traen vino, comienzan a servirlo en las copas.
Mamá se sienta a mi lado lo suficiente lejos de papá y su novia Astrid.
-es muy bonito este lugar ¿tu lo escogiste?- pregunta llevando la vista hacia los lados
-si mamá, aunque reconozco que Emma me ayudo un poco- sonrio
-el menú ha sido mi grandiosa idea- dice ella quien está sentada al frente. Mamá niega divertida
-claro hija cuando de comida se trata- socarronea ella y no puedo evitar dar una risa burlona. Emma lanza una mirada asesina pero luego ríe también.
En cuanto nos acercan la entrada empezamos a degustar la deliciosa parrillada de verduras y pulpo a feira con pan y tomate.
Todos disfrutamos de la agradable noche y exquisita comida, nadie parece notarse incómodo y es lo que realmente importa.
Mateito se acerca a Sarah, ella se inclina un poco ya que habla en tono bajo con cierta timidez
-hermana te hice un dibujo- le entrega un papel doblado
-muchas gracias- ella lo abre y luego de verlo sonrie -me encanta, es el mejor regalo que he recibido- le da un beso en la mejilla y el regresa junto a Susie. Sarah me muestra la creación del niño, donde están ellos tomados de la mano y le escribió "Desearía que estuvieras más cerca, pero mamá dice que tu corazón siempre está junto al mío, te quiero mucho" sonrio, se cuanto le cuesta esta distancia pero en la vida es necesario tomar decisiones que a veces nos alejan de las personas que amamos y duele pero lo importante es mantener el contacto y demostrar el interés en saber que le ocurre al otro, escribirle, llamar, no dejar de decir que lo echas de menos. Presiono su mano y ella me regala una sonrisa.
-¿quieres vacacionar en casa de tu mamá unas semanas?- pregunto en susurro, me mira asombrada
-seria bonito pero no creo hacerlo por el momento- replica segura
-sabes que apoyo lo que decidas, acepto cualquier decisión que tomes y te haga feliz -
-lo sé amor y te agradezco tanto por ser tan dulce y perfecto -
-nuestra historia es perfecta- respondo. Luego recuerdo que no estamos solos y muerdo mi labio inferior, no todo el mundo tiene que conocer mi lado cursi.
Solo mi chica lo sabe, y ahora también mamá. Quien simula no haber oído nada pero su risita la delata.
En cuanto terminamos de cenar y nos despedimos de todos regresamos a casa; ha sido una extensa pero agradable noche. Abro la puerta y Sarah me observa con cierta picardía, camina hacia las escaleras pero antes de subir gira a verme
-¿de verdad crees que todo ha sido perfecto entre nosotros?- cuestiona y asiento
-claro que sí, merece ser un libro o tal vez una película- intento bromear
-yo creo que solo merece ser contada a nuestros hijos- replica acercándose a mi, pasa sus brazos alrededor de mi cuello
-estoy de acuerdo contigo amor. Y a nuestros nietos- agrego. La miro, su mirada puesta en mi tan tierna, tan de ella; me centro en su boca acaricio su rostro y cierra los ojos. El dorso de mi mano recorre su suave mejilla. Mis manos cubren su rostro reposando en su calida piel.
Su cara y la mía se miman en el ritmo de inhalar; mi pecho palpita como si fuera a estallar. Sus labios se pegan a los míos y una pequeña sonrisa destella en ambos. Un brillo en sus pupilas me embriaga, me dejó llevar y me pierdo en esa dulzura que causa. La extraña sensación que sacude mis sentidos, envuelvo su cintura con mis manos y presiona mi cuello, es un beso tierno apenas un roce de movimientos lentos con pura suavidad. Donde el cosquilleo se vuelve incontrolable, como un abrigo de electricidad que envuelve mi cuerpo deseando besarla más.