Noa guardo los libros de literatura en su casillero y cuando lo cerró, se dio la vuelta sin saber a dónde ir. La clase había sido cancelada porque el profesor se sintió mal del estómago y como no conocía a nadie, a excepción de Nathan, pero él no daba esa clase, se encontraba sola.
A su alrededor habían pequeños grupos de amigos en los cuales no encajaba y tampoco conocía. Además de que aunque no se llevaba bien con Joan o Seth, por lo menos ya había entablado conversación con ellos. En especial con Joan que era muy amable, en cambio Seth era un bastardo insensible, sexy y guapo, pero a fin de cuentas un bastardo.
—«¿Solo soy amable? Dulce, atractivo, inteligente, guapo y sexy son otras palabras que también puedes agregar sobre mi»
Noa abrió los ojos con sorpresa y se tambaleó sobre sus pies, por suerte nadie parecía haberla visto. La voz de Joan había sonado rara, más ronca de lo normal y al buscarlo, pero no verlo entre los estudiantes cercanos, no supo si asustarse porque escuchara lo que pensaba o porque no estaba. «¿Eres acaso invisible?» La risa de él surgió clara de la nada y ella se asustó de que alguien más le oyera, pero nadie a excepción de ella pareció oírlo.
—«No seas tonta, cariño. Sólo tú puedes escucharme...es telepatía. Ahora mismo estoy hablando en tu cabeza y ni siquiera estoy cerca tuyo. Relajate, saca tu móvil y finge hablar por teléfono si quieres, estoy en la cafetería» —le explicó Joan.
«Aunque hay cosas que sé de ustedes, no dejó de sorprenderme ¿Podrás escuchar lo que hablo?»
—«Siempre y cuando lo que digas y pienses sea lo mismo. No es lo mismo que pienses que Seth es atractivo y que al mismo tiempo le digas que no lo soportas».
«¿Escuchaste eso? ¡Tierra tragame!»
Noa se mordió la lengua y cerró los ojos por un segundo.
—«Solo una parte, me costó mucho acceder a tus pensamientos pero finalmente lo logré. Es mucho el tiempo con este poder como para no enfrentar un desafío como lo eres tú, pero tranquila, no diré nada».
A ella se le iluminaron los ojos un tanto alivia, pero decidió no cantar victoria tan rápido. Con la mirada buscó el lugar mas alejado de las demás personas y al no hallarlo empezó a caminar para salir al campus. Si tenia que verse como una loca pensativa, quería hacerlo lejos de miradas.
«¿Enserio? ¿Por que lo harías? Digo, pareces un buen chico, algo callado, pero andas con Seth y su bola de guapos descerebrados matones».
Joan río y ella se preguntó porqué sonaba tan neutra en sus pensamientos y él tan natural.
—«Cosas de humanos» —dijo como si respondiera a su pregunta—. «A diferencia de Seth, no soy muy prejuicioso con los humanos y aunque no todos me agradan, tú lo haces. Eres sincera y puedo verlo en algunos de tus recuerdos. Eso te hace especial y no creo que solo sea por el hecho de que vienes de un lugar donde soy un personaje de libro».
Su explicación fue tan gratificante que Noa se sintió feliz.
«Gracias. Sin embargo no puedo evitar preguntarte ¿Por qué fastidiaban a algunos estudiantes y a Erika?».
—«No se que tanto leíste, pero te lo contaré desde mi perspectiva. Molestamos chicos, tienes razón, pero los escogemos cuidadosamente y no son unos santos, tienen un pasado y es solo un método de castigo que usamos. De mi parte jamás he lastimado alguno, no me gusta la violencia a menos que realmente deba usarla. Mike y Seth son mas que mis amigos, son mis hermanos y siempre los he apoyado, pero eso no significa que esté de acuerdo con lo que hacen y lo de Erika... Es un asunto totalmente diferente. He intervenido en algunas ocasiones, pero nunca pasa de bromas o palabras...
«Eso me molesta mucho, creo que no saben el daño que una broma puede hacerle a nuestros sentimientos, las palabras pueden herirnos más de lo que parecen... vale entiendo lo de los chicos y a juzgar por como es Seth, en parte lo de Erika... Ni yo le caigo bien. Pero él parecía molesto con ella, como si en realidad la detestara y eso...».
—«Nunca admitire que dije esto. Pero en el fondo creo que a Seth le gustaba Erika y eso era lo que mas le molestaba. Asunto acabado, no diré nada más ».
Las palabras de Joan se repitieron en su cabeza como disco rayado. En el fondo a Seth le gustaba y quizás era lo que mas lógica tenia después de todo. Ella quiso preguntar algo más, pero Joan se pronunció primero.
—«Nos vemos después de la escuela y abrigate que iremos a un lugar frío».
«¿Que? No puedo, le dije a Nathan que iríamos al cine»
—«Inventa una excusa. Tengo que terminar nuestra platica, tengo practica con el equipo, mi supuesta siesta ya terminó. Ahhh y si quieres camina cerca del bosque, estarás bien allí, iré si sucede algo».
«¿Bosque?»
Aunque Noa esperó una respuesta, ésta nunca llegó y comprendió que Joan se había ido. Le quedaron muchas preguntas sin formular y todo porque el rubio se había dado a la huida. Sin mas nada que hacer, ya que faltaban dos horas antes de la última clase, ella caminó hasta el campo de fútbol, no pretendía acercarse mucho para no atraer la atención sobre ellos, ya que la noche anterior habían acordado no verse en público, después de todo Erika y ellos no se llevaban nada bien.
Estando cerca del campo, tenía la esperanza de ver a Joan y así continuar su conversación. A lo lejos vio a un grupo de chicos charlar y también a un grupo de animadoras, así que hasta allí le llegaron las ganas que tenía, y por lo que siguiendo el consejo de Joan se desvío hasta el bosque, haría un cambio de planes. No quería alejarse mucho, pero tampoco quería ser vista. Sólo buscaría un lugar donde pudiera echarse y mirar el cielo.
—Supongo que mis preguntas tendrán que esperar un poco, si fue capaz de soltar la sopa sobre Erika, podrá decirme más cosas —murmuró así misma—. Sin embargo me pregunto a donde iremos tan abrigados... —Sus palabras quedaron en el aire, ella se detuvo de golpe.