In Love

5. No sé que sucede

 

8

 

El ambiente se cargó de repente de un aire tan pesado y tan denso que podía ser cortado a la mitad con un movimiento certero. Ambos jóvenes se veían el uno al otro con miradas tan asustadas pero tan distintas a su vez y  a su manera. Podían escucharse los corazones palpitar y retumbar los pechos a un metro de distancia el uno del otro, perfectamente se podía apreciar como el tiempo parecía haberse detenido justo en ese instante, como si las manecillas de todos los relojes en el mundo se hubieran quedado trabadas, todas al mismo tiempo.

 

El viento sopló y levantó hojas muertas y abandonadas en el suelo haciéndolas flotar y girar en pequeños remolinos de aire gélido. Gélido como de repente pareció ser todo.

 

— ¡JiMin-ie! ¡Al fin te encuentro! — escucharon una voz que se acercaba en tanto ambos chicos se miraban a los ojos, uno con cara de terror y confusión y el otro totalmente resignado a lo que estaba sucediendo. No había pasado más que unos cuantos segundos, pero se había sentido como una eternidad — Oh, YoonGi Hyung, también estás aquí— la presencia de TaeHyung invadió el espacio cortando las miradas con su brillo natural mientras les regalaba una sonrisa jovial  llena de ternura. —  ¿Están hablando? — TaeHyung que no entendía que pasaba y por qué sus dos amigos estaban tan callados, optó por posar sus manos en los hombros de quien conocía por JiMin sobresaltando al chico con la acción. Se extrañó por un momento debido a que jamás había visto a su compañero y amigo actuar de esa manera. Menos siendo tan serio como estaba siendo, aun cuando se encontraba frente a la presencia de YoonGi. Le hizo preguntarse: ¿Qué estaba pasando?

 

— Uhm, ya. Ya entiendo — dijo al fin Yoongi asintiendo con los ojos inyectados en furia — ¿Es una broma entre los dos, verdad? — los señaló con su índice acusador y aunque el más bajo se quedó totalmente quieto y serio, TaeHyung quien le llevaba varios centímetros de altura a ambos frunció el ceño sin entender ni medio. Por otro lado; YoonGi rió amargamente. — Claro, por eso has venido, JiMin. Por eso me has buscado... — Comprendió asintiendo y señalando al jovencito que seguía mirando a Yoongi con algo parecido a la lástima — Y tú — prosiguió señalando ahora a TaeHyung que ya dudaba de la cordura y salud mental de su amigo y vecino — La actuación fue buena ¿Te escondiste hasta que JiMin se la pusiera? ¿Cómo se pusieron de acuerdo? — Negó con la cabeza — No importa. Ya se ha acabado. Ya no me da gracia así que es mejor que paren ¿Entienden? — TaeHyung miraba confundido a YoonGi. Pero lo que más le extrañaba y tenía de cabeza en confusión a Shin Taehyung era la actitud de JiMin. Su amigo solo veía a YoonGi como si entendiera su actitud, como si entendiera toda su cólera y lo que parecía un miedo reflejándose bajo sus achocolatados ojos.

 

YoonGi se descargó contra ellos sin parar cerca de un minuto y medio, diciéndoles que eran unos estúpidos por pensar que él caería en algo así, que buscaran algo mejor que hacer que joderlo y que no se les ocurra acercarse a él más nunca. Cuando terminó, el ambiente quedó cargado, pero esta vez en un silencio total...Pasaron algunos minutos en los que TaeHyung parecía estar en un partido de tenis mirando de un lado al otro a sus amigos mirarse a los ojos, se humedeció los labios y abrió la boca para hablar y preguntar dónde estaba la gracia en todo aquello, pero nada salió, YoonGi habló primero.

 

— Lo que no entiendo es ¿cómo sabías de la pulsera? No entiendo cómo sabías que me afectaría... Tú — dijo mirando a TaeHyung con los ojos cristalizados, no sabía por qué, pero todo lo estaba afectando de más. Podía sentir el nudo de la impotencia asentarse en la garganta — ¿Fuiste a la colina? ¿Acaso tú me seguiste hasta allí?

 

TaeHyung soltó el aire negando sin creer que estaba escuchando a YoonGi hablar tantas incoherencias cuando su Hyung siempre había sido alguien tan centrado y maduro...

 

— ¿De qué carajos hablas? — Exasperó al fin — ¿Qué colina? ¿Qué pulsera? ¿De qué...?

 

— ¿T-TaeHyung? — Escuchó la ahora gruesa voz de JiMin interrumpirle — ¿Te llamas así, no?

 

— ¿Qué? ¿Tú también? — Ahora sí que el más alto de los tres no entendía nada. — ¿Saben qué? No sé de qué va esto, pero yo me largo, cuando se les pase la luna me llaman y volvemos juntos a casa. Adiós. — Acto seguido se acomodó el bolso en el hombro y se marchó. Dejando nuevamente silencio entre el pelinegro y el castaño. Un silencio que nuevamente YoonGi cortó.



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En el texto hay: lgbt, chicoxchico, novelacoreana

Editado: 03.01.2019

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