10 de octubre
Ya es casi él 11 de octubre (11:44 p.m.), un año atrás cumplía mi primer mes de noviazgo.
Lo recuerdo bien, yo era una completa perdida, no me acordaba mi propia fecha de aniversario, (y porque, si jamas había celebrado uno) así que básicamente él me hizo recordar nuestro día.
No se enfureció, es más, me había comprendido sin ofenderse.
Que bien me manipulaba él pendejo.
Hoy no vino la profesora de especialidad (colegio técnico, estaba en especialidad de computación), vagamos por dos horas, y ya no aguantaba ver a mi Mely mirando a su Frank, y este yeti congelado estar lejano sin mimarla (creo por burlas de sus amigos).
En mi cabeza Frank era solo una cosa: Un niño.
Y mientras jugaba fútbol él infeliz, mire a José jugar también, los recuerdos me llevaron a nuestro último abrazo en él estadio juntos.
Estába sin mascarilla. Y como yo soy especialista en sobrepensar todo pensé:
"Seguramente lo hace porque... Ya se besó con ella"
La jodida sensación de dolor en mi pecho me empezo por aquejar.
No, basta pendejo, ya comprendí que él cuento tuvo su final infeliz (¿Feliz? Que buen chiste)
Luego del recreo decidi largarme, Mely tenía una razón para quedarse, su novio.
Yo no, estaba cansada de ver al pendejo con su nueva novia, fue suficiente.
Me largué, llegue a casa, y luego de no haber llorado en una semana lo hice.
Llorar me desprendía de el, cada día era mejor.
¿Por qué mentias tan bien? ¿Fingiste todo ese amor?
Carajo, me empezaba a desesperar.
¡Vete de mi cabeza! ¡Largo!
¡YA NO QUIERO AMARTE MÁS, ME LASTIMAS!
Y Dios, finalmente me escuchó.
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Editado: 20.10.2023