Ryan Stocking:
Abro la puerta que estaba con llave, por suerte llevaba la mía suspiro antes de entrar y al hacerlo veo a mi padre en la sala, bebiendo y viendo la televisión, aun no nota mi presencia, realmente nunca lo hace.
Ryan: Hola papá, ya vine -le digo bajo pero audible-
Papá: –¿Y eso debería importarme? -dijo de mal modo y es que en su voz se escuchaba que llevaba mucho tomando alcohol –mejor ve a buscar a tu madre, tengo hambre– me ordena con voz pesada-
Ryan: –Está bien papá -susurré y salí nuevamente de la casa en busca de mi madre. Ni siquiera se dió cuenta de mis moretones.
La busque en todas partes, la busque donde gigi lugar donde siempre está pero raramente hoy no estaba ahí.
Ryan: –Gracias gigi... –le agradecí por la información.
La busqué en el bar en el que trabaja pensando en que talvez podría estar ahí por algún asunto relacionado a su trabajo, su jefa me dijo que estaba en el baño. Fui ahí, toqué la puerta pero al no recibir respuesta decidí entrar; mi gran sorpresa fue cuando la vi a ella teniendo sexo con un tipo totalmente desconocido para mi, no tuve valor para confrontarla, de un momento a otro todo se volvió en cámara lenta, me sentía mareado.
Corrí lejos de ese lugar y fui al parque más cercano a pensar, distraerme u olvidar lo que hace unos momentos presencié...
Justine Cumberbatch POV:
Después de haber dejado a Ryan en su casa llegue a la mía, salude a Carin y cenamos juntas, me comenzó a hablar sobre cuando se junto con el abuelo Robert, escuché atenta a cada palabra y mencionó un punto el cual me dejo un poco desconcertada.
Carin: –Y es curioso porque así como tu te conociste con el jovencito este, ¿cómo se llama? -piensa- Ryan, pues fue muy similar con Robert pero aquí los roles cambian ya que fue a mi que me golpearon, en ese tiempo por desgracia era lo más normal que a las mujeres las golpearan y la policía no hacía mucho pero el fue un verdadero caballero y me defendió arriesgando su vida por salvarme -suspira enamorada- el me llevó a su casa y de ahí me curó las heridas, la cosa es que desde el primer momento nos enamoramos.... Y el resto ya lo sabes -ríe un poco.
Justine: –Si abuela, muy linda la historia -dije poniendo los ojos en blanco- pero la cuestión aquí es que yo lo hice por el simple hecho de ayudarlo, lo hubiera hecho por cualquier otro. -aclaré- Por supuesto que no, nada de eso. Esa tontería de el amor a primera vista no aplica conmigo.
Carin: –Eso dices ahora pero tarde o temprano alguien vendrá a ponerte el mundo de cabezas; es inevitable.
–Abuela, el amor es algo fantasioso, tanta miel no puede ser posible; igual muchas gracias por compartir tu historia con el abuelo.–me acercó y beso su mejilla.
Carin: –Debes tener en cuenta que cuando llegue la persona que robe tu corazón al principio no sabrás que es el, entraras en negación ante los deseos de tu corazón y luego te aventuras en ese mar desconocido, darás tu vida por proteger la suya. El amor trabaja de maneras extrañas.
Las palabras de mi abuela resuenan en mi cabeza y no puedo evitar pensar en lo que podría ser, en ese cuento pintado de rosa y muchos colores. ¿Habrá alguien que pueda amar a este desastre de persona?
Amor únicamente el de mis padres.
En cuestiones del amor soy bastante escéptica, ahora es dudoso que exista el amor verdadero, el único amor verdadero que he podido presenciar es el de mis padres, justos en y hasta la eternidad.
Es triste ver tantas parejas rotas, infidelidades y los derivados del fracaso amoroso, jurar una eternidad limitada. Estoy bien con esas cosas fuera de mi vida, no chicos, no líos.
Luego de la "interesante" charla con Carin me ofrecí a lavar los platos, no tenía mucho que hacer, estaba aburrida así que cuando terminé pensé en ir al parque que está cerca de aquí, debía explotar este lugar, salir de las cuatro paredes en las que me he escondido.
–Carin, vuelvo en un par de horas, quiero ir a caminar.–le aviso. Me acerco a ella para depositar un beso en su mejilla.
Carin: –Ve con Alan.
–¡¿Qué?! No, por favor no.–le ruego.– puedo cuidarme sola, de eso no hay duda.
Carin: –No estoy preguntando si estás de acuerdo, es una orden. No puedo dejar que te arriesgues a andar sola por la calle donde hay tanto peligro. Vas con el o no sales.– no sé porqué quería fastidiarme de esa forma. No le daré gusto.
–¿Sabes qué? Se me quitaron las ganas de salir, te lo agradezco. Y si me permites iré a mi cuarto.– subí las escaleras y con paso frustrado llegué caminé a mi cuarto.
Espere un poco más para que estuviese totalmente oscuro para poder escabullirme de la seguridad. Como en típica película salir por la ventana, visualice mi punto de caída. Habían unos arbustos que sin problema amortiguarían mi caída.
No era la primera vez que hacía esto; sin esperar más me dejé caer en los arbustos y con éxito llegué al suelo. Ahora solo quedaban los muros. Corrí hasta quedar próxima a los muros y entonces fue cuando tome impulso para saltar pero no fue lo que esperaba. Hice mal mis cálculos y mi cuerpo se estampó contra la pared. Maldije en voz baja y lo volví a intentar.