In The Middle of The Night

| Capítulo: VI |

Justine Cumberbatch POV's

 

Esta asignatura que sigue ya no me acompaña Ryan, inevitablemente me preocupa pero trato de concentrarme y cuando entro al salón de clases observo que este está dividido en grupos, esto parecía una pirámide jerárquica donde las clases sociales en este caso los estudiantes se dividían desde los más populares hasta los que supongo son los marginados. La escuela sin duda es un asco.

Ignoro a todos a mi alrededor y busco un lugar donde pueda sentarme, trato de encontrar uno donde esté lo más alejado posible del resto, entre menos interacción social tenga mejor.

Saco mi celular y aprecio el fondo de pantalla el cual es una foto de mis padres, lo guardo al escuchar la puerta abrirse y ver que es el maestro de Química, nos da los buenos días.

El transcurso de la clase va bien pero hay algo que me no me deja concentrarme por completo, es como si alguien me estuviese observando, trato de encontrar a la persona pero no logro ver a nadie, quizás solo sea mi imaginación.

Gracias a Dios el timbre suena y por fin puedo salir de ahí, y en cuanto abro la puerta una mano con las uñas pintadas de esmalte negro me lo impide.

Xxx: -Hola, solo quería decirte que tu presentación fue increíble- Habla el desconocido.

-Gracias.

Xxx: -No es nada- dicho eso el abre la puerta y se va.

Que raro. 

Hago lo mismo y trato de ver a Ryan poniéndome de puntillas ya que la multitud de personas que van de un lado a otro impiden la buena visualización. 

Ryan: -¡Hola!- me asusta mientras estoy de espalda.

-Me asustaste- volteo.

Ryan: -¿ah si? No pareció, sigues igual de seria-

-Si bueno, soy de las personas que se asustan en silencio.

Ryan: -Si, seguramente...- se queda en silencio observándome -¿Oye por que no vamos a la cafetería?-

-Oh ¡por favor! Estaba esperando a que lo dijeras.

Reímos juntos y lo sigo hasta la cafetería, las manos de Ryan están en movimiento continuó, algo así como ansioso.

-Ryan... ¿Estás bien?-

Ryan: -Claro que si. -

-Aparentemente lo estás pero tus manos...-

Ryan: -No pasa nada, estoy bien, ve... La fila esta un poco más corta- me da un leve empujón por la espalda.

-¿Y tu?-

Ryan: -No. Yo estoy bien así- un sonido que hace su estómago lo delata.

– Ryan, no desayunaste ¿verdad?- este agacha la mirada y niega.-Bueno, como soy todo un ángel - reí - te invitaré.

Ryan: -Oh no, eso si que no. Suficiente con ayer, de verdad estoy bien-

Le echo una mirada con desaprobación, lo tomo del brazo y hago que se ponga delante mío para así escoger algo de comer, un par de minutos después llega el turno de Ryan, la mujer que atendía le preguntó que deseaba comer pero antes de que ella le cobrara hablo.

-Lo que el vaya a elegir cobrelo con mi tarjeta- sin vueltas ella lo hace y solo veo a Ryan apenarse y tomar la bandeja. -Y bien ¿donde nos sentamos? -

Ryan: -¿Te parece si vamos al jardín?, es mucho más tranquilo y casi no hay personas. -

-Me parece perfecto.-

Nos vamos a un lugar más alejado del resto y respiro el aire fresco, me siento en el césped y Ryan imita mi acción, como en silencio mientras veo a los pájaros volar.

Ryan: -¿Que tal te ha parecido la escuela hasta ahora?-

-Bien.-

Ryan: -...

-¿Que más esperas que diga? No ha pasado nada extraordinario, bueno algo extraño si. Un chico se acercó a mí solo para decirme que mi presentación le había gustado, fue super raro.

Ryan: –¿Tu presentación o tú?. Bromea.

-Claro que no tonto- reí con el.

 

15 minutos después...

 

Ryan: -¿A que vas ahora?-

-Arte. ¿Tú?

Ryan: -Deportes...- este cambia su expresión a una un poco mas preocupada.

-No hay problema si falto a esta, puedo acompañarte.- propongo.

Ryan: -Claro que no, vete, se te hará tarde.-

-Ryan enserio, no hay problema.-

Ryan: -Puedes irte tranquila... Adiós -

Y sin decir más este se va dejándome sola en el pasillo, un poco preocupada voy al salón de Arte, me encuentro nuevamente al chico de la clase anterior y como si de cliché se tratara el único lugar libre es el que esta a su lado, voy hasta el y me siento.

Lo miro de reojo, este tiene audífonos puestos y los ojos cerrados desde aquí puedo escuchar la potente música que el está escuchando pero no es eso lo que llama mi atención si no los moretones y heridas recientes que están repartidas en toda su cara. Creo que el era a quien golpeaban en la mañana, no puedo evitar molestarme y ahora más que nunca me gustaría golpear a esos brabucones.

En cuanto entra la maestra de Arte el chico que está a mi lado se quita los audífonos, pone los codos arriba de la mesa entrelazando sus dedos y apoya su barbilla en sus nudillos; el en ningún momento me mira pero estoy segura de que sabe que estoy ahí. Las primeras indicaciones de la maestra es que tomemos un lienzo, lo hacemos y quitamos la mesa para que solo queden las sillas.

Tenemos que dibujar el paisaje que nosotros queramos, recuerdo cundo fui a Noruega y eso logra darme inspiración; no sé con exactitud que estoy haciendo pero mi mano solo agrega color al lienzo blanco, dejo que mi imaginación haga todo.




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