In The Middle of The Night

| Capítulo XI |

Justine Cumberbatch

 

Después de que haya ido a dejar a Ryan a su casa me tomé el tiempo de arreglar mi cuarto, acomodé las pocas cosas que estaban en desorden y quedé satisfecha con el resultado. 

Escuché como en ese momento mi puerta era tocada por Carin avisándome desde el otro lado que una visita nos esperaba en la sala, al parecer era algo importante pero ¿quién visita a las 10 de la noche? Sea quien sea era importante darme una breve ducha ya que me veía demacrada y con sudor por todos lados.

Una vez estando medianamente decente bajé con rapidez y al ver de quién se trataba paré en seco, el hombre cometa estaba sentado en el sofá de mi sala, Eryx, el gran mejor amigo de mi padre y viejo amigo de la familia en general había hecho acto de presencia en mi hogar. El hombre que cada tantos años aparecía.

Eryx: –Pero mira en que mujercita tan bonita te has convertido. Tan linda como tu madre.– dijo mientras me aprisionaba entre sus brazos.

–Que gusto verte.– tuve que decir.

Todos nos sentamos, me fijo que trae consigo un maletín y puedo imaginar por dónde va el asunto y su inoportuna visita.

–¿A qué debemos tu grata visita?

Eryx: –Las echaba de menos y, venía a discutir ciertos asuntos con la bella Carin, sé que la hora no es la mejor pero aproveché que andaba por el vecindario.

–¿Qué tipo de asuntos?– cuestioné.

Carin: –¡Justine! Son cosas de mayores.– me reprende.

Eryx: –Tranquila, naturalmente Justine siente curiosidad.– se dirige a Carin.– Bueno, quería que habláramos acerca del trato que desafortunadamente no pude cerrar con tu padre debido a aquella tragedia y bueno ya que tú vas a alcanzar la mayoría de edad...– esta vez se dirige a mi.

–¿El mismo trato que te dije hace años que no aceptaría?– cuestioné.

Eryx: –Aparentemente. Quería saber si lo habías pensado mejor dado que este trato nos benefi...– no le dejé continuar.

–Creo que está de más el que trates de convencerme puesto que mi posición es la misma.

El aprieta su mandíbula con media sonrisa en el rostro y mira hacia el suelo un momento.

Eryx: –A tu padre...– volví a interrumpir.

–Si crees que usando el nombre de mi padre vas a poder manipular mis decisiones te equivocas, soy más fuerte que eso aunque al parecer Carin no tanto.

Carin: –No seas insolente.

–No abuela, no quiero jugar el mismo juego sucio de este honorable señor y con tu permiso me retiro.– decidida a irme la voz de mi abuela me detiene.

Carin:–Como tu tutora recuerda que puedo tomar las decisiones.

–Y como la principal heredera ordeno que no puedes firmar absolutamente nada en mi nombre.– advertí. 

Lo único que hizo este hombre con su visita fue causarme problemas con Carin, idiota.

Carin: –Yo soy la adulta aquí, respétame.

–¡Entonces actúa como una!– de inmediato me retiré del lugar hacia mí habitación.

Evidentemente mi mente estaba dispuesta a todo menos a dormir así que decidí aprovechar la energía que aquella discusión me había dejado para continuar investigando acerca de el "accidente" de mis padres; claro está de que eso no era un accidente, al menos yo lo sé y siento que cada vez estoy más cerca de eso que tanto estoy buscando. 

Hasta el momento me he topado con paredes y algunos sospechosos, aunque, mi padre no fue muy creativo al dejar ciertos documentos en la biblioteca o quizás nunca imaginó lo que pasaría o puede ser que lo dejó a propósito sabiendo lo que pasaría. Este tema me da dolor de cabeza, retener el dolor que causan los recuerdos y reprimir lo que mi corazón desea expresar es difícil.

Encontré un nuevo archivo escondido en la computadora de mi padre,  algo referente a las cuentas de la empresa, una desviación de fondos del año 2008. Me desconcierto al ver los números y las gráficas en decadencia de los ingresos sospechosamente exagerada.

Paso un rato más así y mi vista está demasiado cansada, anoto ciertas cosas y las coloco en el pizarrón que está a un lado.

Bajo a la cocina por un vaso de agua y en eso el sonido de timbre y la voz que sale de el aparato causan escalofríos en mi, al reconocer la voz de la persona me tranquiliza pero no tardo en preocuparme al escuchar su tono y mensaje.

Salgo de la casa corriendo y le pido a Mike que abra las rejas para poder salir.

Mi corazón late fuerte y se detiene al ver el estado de el chico frente a mis ojos.

Todo pasó tan rápido y ya estábamos en sala de emergencias esperando a que la doctora que atendió a Ryan nos diga su estado actual, estoy nerviosa, furiosa y triste.

Mi corazón no puede con tanto y sin poder evitarlo unas lágrimas recorren mis mejillas. Estoy fría y mi abuela está hablando con la chica de recepción. 

Cinco minutos después la doctora regresa hasta donde estamos y me levanto de inmediato. 

-¿Cómo está el?- 

Dra.: -El ya está estable, le dimos un sedante para aliviar el dolor, por el momento está dormido. El estado en el que vino fue grave... ¿Saben cómo le sucedió?

-No, la  verdad no. Cuando salí de mi casa lo vi tirado e inconsciente.

Carin: -Asumo que fueron unos ladrones, lo extraño es que no es la primera vez que le pasa. 

Me alejo un poco mientras mi abuela sigue hablando con la doctora. No entiendo como sucedió si yo misma vi como entraba a su casa.

Espero que no sea lo que estoy pensando. 

Dra.: -Bueno creo que con eso es suficiente, pueden pasar a verlo un momento pero el sedante que le dimos le causará efectos secundarios así que es posible que tenga alucinaciones, nauceas, somnolencia e incluso vómito.  No hay porque alarmarse, síganme.




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