Justine Cumberbatch
Después de mi caída emocional, esa misma noche la pasé muy mal, constantes pesadillas que me atormentaban y que dejaban consiliar el sueño, dándole vuelta al mismo asunto, recreando la misma maldita escena; así que fui por una taza de té para intentar relajarme y poder dormir al fin pero todo fue inútil. Mi única alternativa (aunque bastante loca) aún estaba en duda.
Estaba entre llamar o no llamar pero mi orgullo me impidió hacerlo, y en cambio hice algo peor.
Tomé mi patineta y salí de mi casa, le pedí a Mike que me cubriera y este lo hizo con todo el pesar existente.
El frío viento de las calles de Brampton estaba erizando mi piel y los cabellos rebeldes estaban chocando contra mi rostro lo cual provoco que un par de veces me escapara de caer asi que lo mas razonable hasta el momento fue continuar lo que restaba de camino a pie.
Ya estaba frente a su casa y estoy segura de que me arrepentiré de esto mañana, voy al lado de su ventana y tomo una piedra pequeña para lanzarla al vidrio esperando a no romper este o que sus padres descubrieran que estaba aquí.
La luz se enciende y segundos después un muy adormilado Ryan sale por la ventana buscando al causante de su desvelo.
Ryan: -¿Justine? ¿Eres tú?- verifica que soy yo y abre los ojos con asombro- ¿Qué haces aquí? ¿Paso algo? – dice preocupado.
-Wow, wow, wow, si me dejas entra te explicaré ¿vale?
Ryan: -Qué imbecil soy, ahora bajo.
Voy hacia la puerta delantera y escucho que por dentro alguien se cae, niego levemente con la cabeza al imaginar quién pudo haber sido. Segundos más tarde Ryan abre la puerta mientras cojea.
Me acerco a el.
-¿Estás bien?- con una ceja alzada pregunto tratando de no reír.
Ryan: -Seguro, solo entra.- dice acariciando su rodilla para aliviar el dolor
Cierra la puerta detrás de mi y yo camino un poco, el se sienta frente a mí y se cruza de brazos.
Ryan: -¿Ya me dirás que haces aquí?
Suspiro suavemente y doy una pequeña risa nerviosa.
-No podía dormir.
La expresión de el chico delante de mi es de asombro e incredulidad.
Ryan: -¿Vienes a las 2 a.m a despertarme de un delicioso sueño solo porque no podías dormir?-
-Lo siento pero es que no sabía que hacer, pero si te molesta tanto me iré ahora.
Me doy la vuelta hacia la puerta pero me toma la mano causando un escalofrío en mi.
Ryan: -Just, solo estoy bromeando- dice con una sonrisa calmada.- de hecho me agrada que hayas pensado en mi como una alternaiva de ayuda, asi no me siento tan inútil.
-¿Me dijiste Just?
Ryan: -Si, Just. Fue lo que dije, ¿hay algún problema?
-No, solo que tenía mucho de no escucharlo.
Ambos nos quedamos callados ahí, viéndonos a los ojos sin decir ni hacer nada.
Ryan: ¿Quieres ir a la habitación? No me parece un lugar tan agradable aquí.
-Si, por favor- dije de inmediato.
El me cedió el paso primero para ir arriba, llegamos a su habitación. El me indica que me siente y así lo hago.
Ryan: -Bueno propongo a que veamos algo en la TV.
-¿Y tus padres, no se molestarán?
Ryan: -Meh, da igual, no están en casa.- dice serio.
-Está bien, solo espero que no tengas vecinos soplones y vayan a decirles que metes mujeres en la madrugada cuando ellos no están.- reí al finalizar y el lo hizo conmigo.
Ryan: -No te preocupes por nada de eso.
[...]
El sonido molesto de una alarma me hace despertar de golpe, trato de reconocer el lugar en el que me encuentro y es el de Ryan.
Que bien... Espera un momento. ¡DORMÍ EN CASA DE RYAN! ¿CON RYAN?.
Dios mío, esto no puede ser.
Giro mi cabeza a un lado y Ryan está durmiendo boca abajo, suspiro lento y trato de levantarme pero el brazo de el chico me abraza por mi torso y me apega a el con fuerza, su rostro lo esconde en el hueco de mi cuello.
Ryan Stocking POV's
El sonido fastidioso de un celular me hace levantar de golpe y veo como Justine está casi debajo de mi y me asusto al verla ahí.
Justine: -Hola- dice bajo mirando directamente a mis ojos.
-Hola- digo en el mismo tono sin moverme.
Quedamos en un silencio al que ya nos estábamos acostumbrando, mi cuerpo me estaba impulsando a hacer algo que mi mente me gritaba que ni lo hiciera porque estaría cabando mi propia tumba.
Antes de que pueda hacer algo que seguro me arrepentiría me muevo dejándola libre, ella sale catapultada y se pone sus zapatos.
El celular otra vez vuelve a sonar y ella contesta.