In The Middle of The Night

| Capítulo XVI |

Primer día de clases

​​​​​​Justine Cumberbatch

 

Hoy era el día, al fin podría hablar con Ryan y no sé porque me emociona tanto creo que no debería pero no importa, extraño su compañía y no es algo común en mi, he vivido sola gran parte de mi vida y nunca ví necesario tener a alguien más que no sea a Carin, James y Aslan; pero con Ryan es diferente.

Tomé mi mochila y la colgué en mis hombros, con dificultad baje las escaleras ya que ayer mientras iba a la cocina por un poco de agua escuché ciertos ruidos extraños por el costado derecho del jardín así que salí a investigar. Me pareció ver a alguien vestido totalmente de negro lo cual me hizo reaccionar e ir tras de el pero todo plan de atrapar al intruso fue interrumpido por mi tonto tobillo que frecuentemente se dobla sin más. 

Gracias a Dios no me fracture solo fue un esguince de grado 1, nada de que preocuparse ya estaba acostumbrada a que pasara; me dolía mucho pero podía soportarlo. No puedo permitir que nada arruine este día.

Carin me sugirió que me quedara en casa a reposar pero estaba exagerando y no podía faltar hoy, debía hablar con Ryan. 

Desayuné cereal lo más rápido que pude y le dije a James que fuéramos de una vez a casa de el chico e irnos juntos a la escuela.

Mis dedos tamborileaban en mi pierna con nerviosismo, sería una de las primeras veces que pedía disculpas a alguien que no fuera mi abuela, es tan ridículo.

Cuando llegamos al frente de su casa nadie salió, bajé del auto y toqué su puerta pero salió un Dwane muy ebrio, me aparté de su gran cercanía.

-Buen día señor Stocking. ¿Se encuentra Ryan?

El me mira con una ceja elevada.

Dwane: -El no está, se fue hace no mucho.- dijo arrastrando las palabras.

Mi semblante cambió a uno más preocupado, por una parte entendía porque no espero a que pasara James por el pero se supone que le habían dicho que pasaríamos por el.

-Entonces gracias, hasta luego. 

Camine hasta donde me estaba esperando James y le comenté lo ocurrido; no tenía caso quedarnos ahí así que fuimos directamente a la escuela, en el camino iba terminando el escrito que el maestro había pedido para el viernes pero luego pasó a el primer día después de las vacaciones.

Entro al salón con la esperanza de ver a Ryan y no está, me empiezo a preocupar y los estudiantes poco a poco entran al lugar. El maestro entra con papeles y maletín en mano a como es de costumbre y empieza la clase.

Dos golpes en la puerta devuelven mi esperanza y un "adelante" por parte del maestro hacen que mi Alma vuelva a mi al ver de quién se trata, Ryan viene hasta a mi y se sienta a mi lado.

-Hola...

Saludo casi inaudible pero no recibo respuesta alguna.

-Ryan, quería pedirte disculpas por como te traté aquel día. 

El me mira por un momento y tarda en responder.

Ryan: -Te disculpo- dice seco -Por cierto, no te molestes en apuntarme en el escrito de literatura, hice el mío así que lo haremos individualmente. 

Jadeo sin entender y lo veo con desconcierto. 

-¿Qué dices? Se supone que lo haríamos juntos.

Ryan: -Pues ya ves que no.

-Bien.

Las parejas comenzaron a leer sus escritos y llego nuestro turno.

Prof. Jean: -Justine Cumberbatch, leanos su escrito junto a su compañero.

Me acerqué a su escritorio y le informé que por problemas algo personales lo haríamos de forma individual, el maestro comprendió y me cedió la palabra. 

–Te busco en la sinfonía del viento y en los rayos abrasadores del sol, busco entre el mar el rugir de tu voz y en las nubes del cielo la triste canción. Querido, muy querido amor, te fuiste para no volver, aunque me cansaré esperaré por tu volver.

Y una lágrima cayó en la hoja que estaban sosteniendo mis manos temblorosas, tomé un pañuelo que el maestro me estaba extendiendo, ese pequeño escrito fue inspirado en mis padres; en la mirada de los alumnos habían varias emociones, al parecer hice un buen trabajo.

Prof. Jean: -Excelente trabajo señorita Cumberbatch, puede tomar asiento.

Sin pensarlo tanto voy nuevamente a mi asiento, Ryan trata de decirme algo y toma mi mano que está sobre el pupitre.

Ryan: -¿Estás bien?

-¿Y que más te da a ti?

Ryan: -Tienes razón. 

Suelta mi mano y se levanta porque el maestro le indicó que leyera su escrito.

Ryan: -Bien, este escrito es muy corto y no tiene un título así que lo dejó a su imaginación. -carraspea e inicia- Me enamoré de alguien que nunca podré tener, me aferré a tenerla más se fue como agua entre mis dedos; amarla dolía pero era lo único que más quería. Daría mi vida entera si un beso suyo me diera.

Posa su mirada en mi al finalizar, esta ya no era dura, era más suave y penetrante, tanto que hizo mis vellos erizarse.




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