In The Middle of The Night

| Capítulo XVIII |

Justine Cumberbatch:

Ese chico ebrio e hiriente no es Ryan, no es el Ryan que yo conocí. No es mi Ryan.

No sabía cómo sentirme en ese momento, no quiero llorar, no debo mostrarme frágil, no debo ser débil pero estar todo este tiempo con Ryan me ha hecho débil, más sensible y algo más vulnerable. 

El sonido molesto de la campana se hizo presente en mis oídos indicando que era hora de entrar a clases nuevamente así que me dirijo al laboratorio. Camino por el pasillo donde los estudiantes son escasos, todos entran a sus respectivos salones y poco a poco me voy quedando sola. Tarde otra vez.

Mi celular empieza a vibrar y un cosquilleo breve recorre mi piel, al ver en la pantalla el remitente es desconocido, me extraño un poco y sin más contesto.

–Es mejor que dejes de buscar lo que no te conviene niñita o pagaras las consecuencias.– dijo un hombre con voz rasposa y oscura. 

–Que poca originalidad, bobo.– le dije con fastidio. 

–Estoy hablando enserio, es mejor que dejes las cosas a como están. 

–Excelente, bueno y me podría decir quien es usted ¿señor misterio?.

–Te estamos dando la oportunidad de salir corriendo, metafóricamente, nosotros no damos segundas oportunidades.

–Claro, lo que tu digas. 

–Si no paras con la investigación vas a morir igual que tus malditos padres.

Me paralicé en ese momento y la rabia se estaba apoderando de mi.

–Mira maldito hijo de puta, no te tengo miedo y prometo que cuando te encuentre te arrancaré los ojos y luego haré que te los tragues junto con tus testículos.– le digo entre dientes.

–Ya veremos. Por cierto, que linda se ve Carin desde donde estoy.– cuelga.

De inmediato le llamé a Carin para confirmar que estaba bien pero no atendía, me empecé a preocupar y sin pensarlo dos veces fui a casa.

Corrí tan rápido como pude, un auto casi me arrolla pero al fin llegué, los guardias me vieron desconcertados.

–¡ABUELA!

La busqué en la cocina y al no encontrarla subí la escaleras de inmediato para subir a su cuarto. Cuando abrí la puerta estaba con los auriculares leyendo un libro, sentí un gran alivio al verla ahí, su cara fue de asombro al verme ahí. En dos segundos ya estaba encima de ella abrazandola fuertemente. 

Carin: –¿Pero qué pasó cariño?

–¿Por qué rayos no contestas el teléfono?– le reprendí.

Carin: –Tengo los auriculares puestos y sabes que cuando leo no me gustan las interrupciones. Además, ¿por qué no estás en la escuela?

–Abuela, no quiero que te preocupes pero hoy recibí una llamada... era el.. el– no sabía como decirle– bueno, olvídalo. Solo no me sentía bien.

Es arriesgado no decirle pero no quiero preocuparla, pero temo que pase lo que pasó un año atrás. 

 

Flashback:

 

Era Julio 11, justo el día de mi cumpleaños y mi abuela estaba preparando un pastel de chocolate, solo faltaba decorarlo; yo estaba buscando el jarabe de cereza y en ese momento llego Will, el jefe de seguridad para avisar que llegó un paquete especial para mi.

–¿Seguro que no dejaron información sobre el remitente?– le pregunté mientras me quitaba el delantal lleno de harina para luego tomar en mis manos la caja.

Will: –No señorita Cumberbatch. 

–Bien, gracias Will puedes retirarte.

Este se marcha de inmediato dejándome en la cocina con mi abuela quien aún se encuentra trabajando en el pastel.

Carin: –¿Quien te envío eso Just?– dice sin despegar la mirada del pastel. 

–No tiene remitente.- abro la caja y encuentro primeramente una carta.

"Pequeña Francelle, espero que estés disfrutando de tu cumpleaños número 17, es impresionante ver como pasa el tiempo.

Te envió este regalo con la intención de que de alguna manera comprendas que no hay nada que buscar e investigar acerca de la fatídica muerte de tus amados padres, debes dejar que el tiempo siga su curso natural, me refiero que no desearía tener que interrumpir los planes del destino al hacerte daño, eres muy joven como para desperdiciar tu tiempo en un caso ya esclarecido. No quiero que lo tomes como amenaza al contrario deberías tomarlo como un memorándum." 

El contenido de la caja es un pequeño ejemplo de lo que te podría pasar si sigues con esto.

Te apreciamos mucho y mis mejores deseos para ti, te mando un abrazo."

Dentro de la caja había otra y al parecer era de una madera refinada y exclusiva lo llamativo de esta es que no era cuadrada como cualquier otra, tenía una forma de torso humano, se podían ver las costillas y los órganos finamente detallados y precisos. El color rojizo de la madera y el barniz lo hacían ver tan real; sin duda la persona que hizo este trabajo es todo un artista. La caja desprendia un olor fétido.

—¡Mierda!— exclame aterrorizada al ver el contenido de esta, era un gato decapitado y por la parte de su estómago estaba abierto y sus órganos internos estaban en el exterior y esparcidos por toda la caja.




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