In The Middle of The Night

| Capítulo XXII |

Justine Cumberbatch POV's

 

Ryan: -Justine, ¡Justine!- me tomó por los hombros y me dio un par de movidas leves. -¿Estás bien?, ¿llamo a la enfermera?- pregunto preocupado, teníamos tanta cercanía que podía oler su aliento a eucalipto.-Llevo hablándote desde hace tiempo.

No había sido consciente de que me había perdido en mi propia imaginación, me cree una escena fuera de la realidad, me idealice a un Ryan rudo y seductor. ¡Qué demonios!

Regrese nuevamente a la realidad y reaccione a su pregunta.

-¿Qué? No, no, no, estoy bien, tranquilo.- le dije de inmediato, la cara de este se relajo haciéndome saber que estaba aliviado, esta vez me fijé en sus labios los cuales seguían teniendo ese rosa tentador, se veían suaves como nube y apetitosos como el mejor postre de la existencia humana, subí un poco más mi mirada y sus mejillas tenían esa tonalidad carmesí; sus ojos, sus ojos lucían algo cansados pero seguían teniendo el mismo brillo que le causaba envidia a las mismísimas estrellas.

Ryan: -No lo creo. Vamos a la enfermería... -me tomó por los costados para que caminara.-

-Estoy bien, enserio.

Ryan: -Bien...- dijo no tan convencido- Quería hablar contigo.

-No creo que haya nada de que hablar.

Ryan: -Si lo hay, lo sabes bien.- dio un paso hacia mi.

-¿Entonces qué? - retrocedí un paso.

Ryan: -Bueno, acerca de la llamada yo...- su voz comenzó a temblar levemente.

-¿Qué? ¿Me dirás que estabas borracho?- me cruce de brazos.

Ryan: -Justine, todo lo que te dije en ese mensaje era verdad. Extraño lo que eramos antes, extraño las estupideces que hacíamos juntos e incluso extraño los chistes malos de tu abuela.

No pude evitar reír.

-Sería tonto que negara que siento lo mismo pero te recuerdo que tu...- el puso su dedo índice en mis labios y su pequeño tacto hizo que mi vello corporal se erizara.

Ryan: -No necesito que me recuerdes lo estúpido que fui.- me interrumpió- Admito que me dejé llevar por la embriagante rabia pero luego entendí que lo que siempre le hizo falta a mi vida eras tú y cuando ya no te tuve el mismo maldito vacío volvió. Entenderé si aún sigues con tu posición de no querer saber nada más de mi pero en realidad necesitaba decirte esto, me estaba quemando por dentro.- terminó de decir mientras mantenía sus ojos fijos en los míos.

-Ryan yo...- Por más que intentara sabía que las palabras no iban a salir. -¿Y qué pasa con Samantha? ¿Acaso no es la chica con la que siempre soñaste? Mírate, tu sueño se cumplió y ahora estás con ella.- decir esas palabras si hacían doler mi corazón pero necesitaba decirlo.

Toma entre sus manos mis mejillas y pega su frente a la mía.

Ryan: -Desde que te conocí vi algo en ti, algo que me hizo saber que eras tú lo que yo quería; entiendo que esto te resulte estúpido dado que no eres el tipo de chica que le gusta el romanticismo o que esto es demasiado apresurado pero creeme que trato de ser feliz sin ti pero es difícil a veces. Eres la chica con la que nunca soñé pero que siempre necesité.

-Basta.

Y fue ahí, cuando menos me lo espere el unió sus labios con los míos. En una danza de dulzura, necesidad y pasión, su tacto era suave como el algodón, dulce y embriagante como el vodka de cereza, su agilidad y cuidado me hacía desear más, era una lucha de quien podía más. Podría jurar que sus besos son poesía y que mis pies no tocaban la tierra ya. Nuestros movimientos eran sincronizados.

No quería que eso terminara pero mi mente me traicionó y me hizo proyecto la imagen en donde el había besado a Samantha.

-Esto... Esto no está bien.- dije después de haber tomado un poco de aire. Salí de ahí de inmediato dejándolo solo.

 

[...]

 

Me encontraba en el baño lavando mi rostro con agua fría, ordenando mis pensamientos, me miraba en el espejo y mi rostro lucía satisfecho, con un toque de alegría, algo que llevaba mucho tiempo de no ver.

En ese instante se abrió la puerta, no logre ver bien de quien se trataba, terminé de lavar mi rostro y la persona que segundos antes había entrado se hace a mi lado, Samanta Bennedict se encontraba a la par.

Esta se quedo viéndome detalladamente de pies a cabeza lo cual me hizo molestarme y el que ella no me agrada no ayuda.

-¿Si?

Samantha: -Nada...- elevó una ceja.

-Bien.- rodé los ojos y paso a su lado para poder salir.

Samantha: -O bueno, si.

Esto me hizo detenerme y voltear hasta quedar frente a ella.

-Y bien ¿en qué puedo ayudarte?

Samantha: -Tu eres o eras amiga de Ry ¿cierto?- asentí- Bien, he visto como lo ves y solo quiero decirte que no me gusta en la manera que lo haces.

-¿Y tú eres?- abrí de par en par mis ojos, ¿enserio estaba diciéndome eso?

Samantha: -Soy Samantha Bennedict la que podría destruirte en cinco segundos y también soy novia de Ryan. Por favor no te le acerques o te puedes arrepentir.- lo último me hizo reír, su intento de amenaza era realmente ridículo.

-Samantha... Al parecer tú tampoco me conoces, me presento, soy Justine Cumberbatch, si, la que no necesita cinco segundos para destruirte, solo necesito dos -chasquee los dedos- y nadie recordará tu miserable existencia; Y es el quien debe decidir quien se le acerca y quien no.




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