In The Middle of The Night

|| Capítulo XL: Final. ||

 

 

Justine:

 

Una vez más pude sentir esa seguridad, todo iba a estar bien, deseaba con mis fuerzas que así fuera. Verlo nuevamente de pie y dirigiendo a paso seguro en mi dirección devolvía a mi aquella felicidad que creí nunca más volver a tener.

-¡Just!- me atrapa en sus brazos.

Era un mar de lágrimas, era vulnerable e indefensa ante el en ese momento y ya no me importaba demostrar esta faceta. 

Ese abrazo fue el que reconstruyó las partes rotas de mi; físicamente puedo estar destruida pero por dentro revoloteaba de felicidad al tenerlo entre mis brazos. En ese abrazo quería unirme a el, ser uno mismo, me hacían falta manos para abrazarle y el no se resistió en ningún momento.

-¡Te amo, te amo, te amo!- tomo entre mis temblorosas manos su rostro, buscando sus ojos, los ojos de un alma pura. Los ojos que me pertenecían.

-He esperado tanto por escucharte decir esto y poder responderte lo mismo.- ví como sus ojos estaban cristalinos- Justine te amo más de lo que me podría amar yo mismo. No quiero perderte.

-Aquí estoy, no me iré a ningún lado si tú no quieres.

Unimos nuestros labios en un beso que era más que necesario, mis labios anhelaban los suyos, moría por besarlo otra vez.

-Cariño.- escuché esa voz que no sabía que extrañaría tanto. 

Me separé de Ryan para poder abrazar a una de mis personas favoritas en el mundo, James. Poder aspirar el olor de su chaqueta fue maravilloso, sus brazos rodearon mi torso y fue la mejor sensación, los brazos de quién era como un padre para mí devolvieron a mi las fuerzas.

-¡Cuidado!- escuchamos decir.

En ese momento todo paso tan rápido pero a la vez tan lento. 

Eryx apuntó hacia mi y antes de que alguien pudiese evitarlo una bala tocó mi pecho y de inmediato caí al suelo. Otro disparo retumbó en aquella tétrica y caótica noche, esta vez no fue hacia mi si no a la cabeza de Eryx mostrando una imagen desagradable, era seguro que el ya no iba a levantarse de ahí, y quizás pasaría lo mismo conmigo.

Y de pronto ya tenía a Ryan y James junto a mi con lágrimas incesantes en sus rostros. 

 

Narrador omnisciente:

 

La noche estaba fría y se escuchaban los lamentos de aquel joven enamorado quien tenía sobre sus brazos al amor de su vida agonizante, sus manos estaban llenas de sangre de aquella chica que le devolvió las ganas de vivir, quien le dió la esperanza de alegría y que lo hizo saborear la gloria del amor. 

La felicidad de aquel chico le había Sido arrebatada abruptamente, nuevamente la desgracia se presentó en su vida y esta vez de la manera más áspera posible, la chica que le enseñó acerca de la esperanza estaba muriendo en sus brazos y no había nada que el pudiera hacer. Una vez más.

Justine: -Por favor no llores.- logró decir con la voz aireada. -Que tus hermosos ojos no derramen una lágrima más y menos que sea por mi causa. Perdóname si no pude amarte en tiempo y forma a como merecías pero...- la chica fue interrumpida por el.

Ryan: -No digas más por favor, guarda las fuerzas para luchar, la ambulancia está en camino, prométeme que no te vas a rendir. Por mi, por Carin.

Esas últimas palabras rompieron su debil corazón haciendo que ella también rompiera a llorar.

Justine: –Ryan, no me quiero ir– dijo sollozando.– no quiero dejarte, pero tú y yo sabemos que no hay que prometer lo que es imposible, es algo que no está en nuestras manos.

Su cuerpo dolía pero mas dolía su alma al tener que dejar al amor de su vida ahí.

Justine: -Quiero que sepas que a pesar de no decírtelo antes, si te amé, si te amo y siempre te amaré, al parecer esta vida no es suficiente para solo amarte en esta así que te esperaré en la otra para seguirte amando.

Esas palabras tocaron el dolido corazón de el.

Ryan: -No me hagas esto, tenemos mucho por vivir. 

Justine: -Entonces vive por mi.

Justine dirigió su apagada mirada hacia James quien guardaba silencio mientras lágrimas descendían de sus ojos.

Justine: -Y a ti.- le dió una débil sonrisa.- Gracias por todo lo que hiciste por mí, soy una chica afortunada al encontrar en ti a un segundo padre, te quiero tanto y por favor dile a Carin que me perdone por todos los dolores que le he causado y dile por favor, que la amo con todo mi corazón...

Su voz cada vez se iba apagando.

James: -No lo digas como despedida, verás como todo esto se va a solucionar. Mejor descansa.

Justine: -Y así lo haré.- dijo con la voz casi inaudible.-¿Puedo pedirte algo?- esta vez se dirigió al chico. -¿Puedes besarme?- pregunto con un brillo en su mirada. 

Ese podía ser el último beso, ella lo sabía y por eso añoraba que fuera el quien tocará por última vez sus labios, el último calor humano que hiciera contacto con su piel.

El sin dudarlo lo hizo. Sin hacerla esperar lo hizo, tiempo era lo menos que tenían.

Dando las doce de la media noche y entre un beso lleno de amor Justine había partido, su último suspiro fue robado por los labios de el chico que amó en la vida.

En el medio de la noche su alma había partido junto a las dos personas que pasó tanto tiempo añorando ver nuevamente, fueron ellos quienes se encargaron de llevarla a un lugar mejor dónde serían ellos tres, una vez más. 

 

...

 

Ryan.

 

He pasado todo el día en la habitación que fue de Justine, por mis venas no corre sangre, en su lugar son litros de calmantes. Han podido hacer que el dolor físico desapareciera pero no han logrado que el dolor que mi alma siente se disipe, no creo que nada pueda. Saber que el amor de mi vida, la única razón de ser está abajo, sin vida, despedaza mi alma herida, nada había Sido tan doloroso como esto y puedo presumir de mil dolores pero este... Este sin duda es el peor.

Nada puede reparar mi agonía, nada me puede devolver mi vida, ella era mi vida y dejé que me la arrebataran. 




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