• Epílogo •

Ryan

Luego de que el funeral terminara cada uno volvió a casa con su respectiva familia, pero Carin y yo, regresamos solos a casa, con el peso de saber que alguien hacía falta, ahora como me dijo Carin, nos teníamos solo a nosotros. 

Cuando finalmente estaba completamente solo tomé el coraje de abrir el sobre, dentro de el estaba una carta y una fotografía, fotografía donde estaba ella y yo abrazados y con la felicidad desbordando de nuestros poros.

"Probablemente me estarás odiando ahora por no cumplir mi palabra cuando te dije que no iría a ninguna parte si no era contigo, yo no me quise ir pero tuvo que ser así y ahora tienes que vivir con ello, llora todo lo que quieras pero por favor, vive por mi; mi espíritu estará contigo siempre, cuando tengas miedo o cuando tengas frío.

Ve y encuentra el amor que yo no pude darte, haz por lo que pudimos ser.

No te miento cuando te digo que te amé con mi corazón, te amé tanto que la muerte tuvo celos, si hay otra vida te amaré también en ella y espero poder encontrarte. Te encargo que cuides de Carin y que no la dejes sola, sé que en ti encontrará al nieto que no pudo tener.

Te amo. ∞

Con amor, tu chica."

Sin duda esta era su despedida pero aún no estaba listo para decirle adiós.

[...]

Habían pasado tres meses desde que Justine había muerto, aún me pesan esas palabras y el hecho de que su vida se esfumará entre mis manos, de algo que me arrepiento es de haberla conocido, quizás no estaría sufriendo como lo hago ahora. Estaría muerto.

Ahora los días no tienen sentidos, una vez más soy una pequeña particula rellenando un espacio, siempre fue así pero antes la tenía a ella y lo era todo, estaba completo, ahora que no está trato de encontrarla en mis sueños, añoro la noche porque se que mientras reposo en la cama mi alma saldrá en busca de ella y podrá encontrarla, duro es el despertar y saber que no está ahí. Aunque también tengo pesadillas, sueños donde veo como una y otra vez es torturada y asesinada. Prefiero estar dormido que despierto pues solo así el dolor se disipa. 

La busco en el éxtasis, solo así puedo mantener su imagen y voz viva, la busco en cada canción y en cada rincón. A veces puedo escuchar su voz, su risa o incluso la veo en el jardín, por esa razón decidí poner las cortinas, saber que no era cierto y que todo era producto de mi imaginación me dolía demasiado, enserio deseaba continuar como si nada pero ella era todo. 

¿Quién era Justine para dolerme tanto?

Carin por otro lado conlleva su duelo con trabajo, estar encerrada en su habitación y con la ayuda de James. Desde que Justine murió he estado viviendo con ella, me pidió que no me fuera; de algún modo ella me ve como un nieto más, tal y como lo dijo Justine en la carta. Finalmente soy parte de algo bueno sin embargo, no soy feliz. Ella no está, su belleza y juventud quedaron congeladas por la fría muerte que robó de mi la vida.

Ella era mi vida y ahora que no está ¿Qué sentido tiene el seguir aquí? 

Carin

No ha sido fácil conllevar la muerte de mi pequeña, la extraño como a nada, después de la muerte de mi hijo y su esposa prometí que la cuidaría y que no permitiría que nada malo le pasase pero está claro que fallé, ese sentimiento de culpa cada día me rompe en mil pedazos y aunque en la carta Just me diga lo contrario lo cierto era que ella no estaba aquí y debía buscar la forma de honrar su memoria.

La compañía de Ryan me hacía sentir menos sola, a pesar de que el estaba sufriendo igual que yo, se encerraba por días en su cuarto y no lo culpo. La última vez que lo vi-hace tres días-lo noté bastante extraño, no me gustaría especular nada pero me temía que se estuviese drogando sin hacer mención de que estaba bastante delgado pues no comía y mucho menos bebía algo, intenté razonar con el pero era casi imposible.

Salí a caminar por el jardín, ver las flores y los árboles me hizo sentir bien, de alguna manera puedo sentirla cerca, que ella está guardando de mi o al menos me agrada pensar eso.

Vi desde mi sitio la ventana de la habitación de Ryan, sus cortinas estaban puestas así que no podía ver nada. 

Aslan se acercó a mi, estaba igual de triste que todos en la casa, me incliné para acariciar su cabeza y el me respondió lamiendo mi mano, sonreí. 

De repente comenzó a ladrar en dirección a la ventana de Ryan para después salir corriendo.

-¡Aslan, vuelve aquí!

Este hizo caso omiso y salí tras el. Cuando entré a la casa y subí las escaleras ahí estaba Aslan ladrando a la puerta de Ryan. No paraba.

Decidí tocar la puerta y de paso ver cómo se encontraba Ryan pero no recibí respuesta, insistí hasta que decidí abrirla, no tenía seguro así que pude entrar sin problema.

Había música y todo estaba oscuro, busque como encender las luces y hubiese preferido no hacerlo cuando al hacerlo ví algo que nunca me hubiera gustado ver.