Laine

RUE

Admito que estoy un poco feliz porque la culpable de mi caída también este de culo al suelo, quejándose al igual que yo. 

«El Karma ha llegado rápido» 

—Lo siento —ella se disculpa, posando sus manos en la acera para poder levantarse y lo logra de una manera habilidosa. Está a punto de marcharse cuando parece que recuerda algo. Es cuando se gira hacia mí,  todavía estoy sentado en parte de la acera, y me estira su mano con amabilidad reprimida en su sonrisa—. ¿Necesitas ayuda? — pregunta con su mano aún estirada hacia mí y con la otra acomoda un mechón de su cabello castaño claro detrás de su oreja.

De seguro que mi lado orgulloso hubiera respondido con un «No» si no fuera porque a mí otro lado, el que siempre necesita ayuda, no hubiera visto un poco de parecido a Connor. ¿Puede que sean hermanos? No tengo ni idea, pero si lo es, me serviría de mucho para encontrarlo y regresarle la maldita bofetada. 

«Aún duele»

—Si, pero para no levantarme —respondo con un poco de rabia al volver a repetir en mi mente la bofetada que me dio Connor.

—¿Vas a quedarte ahí? —Pregunta cuando me acomodo en  la acera. La miro con detenimiento y me replanteo si funcionará eso de preguntar por aquel estúpido. 

—¿Vas a ayudarme o no? —Sus labios tiemblan cuando mira hacia otra lado como si buscara algo con ansias. Me levanto mientras ella no ve y me tallo  para quitar el polvo que se acumuló en mi ropa al caer al suelo.

 —Si, eso creo. —responde al verme. 

—Bien —suelto—. Te lo agradezco .—agrego. La veo vacilar después de mis palabras. Ya no estoy seguro si de verdad quiere ayudarme o solo se arrepintió de su decisión. Creo que lo mejor sería apresurarme a preguntar antes de que se vaya—. ¿Conoces a un Connor? —Ella voltea de una manera tranquila, pero más atenta a mí y creo que he atrapado toda la atención que puede poner. 

—Conozco a uno —dice al verme alzar las cejas. Ajusta su chaqueta de cuero y resopla, me de arriba hacia abajo para responderme—. ¿Puedes describirlo?

—Eso creo —pienso un poco. Recuerdo el momento en que apareció por primera vez, sus ojos ámbar—. Ojos color ámbar —su manera de hablar similar a la de Jade—, un poco confianzudo, y…

—Creo que sé de quién me hablas —me interrumpe. Por lo menos es para decirme que si lo conoce y no por algo insignificante—. También lo busco.  —Agrega. Y tan pronto como agrega, me da la espalda y parece querer marcharse.  

—¿Puedo ir contigo? —me apresuro a preguntar antes de que siga su camino. Escucho a su suela de zapato rosar con el piso cuando me distraigo, luego me encuentro con sus ojos centrados en mi rostro —. ¿Por favor? —Sonríe y asiente. 

—Supongo que es lo minimo que puedo hacer. —Me dice. No puedo evitar soltar un resoplido. 

—¿Qué eres de Connor? —Ella comienza a caminar al instante en que pongo un pie a su lado.

 Creo que la mejor manera de matar el tiempo es conocernos. Si es hermana de él, supongo que ella será la nueva persona que me ayudará, porque Connor ya no es de mi agrado. Aunque tampoco le veo mucho sentido a mi estrategia para regresarle la bofetada.

—Mi mejor amigo —responde. Su mirada encuentra  a la mía al mismo tiempo que yo busco su mirada —. ¿Y tú? 

—Soy…—lo pienso y considero mi posible respuestas—. Soy su hermano.—Frunce su ceño mientras me mira con determinación. Creo que soy un estupido que no sabe mentir. Esto pudo funcionar, esto me llevaría a Connor.

—No sabía que tenía un hermano. —Su dulce mirada se despega de la mía por unos momentos para ver a la persona detrás de ella. 

—Yo tampoco. — La voz detrás de mí no la confundiría de ahora en adelante. 

—¡Conny! —Chilla de felicidad en cuanto lo ve. Y yo solo puedo estar pensando en lo que diré.

—¡Laine! —chilla también. 

«Con que tu eres esa tal Laine.» 

—Por fin nos conocemos, Laine —espero a que me mire para sonreírle—. También te buscaba. —Frunce el ceño. 

—Ah, ¿si? —su mirada se encuentra con la mía. Y creo que es una de las veces en las que me alegro de haber caído de culo porque ahora la dueña de este mundo está frente a mí.