In the sea

Capítulo #5

-Mierdaa- dijo mientras se levantaba de la cama por el sonido de la alarma.

Eran las 12:00 pm y aún no le había contestado los mensajes que David le había dejado la noche anterior, mientras se levantaba de la cama, Sara agarro su teléfono para enviarle un mensaje a David. Antes de empezar a escribir el texto pasaron por su cabeza todos las posibles respuestas que David le daría, sin embargo con una gran convicción decidió empezar a escribir el mensaje.

-Espero que esto haya sido suficiente- suspiro Sarah mientras volvía a acostarse en su cama. -Ahora solo debo esperar hasta que David me conteste, si es que lo hace...-

Mientras Sarah termina de levantarse un mensaje llegó a su teléfono, era de David y decía: «No te preocupes». Un mensaje vacío y cortante, Sarah intento buscar las palabras correctas, pero su cerebro no era capaz de encontrarlas y solo pudo contestarle: «¿Podemos vernos?». Seguido de eso una contestación de parte de David: «Ok».

Luego de eso Sarah empezó a alistarse para ver a David, habían quedado en verse en Broward Mall en una hora así que no podía llegar tarde, además, también tenia que pensar en una excusa que sonara convincente para David.

Al llegar al Mall Sarah vio que David ya se encontraba en el punto, así que se dirigió hacia a el con un poco de nervios mientras pensaba: -Por favor no estés enojado, por favor no estés enojado-. 

-Hola Sarah- dijo David mientras alzaba la mano para saludar.

-Hola..- respondió Sarah encogiéndose de hombros.

Antes de que David pudiera decir una palabra Sarah se abalanzó sobre el y lo abrazo soltando unas cuentas lágrimas.

-Lo siento David, enserio lo siento- murmuró mientras sus ojos lagrimeaban.

-No te preocupes Sarah, tienes tus motivos además tú y yo no somos nada, no debes darme ningún tipo de explicación- Sugirió David mientras secaba las lágrimas de Sarah.

Mientras Sarah se limpiaba la lágrimas refutó: -Pero te lo había prometido- dijo mientras se alejaba un poco de David.

-No importa, no tiene tanta importancia.-

-Pero Davi...-

-Para Sarah, no le des mas vueltas al asunto. Tuviste tus razones y esta bien, ahora simplemente disfrutemos de una salida entre dos amigos.-

-Esta bien...-

Sarah camino junto a David por el centro comercial mientras iban observando los distintos puestos de ropa y comida, David se detuvo en una tienda de música y aprovecho para comprar unos repuestos para su guitarra, además, vio una púa de Shawn Mendes para su guitarra y también la compro.

-¿Te gusta Shawn?- Pregunto Sarah mientras salían de la tienda de música.

-Si, es mi cantante favorito- Respondió David mientras se mojaba los labios.

-¿Donde iremos ahora?-

-No lo había pensado, pero, ¿quieres ir a los bolos?-

-Claro que quiero ir a los bolos- respondió Sarah inflando las mejillas mientras hacia una expresión tierna.

Ambos se dirigieron hacia los bolos los cuales se encontraban en el segundo piso del centro comercial, al llegar David compro dos entradas y se dirigieron haca su lugar. Después de unos cuentos juegos y que David demostrara lo bueno que era para los bolos ambos tomaron asiento un momento para conversar un poco, las cosas de ambos estaban sobre la mesa y en la billetera de David se podía ver una medalla.

-¿Que es esto?- pregunto Sarah mientras señalaba la medalla.

-Una medalla- respondió David.

-Se que es una medalla, pero, ¿de que es?-

-Sobriedad- respondió David encogiéndose de hombros.

-¿A que te refieres?

-Es una medalla por estar un año limpio-

-¿Limpio?-

-Si, tenia problemas con el alcohol y las drogas, pero llevo un año limpio-

-David.. no lo sabia, ¿porque?-

-No es algo que me guste ir contando a todo el mundo, fue una etapa complicada de mi vida, pero ya paso...-

Hubo un silencio incomodo y luego se escucho la llamada por los altavoces que indicaba que se había acabado el tiempo para estar en los bolos, ambos tomaron sus cosas y se dirigieron hacia la salida sin decir ni una sola palabra, se dirigieron hacia un puesto de helados y David pidió dos helados de vainilla con chispas de chocolate. Mientras de dirigían hacia la salida David de detuvo un momento.

-Sarah, ¿Te puedo pedir un favor?- pregunto en un tono algo apagado.

-Claro David, puedes pedirme lo que quieras- respondió un poco preocupada por la expresión que tenia David en su rostro.

-No le cuentes a nadie sobre la medalla que vistes-

-No te preocupes David, no le diré a nadie sobre cosas que son pasado-

-Gracias...-

Ambos siguieron caminando y alejándose cada vez más del centro comercial, a medida que avanzaban por las calles y veían el paisaje que se les presentaba a su alrededor, las hojas cayendo de los árboles hacían honor a Septiembre y el inicio del otoño.

-David, quería preguntarte algo- Dijo Sarah mientras contemplaba las hojas cafés caer de los árboles a su alrededor, -¿Quien es Harper?.

-¿Harp?, es un amiga, de las primeras que tuve al llegar aquí. Respondió David levantando un poco su brazo y abriendo la palma de su mano para que caiga una hoja.

-¿Enserio?-

-Si, casualmente era mi vecina y me ayudó el primer día que llegué a Florida. Había olvidado donde había puesto mis llaves y me ayudó a abrir la puerta, solo para darnos cuenta luego que las tenía en uno de los bolsillos del pantalón-

-Parecen muy cercanos-

-Solo lo parece, ella no es una persona de muchos amigos. Incluso diría que el hecho de haber conocido en el mismo instituto ya fue mucha casualidad, además, trabaja en el bar al cual voy a cantar-.

-Es realmente increíble, hablando del bar, ¿Cómo conseguiste ir a tocar a ese bar?-

-Pues gran parte fue por las recomendaciones qué Harper le hizo a la jefa luego de haberme escuchado cantar y tocar un día-



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En el texto hay: jovenes, romance, romancejuvenil

Editado: 04.07.2024

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