In the sea

Capítulo #10

A medida que la música llenaba la habitación, los pensamientos de Sarah se desviaban entre las notas y las emociones conflictivas que habían surgido la noche anterior. El beso con Matthew aún estaba fresco en su mente, una chispa que había encendido algo dentro de ella pero que también había dejado un rastro de incertidumbre.

David, ajeno a las luchas internas de Sarah, continuaba ofreciendo su apoyo y consejos con una calidez reconfortante. Sin embargo, a medida que la hora avanzaba, Sarah notaba que algo pesaba en el ambiente, una sombra que oscurecía la atmósfera de camaradería.

Finalmente, cuando las notas finales se desvanecieron y el silencio llenó el espacio entre ellos, Sarah se encontró incapaz de contener sus preocupaciones por más tiempo.

-David-, comenzó con voz temblorosa, -la noche anterior... Matthew y yo...-

La mirada de David se suavizó con comprensión antes de que Sarah pudiera terminar la frase. -No tienes que explicarte-, dijo con gentileza. -Entiendo.-

La tensión en los hombros de Sarah disminuyó un poco ante su aceptación, pero la preocupación persistía. -¿Estás bien, David? Pareces... diferente.-

Una sombra cruzó el rostro de David antes de que pudiera ocultarla. -Solo un poco cansado-, respondió con una sonrisa forzada. -Me está costando un poco concentrarme últimamente.-

El corazón de Sarah se apretó ante la preocupación en las palabras de David. -¿Te encuentras bien? ¿Necesitas descansar?-

David negó con la cabeza, pero no pudo ocultar el cansancio que pesaba en sus ojos. -Estoy bien, solo necesito un poco de tiempo para reponerme. Gracias por preocuparte, Sarah.-

Mientras se quedaban allí, Sarah sabía que había más en la historia de David de lo que él estaba dispuesto a admitir. Pero por ahora, lo único que podía hacer era estar a su lado y ofrecerle su apoyo, en la esperanza de que juntos pudieran superar cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino.

A medida que David y Sarah caminaban juntos hacia sus respectivas clases después de su sesión de práctica de canto, David luchaba por sacudirse la tristeza que se había instalado en su corazón desde que Sarah le había revelado su relación con Matthew. Cada paso parecía más pesado que el anterior, y a pesar de sus esfuerzos por mantener una fachada de normalidad, la preocupación se reflejaba en sus ojos.

Sarah, por su parte, también parecía ensimismada en sus propios pensamientos mientras caminaban en silencio. Aunque había encontrado consuelo temporal en la música y en la compañía de David, la confusión y la culpa seguían pesando sobre ella, recordándole la complejidad de sus sentimientos.

Mientras se despedían en el pasillo antes de separarse hacia sus respectivas clases, David hizo un intento por romper el silencio que los rodeaba. -Sarah, si alguna vez necesitas hablar... sobre cualquier cosa, estoy aquí para ti-, dijo con voz suave, su mirada buscando la de ella con preocupación genuina.

Sarah asintió con gratitud, una pequeña sonrisa aflorando en sus labios a pesar del torbellino de emociones que la consumía. -Gracias, David. Significa mucho para mí saber que puedo contar contigo.-

Con un gesto de despedida, se separaron y David continuó hacia su clase, sintiendo el peso de la situación aún más fuerte en sus hombros. Mientras tomaba asiento en su pupitre, se prometió a sí mismo que haría todo lo posible para apoyar a Sarah, incluso si eso significaba ocultar el dolor que le causaba saber que su corazón latía por ella en silencio.

En el transcurso de la clase, David luchó por concentrarse en las lecciones, su mente divagando constantemente hacia Sarah y los sentimientos complicados que albergaba por ella. Cada vez que intentaba enfocarse en los deberes del día, su corazón lo arrastraba de vuelta a las palabras que habían compartido en el bar, el peso de la verdad colgando sobre él como una nube oscura.

Mientras tanto, en otro salón de clases, Sarah se sentía igualmente inquieta, su mente revoloteando con las conversaciones que había tenido con David. A pesar de su determinación por seguir adelante con Matthew, no podía evitar sentir una punzada de culpa por la tristeza evidente en los ojos de David.

Al terminar las clases, David se dirigió hacia la salida, su mente aún pesada por los pensamientos y las emociones que lo habían consumido durante todo el día. Mientras caminaba por los pasillos, una sensación de vacío se apoderó de él al ver a Sarah y a Matthew riendo juntos en un rincón, su complicidad evidente para cualquiera que los viera.

A pesar del dolor que lo consumía por dentro, David forzó una sonrisa en su rostro y siguió adelante, ocultando su tormento bajo una máscara de normalidad. Sabía que debía cantar en el bar más tarde esa noche, y no podía permitir que su dolor personal afectara su desempeño.

Justo cuando estaba a punto de salir del edificio, Sarah se le acercó con una sonrisa radiante. -Hey, David, ¿qué tal si Matthew y yo vamos a verte esta noche al bar? Sería genial escucharte cantar.-

David luchó por mantener su sonrisa intacta mientras el dolor se intensificaba dentro de él. -Por supuesto, sería genial verte allí-, respondió con voz firme, aunque su corazón latía con un ritmo irregular.

Sarah asintió emocionada y le deseó suerte antes de desaparecer por el pasillo, dejando a David solo con sus pensamientos tumultuosos. Con un suspiro resignado, continuó su camino hacia su departamento, preparándose mentalmente para enfrentar la noche que tenía por delante.

Mientras David se dirigía hacia su casa, no pudo evitar sentir un dolor punzante en el corazón. Ver a Sarah y Matthew juntos, riendo y disfrutando de la compañía mutua, había sido más difícil de lo que esperaba. Cada paso que daba parecía pesarle más, su mente luchando por mantener el control sobre sus emociones.

Al llegar a su departamento, David cerró la puerta detrás de él y se dejó caer pesadamente sobre su cama. Miró el techo, tratando de procesar los sentimientos que lo abrumaban. Sabía que debía prepararse para la noche, pero por un momento solo quiso perderse en sus pensamientos.



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En el texto hay: jovenes, romance, romancejuvenil

Editado: 04.07.2024

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