Matthew se sentó en la lujosa oficina de su padre, Henry, sintiendo una mezcla de alivio y satisfacción. La conversación anterior había confirmado que su plan para aprovecharse de la fortuna de Sarah había sido un éxito. Henry sonreía con satisfacción mientras revisaba algunos papeles sobre su escritorio.
"Bien hecho, hijo," dijo Henry con orgullo. "Todo salió según lo planeado. Ahora tienes la libertad de seguir adelante con tus propios planes, sin tener que preocuparte por los detalles de esta farsa."
Matthew asintió, ocultando su verdadera naturaleza detrás de una máscara de gratitud. "Gracias, papá. Significa mucho para mí."
Henry le ofreció una sonrisa cómplice. "Y sobre Sarah, ¿qué piensas hacer? ¿Vas a terminar la relación ahora que ya hemos conseguido lo que queríamos?"
Matthew tomó un momento para considerar la pregunta. En el fondo de su mente, sabía que ya no sentía ningún apego real hacia Sarah. Sin embargo, la idea de seguir aprovechándose de ella aún le resultaba tentadora.
"No estoy seguro todavía," respondió Matthew, manteniendo sus verdaderas intenciones ocultas. "Creo que podría ser beneficioso para nosotros mantener las apariencias por un tiempo más. ¿Quién sabe qué otros beneficios podríamos obtener?"
Henry asintió, apreciando la astucia de su hijo. "Eres un hombre inteligente, Matthew. Haz lo que creas mejor. Pero recuerda, no dejes que los sentimientos se interpongan en el camino de nuestros objetivos."
Con eso, la conversación llegó a su fin. Matthew salió de la oficina de su padre con una sensación renovada de poder y control. Sabía que la decisión que acababa de tomar podría tener consecuencias, pero estaba dispuesto a arriesgarse si eso significaba obtener aún más ventajas para sí mismo.
Decidido a continuar con su juego de manipulación, Matthew se dirigió hacia el siguiente paso de su plan. Sabía que la clave para mantener el control sobre Sarah era mantenerla a su lado, y estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para lograrlo.
El aire estaba cargado de una tensión eléctrica cuando Matthew llegó a la casa de Sarah. Ella lo recibió con una sonrisa radiante, ajena a las oscuras intenciones que se escondían detrás de la fachada de su novio.
Pasaron la noche juntos, envueltos en la calidez de la intimidad. Para Sarah, era una noche de amor y conexión genuina, pero para Matthew, era simplemente otro paso en su retorcido plan.
Mientras Sarah dormía plácidamente a su lado, Matthew aprovechó la oportunidad para sacar su teléfono y tomar unas fotos discretas. Cada clic de la cámara capturaba momentos de vulnerabilidad, imágenes que podrían ser utilizadas como fichas de chantaje en el futuro.
Cuando el amanecer comenzó a teñir el cielo con tonos dorados, Matthew guardó su teléfono con una sonrisa de satisfacción. Para él, esas fotos eran mucho más que simples imágenes; eran armas que podría usar para mantener a Sarah bajo su control.
Mientras contemplaba a la mujer dormida a su lado, Matthew se sintió momentáneamente invadido por un atisbo de remordimiento. Pero ese sentimiento fue rápidamente ahogado por el hambre insaciable de poder y dominación.
Con un suspiro de resignación, Matthew se acomodó junto a Sarah, sabiendo que aún tenía un largo camino por recorrer en su siniestro juego de manipulación.
Luego de que Matthew se fuera de la casa de Sarah y llegará a la suya envío las fotos que había tomado a sus amigos, quienes a su vez la enviaron a otros amigos y asi las fotos de Sarah se difundieron por todo el instituto.
Al día siguiente al llegar al instituto, Sarah sentía que todos la estaban mirando, un mal presentimiento y un sudor frío recorría su espalda, cuando vio su teléfono había un mensaje de Matthew el cual rompió su corazón, era un mensaje en el cual terminaba la relacion.
El dolor se apoderó del corazón de Sarah cuando vio el mensaje de Matthew en su teléfono. Las palabras crueles y definitivas cortaron más profundo de lo que ella había imaginado. Con las manos temblorosas, trató de encontrar una explicación, una justificación para lo que estaba viendo, pero todo lo que encontró fue un vacío abrumador.
Antes de que pudiera procesar completamente la magnitud de lo que acababa de suceder, una de las amigas de Sarah se le acercó con una expresión de preocupación. Con gestos apresurados, le mostró las imágenes que habían estado circulando por todo el instituto, imágenes que mostraban momentos íntimos y personales que nunca habrían debido ver la luz del día.
El mundo de Sarah se derrumbó a su alrededor mientras las lágrimas brotaban de sus ojos. La sensación de traición la envolvía, cortándola hasta lo más profundo de su ser.
"Sarah, ¿estás bien? He visto las fotos que están circulando, ¿te encuentras bien? " preguntó una de sus amigas mientras se notaba la preocupación en su voz
"No... No puedo creer que... ¿Cómo pudieron...?" respondió Sarah con la voz entrecortada
Con el corazón destrozado y el alma herida, Sarah se aferró a la esperanza de que todo fuera solo una pesadilla, que pronto se despertaría y descubriría que todo estaba bien. Pero cuando buscó a Matthew para encontrar respuestas, lo que encontró en su lugar fue una confirmación cruel y despiadada de que su relación había terminado.
El mundo de Sarah se desvaneció a su alrededor mientras luchaba por mantenerse en pie en medio de la tormenta de emociones que la consumía.
"Matthew, ¿qué está pasando? ¿Por qué... por qué me has enviado esto?" preguntó Sarah con lagrimas recorriendo su rostro
"Sarah, lo siento, pero nuestra relación ha terminado. Necesito seguir adelante." respondió Matthew de manera fría mientras se apartaba de Sarah