CAPÍTULO 3 No necesito que me defiendan

Las gemelas iban juntas caminando a la preparatoria en el área donde empezaba los límites de su institución varios estudiantes caminaban con ellas, no muy cercanos iban conversando a la distancia, pero aún se podía escuchar lo que decían.

Caminaron sin prestar atención pues su única opción era llegar a tiempo a clases.

Por su lado, por el lado de Angie paso Ren caminando lento y tranquilo ni siquiera, volteo, ni giro su cabeza para verlas y saludarlas, sino que siguió su camino como si nada hubiera pasado.

Las gemelas se indignaron un poco, frunciendo sus labios ante el mal comportamiento de Ren, parecía como si la convivencia de ayer no hubiese significado nada para él.

–Hola Ren –hablo Angie tratando de llamar su atención, aun así, la respuesta fue la misma siguió caminando, como si no hubiera escuchado a nadie, entrando por la puerta principal.

–¿Cuál será su problema? –pregunto molesta Alice.

Ayer era un chico completamente diferente su sonrisa, el brillo en sus ojos. Sus facciones faciales se veían tan relajadas, suaves incluso podrían decir que tenía un cierto brillo rodeando todo su cuerpo, y ahora era el mismo de siempre. Tal vez el mismo de siempre aquí en la preparatoria frente al resto.

Esa actitud de ayer tal vez solo la mostraba con su hermana menor.

Siguieron caminando entrando a la preparatoria desde la distancia lo observaron entrando al edificio escolar caminaba con una postura erguida sus manos en los bolsillos y su capucha saliendo de su chaqueta escolar.

En el salón Ren ya se encontraba sentado apoyando su rostro sobre sus nudillos mirando por la ventana. Esta vez se encontraba despierto a diferencia de las anteriores veces en la que se encontraba profundamente dormido.

El profesor de literatura ingreso cerrando la puerta tras su ingreso iniciando la clase.

Ren se encontraba atento a la clase tanto que el profesor se sorprendiera que estuviera despierto.

Los estudiantes rieron.

–Descanse bien, profesor –respondió Ren de manera directa.  

Alice y Angie lo miraron en su casa conversaron acerca del encuentro de Alice y él.

Ren trabaja medio tiempo por las noches en las que salía a altas horas de la noche, no había buses por lo que debía caminar de su trabajo a su casa.

Esa era la razón por la que siempre llegaba cansado a la preparatoria y se ponía a dormir en las horas de clases. Aparte vivía solo con su pequeña hermana menor en aquel angosto, limitado y pequeño cuarto que arrienda,

Llego la hora del almuerzo.

Angie y Alice se encontraban en la cafetería de la preparatoria junto a unas compañeras de clase.

–Es increíble que Ren este despierto en clases –habla Ada tenía el cabello rojizo.

–Tal vez solo aparentaba –hablo Mei tenía el cabello castaño ondulado.

–o tal vez su banda de delincuentes descansaron un día de hacer barbaridades –hablo Kaori que tenía el cabello negro.

Las gemelas Alice y Angie al escuchar sus últimas palabras no pudieron evitar soltar una risita que no pasó desapercibida por los presentes de aquella mesa.

–¿De qué se ríen? –pregunto Ada.

–De nada –respondió Alice

–No es anda –contesto Angie con las palmas de sus manos abiertas.

Los presentes solo las observaron curiosas esas risas ocultaban algo que solo ellas sabían.

La hora para el almuerzo termino los estudiantes regresaron a sus aulas.

La hora de física inicio el profesor pedía un voluntario para resolver el ejercicio del pizarrón. Ninguno de los estudiantes paso como voluntario. El profesor paso la vista al igual que los profesores anteriores se sorprendió de ver a Ren despierto.

–Ren –extendió su brazo con el marcador azul en su mano –por favor pasa a resolver el ejercicio.

Ren se levantó de su mesa y camino hasta el frente tomo el marcador y empezó a resolver el ejercicio.

–El resto resuélvalo en sus cuadernos para comparar sus las respuestas –ordeno el profesor.

Ren se desenvolvió uy bien como si supiera como resolver el ejercicio el profesor lo observo tanto a él como al resto de su clase.    

–Listo profesor –entrego el marcador, pero el profesor no le permitió volver a su mesa observo atento el ejercicio.

–¿Alguien saco algún resultado diferente? –preguntó el profesor.

–Yo profesor –Angie levanto la mano.

–Déjeme ver su cuaderno.

Angie se levantó y le entrego el cuaderno al profesor lo reviso atento y le devolvió.

–¿En que se equivocó Ren?

Angie miraba el ejercicio resuelto por Ren.

–El ejercicio está bien hecho, aplico las formulas necesarias, el error está aquí –señalo el signo negativo –aquí es positivo, debido a que en esta ecuación –señalo la ecuación anterior el pequeño binomio elevado al cuadrado –es de signo negativo, pero elevado al cuadrado es positivo. En si el ejercicio está bien realizado el procedimiento su único error es en el signo nada más.