I
Un día normal de clases donde todos los estudiantes mantenían fijas sus miradas al pizarrón, unos que otros distraídos en otra actividad. Y solo uno durmiendo como si fuera la sala de su casa.
Alice miraba de reojo a Ren profundamente dormido a sirena sonó el profesor dio la orden para salir al almuerzo.
–Alice vamos –hablo su hermana.
–Si.
–Nosotras también –se unieron las chicas con las que siempre estaban.
Se levantaron de sus lugares cuando Ren hizo lo mismo pasando frente a ellas con la misma actitud de siempre.
–¿Cuál es su problema? –hablo Ada.
–Siempre es así –opino Mei
Las gemelas solo miraron aquellas tres chicas sin decir nada.
–Alice, Angie vamos a comer –hablo Kaori.
Asintieron y caminaron junto a ellas hasta la cafetería, en la mesa comiendo una de las chicas hablo.
–Me pregunto ¿Por qué será así? –hablo Kaori –todos le prestaron atención. –no creo que hubiera sido así siempre.
–Tal vez –respondieron Mei y Ada.
Esto llamo la atención de las gemelas.
–Supongo que es cierto –hablo Alice –pero… ¿Qué habrá sucedido? Para ser así.
–¿Cómo habrá sido? –pregunto Angie con curiosidad –no habrá sido tan frio y cerrado debía de haber sonreído.
La mención les hizo abrir los ojos a las gemelas “sonreía.”
–Cierto es muy guapo –intervino Ada –algunas chicas se enamorarían de él.
Todas asintieron.
Las gemelas se sonrojaron no habían omitido ese hecho –pero, debió ocurrir cierto incidente para que fuera así –hablo Mei.
–¿Qué habrá sido? –se cuestionó Angie.
–No lo sabremos, hasta que el decida abrirse con nosotros –hablo Kaori. –se fuera más amigable sería muy popular varias chicas estarían locas por él.
–Pues parece no importarle en lo absoluto –comento Ada.
–Saben algo sobre sus padres –hablo Alice.
–Bueno, lo escuche de un profesor por casualidad –intervino Mei –su madre falleció hace 4 años y sobre su padre no lo sé.
La hora del almuerzo termino volvieron al salón donde ya se encontraba Ren durmiendo, las gemelas pasaron de lado de Ren preguntándose ~ ¿Qué habrá ocurrido con él?
Debió de haber sido algo muy grave para que el fuera tal como es ahora. Las horas académicas terminaron, todos se marchaban a sus casas de lejos las gemelas miraban a Ren tranquilo mientras algunos chicos le decían –delincuente.
Parecía no importarle nada de aquellas palabras siguió caminando ignorándolos.
–Alice,
–De acuerdo.
Las hermanas lo siguieron a la distancia actuaban de lo más normal Ren llego hasta la escuela de Melty.
–Hermanito –aquella niña corrió lanzándose a los brazos de su hermano muy feliz y este la hizo girar en el aire.
–Vamos.
–Si,
Las gemelas se ocultaron siguiéndolo de lejos. Ren era prácticamente un lobo en la preparatoria siempre de mal humor, con una mirada fría. Sin embargo, con su hermana Melty era todo lo contrario era como un príncipe. Bien ganado ese título de “Príncipe Lobo.”
En todo el transcurso a su casa Ren compro uno que otro capricho de Melty. Hasta llegar a una zona residencial pequeña donde ellos vivían juntos subieron las escaleras hasta el tercer piso donde entraron a uno de los cuartos del fondo.
Regresaron a su departamento preguntándose ¿Cómo alguien que demuestre tanto cariño por su hermana? Puede ser así.
En la mañana siguiente Ren seguía con esa forma de ser con la que lo conocieron. En la clase de matemáticas la profesora lo hizo pasar a resolver un ejercicio de geometría, se desenvolvió muy sin cometer ningún error.
Las gemelas estaban inquietas por saber que paso para que Ren fuera de ese modo, la hora del almuerzo llego ellas declinaron la oferta de ir a comer con sus amigas. Pasaron los minutos en salón de clase bebiendo yogurt. Alice me pensaba en el día que menciono a los padres de Melty.
Y como fue su reacción.
–Vamos a buscarlo –Alice
–Eh –Angie
–Busquemos a Ren ¿Dónde podrá estar? –Alice
–Se dónde está –Angie
–Bien –Alice.
.
Salieron del salón subiendo a la terraza del edificio escolar que estaba vacío.
–Aquí no hay nadie –reprocho Alice.
–Miremos –dijo Angie y recordó el día en que lo conoció dio la vuelta y miro la parte alta de la enteada –Ren –grito.
Notaron un torso levantarse de espalda.
–Queremos hablar –dijo Alice.
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Editado: 27.09.2021