I
Varias semanas pasaron desde el viaje escolar Angie y Ren ya se habían recuperado de sus lesiones. Todos se encontraban presentes en el salón con su habitual forma de siempre donde solo uno de los estudiantes se encontraba durmiendo sobre su mesa. El sonido de la puerta se escuchó en todo el salón, entraba la secretaria Diana y junto a ella un estudiante muy atractivo que rápido llamo la atención de las chicas.
Pero solo dos chicas lo miraban de manera despectiva de forma no tan grata con sus rostro diciendo ¿Por qué? Al verlo.
–Profesor, buenos días –hablo la secretaria –es el nuevo estudiante trasferido.
–Gracias Diana –dijo el profesor –por favor pasa –el chico ingreso.
–Me retiro –dijo la secretaria.
El estudiante nuevo camino muy seguro, las chicas lo miraban complacidas. Los chicos molestos pues el nuevo, ya se estaba volviendo el centro de atención.
Solo tres estudiantes lo ignoraron. Uno porque estaba dormido y dos que no parecía que les gustara verlo aquí.
–Por favor, preséntate frente a tus compañeros –hablo el profesor.
Las gemelas mantenían sus cabezas gachas para no ser vistas.
–Gracias profesor –se dirigió a la clase con una sonrisa que deslumbro a las chicas –mi nombre es Hiroki Yamada –hablo con una profunda voz que las cautivo más.
Parecieran que flotaran con solo escuchar su voz- Hiroki era muy atractivo, alto y con un cabello rojizo brillante con un peinado moderno sus ojos verdes esmeralda con gran brillo.
–¡Que se calle! –murmuro Angie.
–Mejor reza para que no nos encuentre –comento Alice.
–Estoy encantado de conocerlos –siguió hablando Hiroki –y estoy encantado –camino por medio del pasillo formado por las dos columnas de mesas.
~Ay, no ~pensó Angie.
~Maldición ~pensó Alice.
–De volver a verlas –se paró en medio de mesas –Alice y Angie –las gemelas sintieron un escalofrió recorrer todo su cuerpo, con mucho tacto Hiroki tomo las manos de ambas hermanas y las beso –el destino nos ha vuelto a juntar –todos los presentes se impresionaron, por aquel acto.
Las gemelas empezaron a temblar, pero no de temor o simpatía era más bien de enojo.
–Deja de ser fastidioso –hablaron las gemelas juntas muy enojadas, se liberaron del agarre. Pareció que iban hacerle algo, pero se contuvieron de hacerlo.
–Ustedes se conocen –hablo el profesor.
Las gemelas tomaron asiento molestas.
–Si –contesto Hiroki –ellas son mis prometidas.
Gemelas enojadas, con ansias asesinas.
Clase en shock.
–Pero no sé a quién elegir –se puso intenso –de tan solo pensar en alejarme de una de ella, hace que mi corazón sufra una terrible agonía.
Sus nuevos compañeros no se esperaban esta reacción suya. Las gemelas ya estaban hasta la coronilla se levantaron de sus asientos.
–Profesor, discúlpenos –dijeron ambas con un tono asesino.
–Ya detente –ambas acertaron un fuerte golpe a Hiroki que lo elevo en el aire. Clase en shock.
–Ahg… –se quejó Hiroki por los golpes mientras descendía sobre la mesa de Ren.
~ ¡Ay no! ~pensaron ambas gemelas al ver que Hiroki iba a caer sobre Ren.
En un instante Ren se levantó de la mesa y Hiroki impacto sobre ella destruyéndola. Ren miraba aquel chico como diciendo “Quien es este idiota”
–Hiroki ¿estás bien? –pregunto el profesor.
Los estudiantes no podían creer la actitud de aquel chico. Se movió un poco y de un golpe se levantó frente las gemelas –¡ah…! –parecía excitado –como extrañaba esos golpes causados por sus suaves y delicadas manos.
La clase murmura.
–Pero, casi te matan.
–Está bien de la cabeza.
–Suficiente –intervino el profesor –Hiroki, recuerde donde esta y compórtese –lo llamo la atención.
–Disculpe profesor, pero… –miro a las gemelas –de tan solo volver a ver a Alice y Angie, me vuelvo un tanto loco.
Ren miraba aquel chico ~un tanto, más bien un completo loco ~pensó para sí.
–Ren. Ve con el conserje a la bodega y trae otra mesa para ti –ordeno el profesor.
Asintió levantándose y camino a la salida.
–Hiroki tú también ve con él a traer tu mesa –se dirigió a él.
–Si –contesto –ya vuelvo hermosas –hablo para las gemelas, que parecían que tenían más ansias asesinas.
–Muy bien sigamos con clase –dijo el profesor.
II
Ren caminaba por el pasillo a buscar al conserje para sacar una mesa de la bodega. Sus pasos apenas causaban ruido. Pero unos sí que retumbaban por el pasillo –ey, espérame –hablo Hiroki para detener a Ren quien seguía caminando. Lo alcanzo –ey, te estoy hablando –no obtuvo respuesta –oye responde.
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Editado: 27.09.2021