Inclinando Al Lobo

CAPÍTULO 24 Adiós

I

Ren se despertó del poco sueño que tenía, no había dormido nada paso la noche pensando a donde iría con su hermana necesitaba un lugar donde nadie los conociera, donde nadie intente quitarle a Melty.

–Una mala noche –entro Mary al cuarto de su hermano donde Ren descansaba.

–Solo una, pronto hare que mejore –contesto recostado en el suelo en el futon.

–Por tus expresiones no has encontrado un lugar, en el cual estar tranquilo.

–Mary te he dicho que no entres a mi cuarto, sin antes tocar la puerta –hablo Hide algo dormido.

Ella no le respondió –¿Cuál es tu opción más viable? –pregunto a Ren.

–Seguir huyendo –se levantó –si le doy lo que quiere no se va a detener. Por eso huir es mi única salida.

–No quiero seguir huyendo hermanito –apareció Melty en el cuarto –quiero quedarme aquí, no quiero huir más.

La miro cohibido –lo siento Melty, pero mientras ese tipo siga rondando por ahí. No tenemos más opción. Prepárate dentro de poco nos iremos –salió del cuarto.

Melty comenzó a llorar sus lágrimas bajaban por sus tiernas mejillas mientras las secaba con sus nudillos.

–Melty, no llores –pidió Mary se inclinó y le limpio las lágrimas.

–No hay nada que Ren pueda hacer –dijo Hide arrimado a la cabecera de su cama –todo lo hace por ti Melty, para que nadie pueda lastimarte.

–Aun así, la lastima indirectamente. Aunque no lo quiera, la está separando de sus amigas –dijo Mary –ni siquiera se va a poder despedir de ellas.

–Podríamos llamarlas –sugirió Hide. Su hermana lo miro. Hide tomo el celular de Ren y lo agito con la mano. Ren nunca bloquea su celular así que entro libre a sus contactos y busco el contacto de una de las gemelas –será… –dijo confuso y enojado –ha pasado tanto tiempo con ellas y no les ha pedido su teléfono.

–Sí, que es lento –opino Mary.

–Yo tengo los números de Alice y Angie –hablo Melty.

–En serio –dijo Hide.

–Sí, los tengo en mi celular.

–Vamos –dijo Mary. Salieron del cuarto de Hide para ingresar al de Mary.

Melty tomo su celular y marco.

–Melty, ¡eres tú? –hablo Angie.

–Es Melty –se escuchó la voz preocupada y feliz de Alice.

–Melty ¿Estas bien? –continuo Angie.

–Sí, estoy en casa de Hide.

–Lo sabíamos –dijeron amabas.

–Melty me permites –Mary tomo el celular de Melty –hola soy Mary la hermana de Hide, necesito que vengan –les pidió a ellas.

–Claro ¿Dónde viven? –pregunto Alice.

Mary les entrego la dirección y les pidió que vinieran lo más pronto posible.

–Melty, ya estas lista –Ren apareció y noto que su hermana estaba tal como amaneció.

–Yo me encargo de ella –dijo Mary –ven Melty –ella se fue con Mary.

–No quieres hacerlo ¿verdad? –dijo Hide.

–No tengo opción –se retiró para preparar todo.

 

II

Las gemelas estaban en apuros cambiándose de ropa a la vez que el sueño se les iba del cuerpo.

–Faltaremos a clases –dijo Alice.

–Un día que faltemos no importa ¿verdad? –contesto Angie. Ese comentario hizo sorprender a su hermana. Angie era la más responsable con respecto a la escuela.

–No sabes cómo me alegra escuchar eso –Alice abrazo a su gemela.

–Siempre hay una primera vez –contesto Angie –vamos.

Cuando ya estaban listas unos golpes llamaron a su puerta. Ambas fueran para abrir no tenían tiempo. Al abrir la puerta estaba su grato y supuestamente prometido según sus propias palabras, Hiroki.

–¿Qué haces? –pregunto Alice.

–Me pueden… –se detuvo al ver que sus amadas gemelas llevaban ropa casual y no sus uniformes de preparatoria –¿A dónde van? –pregunto.

–No es asunto tuyo, así que hazte a un lado –hablo Angie.

–Angie rápido –pidió Alice.

Corrieron al ascensor.

–Esperen –grito Hiroki, pero no logro alcanzarlas ya estaban descendiendo.

Corrieron rápido para la calle principal donde pararon al primer taxi que vieron.

–A esta dirección, rápido –dijo Alice entregando el papel con la dirección que anoto. El taxista acelero.

La mañana tenía una ligera neblina el cielo cubierto por nubes blancas con un frio en el ambiente miraban a través de las ventanas, los edificios cruzar hasta llegar a casa de Hide. Llamaron a la puerta. Les abrió la madre de Hide.

–Buenos días –saludo la señora.

–Están aquí Melty y Ren –dijo Angie.




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