6:22 AM
Mi madre no durmió. Y posiblemente yo tampoco.
En estos momentos esta en la sala. En mi cama esta una maleta llena de ropa. Me podre ir, sin embargo, mi madre se va a quedar sola, cosa que no pensé desde un principio.
Mis únicas preguntas son: ¿Cómo conviviré en ese lugar? ¿Qué se supone que hare? ¿Es necesario?
Y también, para poder ir, tengo que decirle la verdad a tía. No es que sea muy difícil, ella de seguro me apoyara... pero tengo miedo de que se arrepienta y termine contándoselo a mamá. Todo se joderia. Todo.
—¡Claire! Baja.
Me pongo de pie, abro la puerta de la habitación y bajo las escaleras. Lo primero que veo es a mi madre sentada en unos de los muebles de cuero de la sala poniéndose unas zapatillas blancas. Iba vestida como de costumbre: Pantalones negros largos y una camisa blanca.
—Nos vamos.
Se pone de pie y se dirige a la mesa a buscar la cartera.
—Pero... ¿También iras? es decir...
—No... no puedo ir.
Eso fue una noticia en parte buena y mala:
1-Podre ir al edificio sin problema alguno.
2- Como dije, se quedara sola y es muy arriesgado.
Ella pareció notar la preocupación en mi voz porque se apresuro a decir:
—Pero...—Levanto la mirada—Tranquila. No estaré saliendo como siempre lo hago. Tengo que quedarme a atender unos casos en las mañanas, no saldré tarde. ¿Okay?
—Esta bien. Llamare a vany, no he hablado con ella desde el viernes.
Era domingo, pero siempre nos llamábamos. De seguro esta ayudando a su madre en la tienda de ropa.
Subo a mi habitación y marco su numero. Me contesta al segundo pitido.
—¿¡Claire!? ¡Oh por Dios! ¿Dónde has estado?
—¡Deja la exageración y deja de hacer tanto ruido!
—¿Dónde estuviste el viernes?
Si, no le he dicho nada sobre lo que paso ese día. No la quiero meter en esto.
—Yo... No salí de casa. Ya sabes.
Hay una pausa muy larga del otro lado.
—¿Vany?
—¡Si! Estoy aquí.
—Escucha. Me voy a ir a la cabaña de mi tía y...
—¿¡Que!? ¡No! ¡Me dejaras sola!
—Es una larga historia. Me tengo que ir. ¡Te quiero!
—¡Claire! ¡No te atrevas a...
Cuelgo, Antes de que me haga cambiar de idea.
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El viaje al lado sur de la ciudad es muy largo, Pero por suerte llegamos unos minutos antes. Dos de los guardias están delante de nosotras, Uno esta conduciendo y otro va de copiloto.
Miro mi celular: 8:05 AM.
Antes de salir de la casa, llame al numero que me dieron del edificio y les Conte como íbamos hacer:
Mi madre se quedaría hablando un rato con tía Mónica, así que después de que ella se valla, le contaría la verdad a tía. Si ella me apoya, una camioneta aparecería y ahí es donde me voy. Pero, si ella no acepta, planeamos que los llamaría y que ellos harían como si todo fue un secuestro hacia mi.
Es demasiado arriesgado porque verdaderamente no sabemos si no dirá nada a mamá. Pero hasta este punto ya estoy aquí y lo hare.
Bajamos del coche y el sol nos recibe nuevamente. A la entrada solo se ve el pasto y el caminillo de entrada. Hay muchos arboles en este lugar. La cabaña esta en lo ultimo y desde lo lejos se puede observar a mi tía en la puerta con una enorme sonrisa. A simple vista se diría que es una casita del bosque cualquiera, pero no es así. Según recuerdo por dentro es todavía mas hermoso. El suelo es de madera, los ventanales son enormes y cristalizados como a los Morgan les gustan, Hay muchas plantas en las esquinas, Tiene cuatro habitaciones y cada una con su baño. Exceptuando una de invitados al fondo del pasillo, una mini cocina y por ultimo un patio de juegos.
Ese era de nosotros. De caleb y yo.
Nos acercamos mas y subimos las escalerillas de la puerta.
Mi madre es la primera en lanzarse en brazos de mi muy emocionada tía.
—¡Las extrañe mucho! Pensé que se olvidarían de mi y me dejarían aquí abandonada.
Cuando se separan, me acerco y la abrazo.
—Vez demasiadas películas, tía.
—Dios, estas tan hermosa—Se separa de mi y me repasa de arriba abajo.—Enserio estas hermosa.—Mira a mi madre la cual se quedo callada desde que llegamos.
Solo eso basto para que mi tía reaccionara y nos atrajera hacia a ella a ambas. Y entendí el porque... Mi madre ya estaba llorando.
—No quería venir por esto. Es...—Balbuceo mi madre—Muy doloroso hacerlo cuando sabemos que falta alguien mas.
—Esta bien. Las entiendo.
Nos separamos y mi madre se quita las lagrimas con las muñecas.
Y ahora que lo pienso... No estoy preparada para entrar allí sin caleb. Primera vez y duele bastante. Talvez sea por eso que mi madre no se quedara, por lo que estoy sintiendo en estos momentos.