Incógnita o Deseo

9-La cabaña del estrés

James Tiene el pelo revuelto y un pequeño morado en el pómulo izquierdo de su rostro.

Axel esta sentado a mi lado sin la camisa y con una abertura en la comisura.

Ethan tiene un hilillo de sangre desde su nariz y esta suspirando agitadamente.

Eva no tiene ningún daño físico, pero esta muy cansada y con un nudillo de acero cerca de ella.

Y yo, según Axel, tengo el cuello marcado y sonrojado ya que me estaban presionando esa parte.

¿Qué mierda paso?

Bueno, todo empezó con Axel:

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Apenas termine de salir a correr al patio del edificio, me adentre en el.

Era de noche, por lo tanto solo estaban los que trabajan en las computadoras. Cuando estoy caminando el pasillo que conduce a las habitaciones, siento una mirada detrás de mi. Volteo hacia atrás y superviso el lugar: Nada. Solo se ve un poco de oscuridad en la entrada. Sigo mi camino ya un poco apresurada, pero vuelvo a sentir que me están observando cuando estoy enfrente de la habitación. Finalmente entro e intento cerrar la puerta.

Intento.

La puerta no quiere cerrar. Me giro frente a la puerta y el corazón empezó a martillar mi pecho cuando vi que había un pie deteniendo que esta se cerrara.

Estaba preparada para gritar o alejarme, o talvez hacer algo lógico, hasta que la puerta se abrió por completo:

Axel.

Estaba con un pantalón negro y el pelo totalmente revuelto, que no le quitaba nada a su estilo, tenia una camiseta fina y su sonrisa perversa.

—Boo...—Murmuro sin quitar su sonrisa.

—Me asustaste—Me cruzo de brazos—¿Acaso quieren matarme de un susto o algo parecido?

—Me fascina asustar—Sus ojos obtuvieron un brillo extraño.

—¿Qué pasa? ¿Qué haces aquí?

Suspiro.

—Estaba aburrido y pensé en enseñarte algo—Entra y cierra la puerta a su espalda. Yo fruncí el ceño en confusión.—Te espero. ¿No iras así, cierto?—Me recorrió con la mirada—Aunque ese leggins no te queda mal.

—¿A donde?

—Es una sorpresa.—Mi rostro no lo convenció por lo que pregunto:—¿Acaso no confías en mi?

Sonreí con extrañeza.

—Apenas te conozco. ¿Cómo puedo confiar tan rápido?

—Trabajo aquí. Vivo aquí. Soy de aquí. Además, no saldremos de este lugar y donde iremos están todos: Ethan, Eva y James. Estarás bien.

—Claro...

—¿Aun no me crees?—Empezó a buscar en sus bolsillos y después de unos segundos, saco un nudillo de acero y una pistola. Lo mire aun mas confundida y asustada—Son las única armas que tengo ahora—Me las extendió—Toma, ya no te podre hacer nada, si eso es lo que piensas.

Lo mire y el espero una respuesta. Empecé a pensar tratando de decirle una escusa, pero con tan solo mirarlo, se que buscara una solución.

—¿Enserió están los otros?

—Si, y no solo ellos.

Después de volver a pensarlo, finalmente tomo el nudillo y el arma, el castaño empieza a sonreír como hace unos segundos.

—Esperaras afuera—digo señalando la puerta.

—¿¡Que!? Claro que no, si me ven afuera es posible que me llamen la atención y no pueda salir.

—Pero si yo estaba... Sali correr...

—¿Y crees que no te están vigilando, Claire? Esto esta lleno de cámaras y de guardias.

Bueno, tiene razón.

—¿Y esperas que me cambie de ropa contigo aquí?

—No es que tan mal la idea... Pero puedes llevarte la ropa al baño. Prometo no mirar ni irrumpir.

Sin previo aviso se sienta en un sillón al lado del escritorio.

—¿Quieres que me vende los ojos o...?

—¡Esta bien!—Vuelve a sonreír abiertamente—Pero... voltéate, voy a sacar mi ropa.

Se tapa lo ojos con ambas manos y no pude evitar reír. Me acerco silenciosamente y lo vigilo mas detenidamente: Al menos no esta mirando.

Me apresuro a ir al guarda ropa y saco mi ropa interior, pantalones de mezclilla y una blusa tipo off shoulder.

Cuando saco todo le echo nuevamente un ojo a Axel, estaba igual, o eso espero.

Entro al baño y me doy una ducha rápida y cepillo mis dientes. Me visto en tiempo récord y empiezo a buscar mis zapatillas. Cepillo mi cabello e intento trenzarlo, sin embargo, me tarde demasiado y decidí dejármelo suelto.  Recojo la pistola y la coloco en la parte de atrás de los pantalones y el nudillo de acero, me lo coloco en los dedos.

No se porque lo hice.

Salgo del baño y mis ojos van directamente al sillón en donde deje a Axel. Estaba vacío. Di un paso adelante hasta que lo vi al lado de la mesita de noche, mirando una fotografía. Me acerco aun mas hasta quedar a su lado, ni siquiera  se fijo que estaba a su lado. Solo miraba la foto. Hasta que me incliné hacia delante y la puede ver: Era una foto en donde estábamos mamá, Caleb y yo en navidad.

—¿Qué haces?

Pareció reaccionar y puso la foto en donde estaba, se giro hacia mi con la mirada perdida.

—Aparte de mira una foto... Preguntándome como haces—Iba a seguir hablando pero cerro la boca de golpe— Para salir tan rápido del baño.

—Fue porque estabas aquí. —Inspeccione su rostro en busca de algo que explicara su mínimo cambio—¿Nos vamos?

—Si.

Empezamos a caminar juntos a la puerta, la abrió e intente seguir caminado, pero este me detuvo con su brazo en mi estomago.

—¡No!—Susurro—Te dije que nos pueden estar viendo los estúpidos guardias. Hay que salir, pero con cuidado.

Quito su mano y se puso a supervisar el pasillo.

—Vamos.—Empezamos a caminar y abrimos la puerta del comedor con el total silencio posible. Entramos y la cerramos con el mismo cuidado, al entrar noto el comedor como la ultima vez que estuve aquí y que no salió bien—Por aquí—Señala una puerta al fondo, empezamos a caminar aun vigilando la zona. Axel la abre y el viento de la fría noche golpea mi rostro, erizándome la piel.

Debí traer un abrigo.

Sin embargo Axel no se inmuto al frio y suspiro con alivio, como si no le molestara en ningún sentido. Al frente solo se veía un pasto mojado y mas adelante muchos arboles, mas adelante era un bosque...



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En el texto hay: misterio, fbi, amistad amor

Editado: 23.08.2020

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