Incógnita o Deseo

16-Auxilio

Helen G.

Cuando quieras ponerte frente al mundo para verlo mejor, la oscuridad y el horror siempre estarán presentes.

Evoque las palabras de mi madre cuando le pregunte quien la hirió y la golpeo

Por mas que intentes advertir o cambiar la situación de las cosas diciéndole a los demás, no te harán caso, y será ahí en donde atacaran. En el punto lánguido, que vengo siendo yo. Tengo miedo de salir de mi habitación pensando que posiblemente me estén esperando afuera para hacerme daño. Estoy sola, es decir, no estoy con ninguno de los chicos que conozco como Ethan, James, Claire o Eva, todos se fueron a ver a la cabaña de la tía de Claire. Siento como si en cada paso que doy, hay una persona mirándome. Tal vez sea él... talvez en verdad espera que esté descuidada para atacarme.

¿Acaso estoy loca? ¿O es la verdad?

Me resalto por el sonido de la puerta y dejo de darle vueltas a la habitación. El corazón empieza a latirme como si quisiera salirse de mi pecho. Los pensamientos inundan mi cabeza de negatividades y nervios ya que estaba pensando en lo que podría pasarme cuando estoy sola. Con pasos temblorosos me dirijo a la puerta, tomo un jarrón del escritorio y en cuestión de un instante abro la puerta y lo levanto en el aire.

Me tranquilizo un poco cuando veo el rostro pasmado de Laura, mirando el objeto con desconcierto.

—¿Enserio? ¿Un jarrón de flores, Helen?

—¿Qué quieres? —Murmuro de mala gana bajando el jarrón y colocándolo en el escritorio nuevamente.

—Vine a saber cómo estaba mi nuera...—Entra a la habitación y sonríe estúpidamente, como siempre.

—A mi no me llames así, Laura. No quiero nada que ver con contigo.

—Aunque no lo quieras, linda, tienes que aceptar el hecho de que soy la favorita de Ethan.

Se acerca lo suficientemente para quedar delante de mí, quedando unos centímetros que yo.

—Lárgate de aquí—Me irrito y señalo la puerta sin despegar nuestros ojos. No se movió y siguió mirándome con odio y superioridad—¡Vete! ¡No te quiero aquí!

Bufo y se dio la vuelta, pero no para irse, recorrió el lugar con la mirada hasta que se detuvo en un punto fijo. Era una foto en donde estábamos mamá, Ethan y yo. Arreglo su cabello rubio y volvió a sonreír como si hubiera visto algo extraño.

—No estoy aquí para discutir contigo, Helen. —Me encara—El señor Rafael, tu padre, te mando a buscar.

Me estremezco sin que ella pueda notarlo por la mención del nombre.

—No quiero ir.

—No te lo esto preguntando. Es urgente que vallas, es lo que me ordeno.

¿Un padre?

No se lo que es un padre en este tiempo, no creo tener un padre siendo él así.

—Solo sal de mi habitación.

—¿Pero iras de todas formas, cierto?

—¡Si! ¡Ya largo!

Escucho nuevamente su sonrisa y sus pasos cada vez más lejanos, luego no los escucho. Me giro en dirección a la puerta y la veo ahí, parada aun recorriendo la habitación. Nuevamente le iba a protestar, pero se me adelanto:

—¿Sabes? Algún día te saldrás de mi camino todo será más fácil para Ethan, tu padre y yo. —Me miro de arriba abajo—Espero con ansias ese día. Ah, y... Cuidado al salir, no hay nadie afuera porque todos se tomaron un descanso y los otros están en sus habitaciones, nuera.

Termina, luego abre la puerta y desaparece.

Con toda la furia que puedo reunir, recojo nuevamente el Jarrón y lo lanzo a la puerta junto con un grito desesperado. El sonido del choque fue ruidoso y peor cuando los pedazos de vidrios abatieron en el piso, terminando de romperse. Tomo mi cabezo en mis manos en frustración y vuelvo a gritar.

Esto es todos los días.

Los recuerdos de los golpes, maltratos, y las veces que rogué que no me hiciera nada se repetían y mas cuando me dicen cosas como esas.

—¡Por favor, suélteme! ¡No me haga daño!

Me respondió con un fuerte golpe en el rostro, dejándome la mejilla palpitándome de dolor. Mis susurros fueron cada vez mas y mas bajos a medida que me inyectaba algo para que pudiera dormirme. Después, cuando despertaba, me sentía sucia, vacía, usada.

No alcanzaba a ver mas nada de él, solo su cuerpo. Tenia una capucha y nunca decía nada, como si tuviera miedo de que lo reconociera. Porque en realidad se quién es. Apenas se deshicieron de Ethan, me atacaron. El punto mas débil de la familia había sido yo, por eso acabaron conmigo de la peor forma. Solo recuerdo cuando un chico rubio me soltó de las cadenas que tenia y me ayudo a escapar junto con mi hermano, James y Caleb.

Mi hermano y James me ayudaron a escapar del mugroso lugar en el que estaba. Mi vestido floreado de unos días estaba manchado y mis pies se sentían más cansados que nunca.

—Helen. —Susurro Ethan apenas me vio amarrada de la pared

Levante la cabeza y su rostro me partió en dos. La alegría, tristeza, remordimiento y dolor recorrieron mi pecho.

—¡Ethan! —Corrió hacia mi y me regalo el abrazo que tanto necesite en estos tres días. —Viniste, volviste por mí. —las lagrimas y los sollozos se escaparon de mis ojos y boca— Lo sabía, sabía que nunca me dejarías.



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En el texto hay: misterio, fbi, amistad amor

Editado: 23.08.2020

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