Incógnitos

Capítulo 12: Hotel Fairmont

- Perdón, podrías decirme hacia donde vamos? - Jack se estaba acomodando en su asiento listo para arrancar 

- Vamos a Suncandia - Dijo mientras chequeaba su teléfono

- ¡Estás loco! - Jack se espantó y casi se le cae el teléfono - Eso está a 40 horas de aquí -

- Corrección, a 32 horas si vamos en este bebé dijo refiriéndose a su auto

- Si apenas soporté 6 horas de camino la primera vez, no me la pongas más difícil. aún no te perdono por lo de la estación - Jack se quedó callado y pensante por unos momentos.

- ¿Porqué te molesta tanto estar conmigo - 

No supe que responder

Jack al ver mi reacción cambió su semblante y me mostró una pequeña sonrisa mordaz 

- Tranquila, no es necesario que me des explicaciones - Dijo fijando la vista al frente

- Jack... - Le suplique para que me mirara nuevamente

- Karen quiero que sepas que conmigo nada es obligatorio, sólo dime si o no y lo comprenderé - 

Lo tomé del mentón y lo voltee hacia mí 

- No me hagas caso - reí un poco

- Es muy difícil no hacerlo - Pasó su mano por mi mejilla delicadamente

Nos quedamos mirándonos por milésimas de segundos hasta que una llamada interrumpió el silencio

- Disculpa - Esta vez el teléfono que sonaba era el mío. Jack se apartó y empezó a conducir

- Hola - Fui fría y cortante al ver en la pantalla el nombre del inquilino que se dignó en llamarme

- ¿Y a ti qué te pasa? - Empezó a hablarme en un tono ruidoso y brutezco

- ¿Qué me pasa de qué?, ¿Dé que me estás hablando? - No entendía el motivo por el cuál me estaba hablando de esa manera

- Quiero el divorcio - Me dijo en tan sólo 3 palabras, las mismas palabras que luego hicieron eco en mi mente

- ¿Me escuchaste? - ¡Claro que te escuché!

- A... ¿Así nada más?, tan simple para ti es saltar con eso de la nada - Tenía un nudo en la garganta. Habían tantas cosas que quería decirle pero las palabras no pasaban de mi garganta

- Sí, ya no me gustas -

- ¿Osea que estabas conmigo sólo por mi físico? - quedé boba

- Mis gustos son peculiares, no lo entenderías - Dijo en tono seco

- Necesito una explicación. ¿Dónde te encuentras? - reprimí las ganas de llorar para que Jack no se fijará en mi pero había sido demasiado tarde, ya se había percatado de como esa llamada me estaba afectando. Frenó el auto y se aparcó a un lado mirándome con preocupación

- ¡NO VENGAS A BUSCARME! Sólo tienes que firmar el estúpido papel y te olvidas de mí

Todo estaba muy bien hasta que una lágrima salió sin permiso de mi ojo izquierdo lo cuál hizo que Jack se preocupara aún más y tratara de quitarme el teléfono

- ¿Crees que es así de fácil olvidar a la persona que amas?

- No finjas, no lo amas, amas a Jack, grabatelo - Me atacó mi sub-consciente

- Yo ya lo hice, ya te olvidé - Fueron las últimas palabras de William para lograr que ya no quisiera volver a escuchar su voz.

------------------------Llamada finalizada-----------------------------

 

Limpié una que dos lágrimas que había dejado escapar, suspiré, miré a Jack, él me miró y todo quedó ahí. mis ojos se llenaron de ira, odio y ganas de venganza, el peor complemento para cometer una locura, pero ahí empecé a transformarme en la persona que había sido cuándo Jack rompió mi corazón.

- ¿Qué piensas hacer? - Preguntó Jack mirando como una pequeña sonrisa se formaba en mis labios

- Divertirme un poco -

Tomé mi teléfono celular nuevamente e inserté un código juntamente con el número de William para poder rastrear su teléfono. Minutos después ya lo tenía localizado. Se encontraba en el hotel "Fairmont" en Seattle

- Necesito que me lleves a mi casa - Jack me miró con una expresión de: "Esto es una broma ¿verdad?"

- Tengo ropa tuya en el baúl - 

- No necesito ir ropa Jack. Voy a cambiar de auto - 

- ¿Para qué sí vamos a ir juntos? - 

- Sólo hazme el favor y llevame a casa - No quería que me siguiera

- No conduciré 6 horas hasta Cleveland - Dijo cruzandose de brazos

- Bien, entonces lo haré yo - Le hice señas para que me cediera el volante

- Ah, ah - Negó con su dedo índice - Sólo manejarás este bebé cuando nos casemos -

- Entonces eso nunca sucederá - Nisiquiera mo miré, pero pude percibir que mi respuesta le había caído bien en el fondo - ¡Bien!, entonces tomaré un taxi - Tomé la cerradura del auto y salí. Fue sorprendente porque por primera vez no hizo nada para detenerme. Pedí un taxi y me largué a casa.

Jack Wilmort:

No puedo creer que ella haya dicho eso: "Entonces eso nunca sucederá"

Observaba cada movimiento que hacía, cada palabra que articulaba, cada acción que prácticaba. Y todo por una estúpida venganza sin sentido.

La vi irse, como salía de mi auto, como se montaba en el taxi, pero resistí.

Resistí detenerla para que no manejara, resistí no dejarla salir del auto e irse en un taxi, resistí a tomarla del brazo e impedir su huída, pero al final no hice nada. Me quedé en el mismo lugar, no había vuelto a conducir desde que nos estacionamos. Eran casi las 6 de la mañana y no tenía idea de como volvería a encontrarla, pero como siempre me salgo con la mía me las voy a cobrar.

Karen Greace:

El taxi me dejó justo frente a mi casa, salí y entré a casa, me di una ducha, me vestí con un vestido de escote blanco y me maquillé: sobra de ojos negro y labios rojos.

Mi Chrevolet Camaro estaba en la estación, así que no tuve otra opción que usar mi "BMW i8".Me dirigí hacia Seattle, era otro largo recorrido pero aún era temprano y tenía motivos para no dejarlo pasar. Estaba consciente de que esto me perjudicaba más a mi que a todos pero no podía dejar esto así, quería una explicación.



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En el texto hay: drama, amor, amistad

Editado: 12.11.2020

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